Robert Redford, quien falleció este martes a los 89 años, no sólo fue un ícono del cine, con recordadas actuaciones en películas como Todos los hombres del Presidente o Africa mía. El norteamericano fue también un visionario empresario que construyó un ecosistema cultural y económico alrededor del arte independiente y la sostenibilidad.
Su legado más importante en esa línea comenzó cuando a principios de los 60’ compró una hectárea en Utah, a la cual fue agregando más territorio. Llegó a 1.000 hectáreas. En los 70’, adquirió otras 1.200 hectáreas y fundó el Sundance Mountain Resort, un complejo que combinaba cabañas, pistas de esquí y un espacio de convivencia cultural. En los 80’ éste se consolidó como una de las estaciones de esquí más rentables de EEUU y a mediados de esa década Redford fundó allí el Festival de Cine Sundance, hoy uno de los más prestigiosos del mundo en cine independiente. También creó el Sundance Institute, el Sundance Channel (TV) y el Sundance Catalog, tienda que vende productos asociados al tema.
En 2020 decidió vender el resort a Broadreach Capital Partners y Cedar Capital Partners. La cifra de la transacción nunca fue revelada, aunque estimaciones de los expertos hablan de más de US$ 300 millones. La operación, en todo caso, no afectó a todo el mundo Sundance, que siguió bajo la órbita del artista.
Redford también tenía inversiones en bienes raíces, con propiedades en California, Nueva York y Nuevo México. Por ejemplo, vendió una casa en Tiburón -al norte de San Francisco- en US$ 4,6 millones. Fue además un conocido inversionista en arte, coleccionista de obras de artistas como Georgia O’Keeffe y Andy Warhol.
En su faceta de negocios con propósito, es considerado un pionero en combinar impacto ambiental con emprendimiento. Donó dinero a causas ecológicas y fue reconocido por su activismo político. Su defensa al medioambiente lo llevó en 2005 a crear la Fundación del Redford Center, creada para promover la sostenibilidad a través del cine y las historias con impacto social.
Según reportaron distintos medios, la fortuna del fallecido artista alcanzaría a unos US$ 200 millones.