Clonan enzimas de los géiser del Tatio para procesos industriales
Investigadores de la U. de Antofagasta buscan comercializarlas en una industria que mueve US$ 160 millones al año.
Por: | Publicado: Martes 7 de febrero de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Francisca Orellana
Los géiser del Tatio son considerados como el tercer campo geotermal del mundo y pese a que sus aguas alcanzan una temperatura de 80º C, a 4.200 metros sobre el nivel del mar, es posible encontrar vida: se han desarrollado una serie de microorganismos, como virus y bacterias que, al desenvolverse en condiciones extremas, poseen cualidades específicas y útiles para industrias como la de biocombustibles, papelera, médica, textil y alimenticia, entre otras.
Por ello es que investigadores de la Universidad de Antofagasta lograron clonar bacterias de esta zona geográfica, para luego mejorarlas molecularmente y obtener amilasas (enzimas alfa), que hacen la tarea de degradar almidón para productos específicos en altas temperaturas.
El procesamiento de almidón representa el 12% de las ventas de enzimas a nivel mundial y, de hecho, el uso de tres moléculas (alfa-amilasa, gluco-amilasa y glucosa-isomerasa) mueve un mercado de US$ 160 millones al año.
Potencial
El proyecto liderado por Jonathan García, estudiante de magíster de ciencias biomédicas de la U. de Antofagasta, fue uno de los ganadores del primer concurso Fondef (Conicyt) de “Valorización de Investigación en la Universidad”, que apunta a convertir las tesis con potencial en productos.
El impulso mayor vino hace pocas semanas, cuando la iniciativa ganó el Premio Fondef-Dupont, que permitió al equipo viajar al centro de investigación y desarrollo que Dupont tiene en Brasil, además de recibir US$ 10.000 que les servirá para profundizar el estudio y comprar tecnología para el Laboratorio de Microorganismos Extremófilos de la universidad, donde desarrollan la investigación.
Vinculación empresarial
García explica que junto con avanzar en el estudio y dar con la enzima adecuada para contar con un producto atractivo para el mercado, es fundamental iniciar los contactos con privados para ofrecerlo.
“La vinculación ya no puede esperar más, lo vimos en Brasil. El intercambio de conocimiento era bidireccional y creemos que en Chile debe ser igual. Ya estamos en conversaciones con Dupont, distribuidores y socios nacionales”, explica.
Los géiser del Tatio son considerados como el tercer campo geotermal del mundo y pese a que sus aguas alcanzan una temperatura de 80º C, a 4.200 metros sobre el nivel del mar, es posible encontrar vida: se han desarrollado una serie de microorganismos, como virus y bacterias que, al desenvolverse en condiciones extremas, poseen cualidades específicas y útiles para industrias como la de biocombustibles, papelera, médica, textil y alimenticia, entre otras.
Por ello es que investigadores de la Universidad de Antofagasta lograron clonar bacterias de esta zona geográfica, para luego mejorarlas molecularmente y obtener amilasas (enzimas alfa), que hacen la tarea de degradar almidón para productos específicos en altas temperaturas.
El procesamiento de almidón representa el 12% de las ventas de enzimas a nivel mundial y, de hecho, el uso de tres moléculas (alfa-amilasa, gluco-amilasa y glucosa-isomerasa) mueve un mercado de US$ 160 millones al año.
Potencial
El proyecto liderado por Jonathan García, estudiante de magíster de ciencias biomédicas de la U. de Antofagasta, fue uno de los ganadores del primer concurso Fondef (Conicyt) de “Valorización de Investigación en la Universidad”, que apunta a convertir las tesis con potencial en productos.
El impulso mayor vino hace pocas semanas, cuando la iniciativa ganó el Premio Fondef-Dupont, que permitió al equipo viajar al centro de investigación y desarrollo que Dupont tiene en Brasil, además de recibir US$ 10.000 que les servirá para profundizar el estudio y comprar tecnología para el Laboratorio de Microorganismos Extremófilos de la universidad, donde desarrollan la investigación.
Vinculación empresarial
García explica que junto con avanzar en el estudio y dar con la enzima adecuada para contar con un producto atractivo para el mercado, es fundamental iniciar los contactos con privados para ofrecerlo.
“La vinculación ya no puede esperar más, lo vimos en Brasil. El intercambio de conocimiento era bidireccional y creemos que en Chile debe ser igual. Ya estamos en conversaciones con Dupont, distribuidores y socios nacionales”, explica.