CUT condiciona cambios a indemnizaciones: ampliarlas a todos los contratos y evento

Antes que finalizara el verano, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, hizo sus maletas y regresó a Santiago. El dirigente se apuró en volver de sus vacaciones no por el terremoto, sino porque sentía que debía estar preparado para el arribo del nuevo gobierno que -pensaba- llegaría rápidamente a cumplir sus compromisos.

Sin embargo, a un mes del arribo de Sebastián Piñera a La Moneda es el propio Martínez el que pide a las autoridades definir una política clara frente al mundo sindical, pues aunque ésta no sea concordante con sus aspiraciones, sirve para apurar las cosas en una administración que ha ido -a su juicio- "muy lento".

"Hay demasiados anuncios, pero ningún hecho concreto. Sólo está el proyecto de extensión del Seguro de Cesantía que no le sirve mucho a la gente. Lo demás, puros anuncios que no tienen una línea conductora de política laboral. Creo que en el Ministerio del Trabajo y en el gobierno no está claro por dónde ir ni cómo abordar el tema laboral", sentencia.

Y sus dardos apuntan a la titular de dicha cartera, Camila Merino. "Lo único que se puede pensar es que a ella le falta un poco de asesoría, de entender cuál es su rol. A lo mejor la política es ésa, dejar hacer, no darle importancia a estas cosas, pero las relaciones laborales se van construyendo de acuerdo a cosas chicas que van saliendo día a día.

Esto, agrega, se refleja en que aún no han tenido ningún acercamiento para preparar la negociación por el reajuste del salario mínimo y, de hecho, dice no tener certeza sobre la instalación de la tradicional mesa que se conforma todos los años.

"Si no clarificamos luego, cada uno tendrá que tomar sus decisiones, porque sin mesa, qué sacamos de estar tirando cifras y porcentajes. Así, uno tendrá que anunciar otras cosas el primero de mayo", advierte.

- ¿Espera una señal antes de esa fecha?

- Claro. De lo contrario, uno tiene que buscar otras formas de relacionarse.

- Usted planteó que el salario mínimo debiera quedar en
$ 186.000 este año. ¿Esa cifra se va a modificar por el terremoto?

- Hay dos propuestas. Una es la
de $ 186.000 y, otra, es reajustar en un 10% para llegar a $ 181.500.

- Entonces, ¿se podría pensar más en esta última cifra?

- La gente necesita hacerle frente a lo que viene, porque tomando en cuenta que subirá el costo de la vida, hay que anticiparse a eso. Pongamos el 10% de reajuste.



"Déjennos fuera y llamo a paro"

Entre jueves y viernes de esta semana, cerca de 400 dirigentes se reunirán en el Consejo Nacional Ampliado de la CUT. El objetivo es trazar la agenda que llevará adelante la multisindical y desde ya Martínez reconoce que "nosotros no le vamos a sacar el quite a ningún tema".

El dirigente está convencido que la administración Piñera tiene espacio para avanzar en los temas laborales, pero advierte que no están dispuestos a discutir lo que sólo a ellos le interesa.

"Hagamos una reforma completa al Código del Trabajo. Veámoslo en dos años, vamos punto por punto y presentemos un proyecto de ley lo más concordado posible al Parlamento. Cuando eso ocurra, los temas laborales no serán un conflicto".

-¿Por qué cree que este gobierno tiene esa oportunidad?

-La tiene, porque es un gobierno al cual los empresarios pueden escuchar más. Los empleadores no se van a poner tacaños para conversar los temas. Ya se vio con la posible alza tributaria, la que si bien no le gusta al sector privado, dijeron: bueno ya.

- ¿En qué condiciones estaría abierto a que se introdujeran cambios a la indemnización por años de servicio?

- Si está la voluntad para debatir todos los temas, yo incluyo la indemnización y estoy dispuesto a explorar un cambio. Pero si me llaman a conversar sólo de ese tema, yo no concurro.

- ¿Cuáles serían sus planteamientos para iniciar el debate?

- Para todo tipo de contrato y a todo evento.

- ¿Con esas dos características estaría dispuesto a que se redujera a la mitad de mes por año?

- No. Todavía no me pronuncio sobre ese tema, pero pongo esos dos parámetros. Además, sobre la base de que todos los trabajadores que estén contratados mantengan el derecho, aún cuando entre en vigencia alguna modificación. En concreto, que se aplique sólo para los contratos que se firmen después que comience la aplicación de la ley.

Reconozco que no son muchos los trabajadores que reciben indemnizaciones, pero es un tema tan sentido que el día que las toquen sin negociación, estoy seguro que hasta los que no la tienen van a parar. Es un tema que convoca.

- Entonces, ¿hacer modificaciones sin una conversación con ustedes puede crear un problema mayor?

- Ese es el punto. Déjennos fuera, háganlo solos y yo llamo al paro. Por eso, ofrezco la posibilidad de conversar.