Carrera Pinto: el héroe de La Concepción

Por: | Publicado: Viernes 21 de enero de 2011 a las 05:00 hrs.
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El joven teniente Luis Cruz Martínez, uno de los héroes chilenos en la Guerra del Pacífico, escribió en enero de 1882 una emocionante carta a su madre, contándole los éxitos obtenidos y la vida en el frente de batalla. El texto concluía así: Querida madre, dentro de poco os seguiré narrando otros combates si es que antes Dios no exige mi holocausto por mi patria; entre tanto en vuestras plegarias no olvidéis de vuestro hijo que os recuerda de continuo. El 10 de julio de ese mismo año Cruz Martínez encontró la muerte en La Concepción, Perú.

En el mencionado combate destacó especialmente Ignacio Carrera Pinto (1848-1882). Era hijo de José Miguel Carrera Fontecilla y de Emilia Pinto, y nieto del héroe de la Independencia José Miguel Carrera. La temprana muerte de su padre le llevó a ganarse la vida desde joven, quien no tuvo éxito en los negocios. Cuando estalló la Guerra del Pacífico en 1879, decidió rápidamente enrolarse en el Ejército en el contexto de la ola de patriotismo que inundó al país.

Comenzó desde abajo, como sargento; en 1880 fue Subteniente y Teniente; al año siguiente llegó a Capitán, y le correspondió participar en numerosos enfrentamientos del conflicto bélico. Así describe Nicanor Molinare a Carrera Pinto: Amaba el peligro, lo buscaba. Tenía ansias de gloria y miraba con envidia las proezas de su abuelo. Suspiraba por la inmortalidad. El momento decisivo en la trayectoria del soldado llegó con ocasión de la Campaña de la Sierra, a comienzos de julio de 1882, cuando unas fuerzas peruanas que contaban con más de cuatro mil personas, según Molinare, entre soldados, montoneros e indígenas armados, atacaron el poblado de La Concepción, donde estaban las precarias tropas chilenas de la 4ª Compañía del Batallón Chacabuco que, como señala Gonzalo Bulnes, estaba compuesta de 66 hombres con cuatro oficiales; los acompañaban 8 soldados y tres mujeres chilenas que estaban junto a sus esposos. Frente al escenario adverso, Carrera Pinto decidió acuartelarse, junto a los jóvenes oficiales Julio Montt, Luis Cruz y Arturo Pérez Canto (ninguno superaba los veinte años). La batalla tuvo lugar entre las 14.30 horas del 9 de julio y las 9 horas del día siguiente. Un momento solemne ocurrió cuando el coronel Juan Gastó, líder de las fuerzas peruanas, ofreció a Carrera Pinto que capitulara. El joven oficial chileno contestó, altaneramente, lo siguiente: En la capital de Chile, y en uno de sus principales paseos públicos, está esculpida en bronce la estatua del prócer de nuestra independencia, General don José Miguel Carrera, cuya misma sangre corre por mis venas, por cuya razón comprenderá usted que ni como chileno, ni como descendiente de aquél, deben intimidarme ni el número de sus tropas ni las amenazas de rigor.

Como sabemos, pronto Ignacio Carrera Pinto encontraría la muerte. Previamente había recibido un balazo en el brazo izquierdo. Luego fue rodeado por sus enemigos, quienes como narra Nicanor Molinare lo lancean, hieren y matan. Era el drama y el heroísmo de la guerra: ningún chileno sobrevivió en La Concepción.



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