Patricia Rivadeneira y Coca Guazzini presentan su revolución de las viejas
Cumplen 30 años de amistad y se acaban de embarcar en una nueva aventura juntas: Revolución de las viejas, un podcast donde las actrices conversan de todo, reflexionan sobre lo bueno, y también lo no tan bueno de envejecer. Pero, sobre todo, se ríen.
La amistad nació en Sucupira, el pueblo ficticio donde las hermanas Lineros, Luisa (Guazzini) y Regina (Rivadeneira), se desvivían por complacer al alcalde Federico Valdivieso (Héctor Noguera) y competían por su amor.
Así lo contaron Patricia Rivadeneira (61) y Coca Guazzini (71) en el segundo episodio de Revolución de las viejas.En 1996 se conocían a lo lejos, pero les tocó compartir pieza en el hotel de Zapallar donde se hospedaron durante los meses de grabación de la telenovela dirigida por Vicente Sabatini. Aunque admiten que en principio les hubiera gustado tener piezas individuales, se agradaron inmediatamente. Las separan 10 años de diferencia, pero son gozadoras las dos y entonces eran buenas para la noche, confiesan. Su habitación se convirtió en sede recurrente para armar pequeñas fiestas con otros miembros del elenco. Lo que pasó ahí, ahí quedó, dicen riendo. “Los secretos de camarín no se pueden contar. A la tumba”, enfatiza Patricia.
Son muchas las historias que comparten desde entonces. Viajaron a México hace más de 20 años, calculan. Coca visitó a Patricia Rivadeneira cuando fue agregada cultural de Chile en Italia, entre 2001 y 2006. Se ríen también recordando una estadía juntas en las termas de Chillán.
Es lunes, acaban de estrenar el segundo capítulo del podcast, Coca está punto de partir a un festival en Uruguay y Patricia se alista para las performances del colectivo Cleopatras en el MNBA (ver recuadro).
Los años no son en vano Rivadeneira cuenta que hace un tiempo le regalaron el libro La revolución de las viejas (Planeta, 2020) de la autora Gabriela Cerruti, y alucinó. “La marea que cambiará tu vida y el mundo: bienestar, sexo y poder después de los 60”, dice el subtítulo. Eso se juntó con que el año pasado Guazzini lanzó Capítulo 70 ¡Tenemos pa rato! (Zigzag, 2024) donde explora con agudeza, humor y muchas anécdotas, las luces y sombras de las siete décadas. “Se unieron las cosas y queríamos hacer algo juntas”, dice Paty.
“Somos buenas para estar ocupadas, para meternos en varios proyectos, nos gusta hacer hartas cosas. Estábamos medias desocupadas y dijimos ‘hagamos algo’. A mí me parecía interesante porque tenemos 10 años de diferencia. Es bonito contrastar ciertas experiencias de ella y mías, porque evidentemente son distintas”, agrega Coca.
Hay un personaje fundamental que se suma a la dupla: el periodista y estilista Pancho Silva. “Pancho apareció en mi vida en un minuto en que estaba sobrepasada con las redes sociales. Él me empezó a ayudar con eso y como además conoce a la Coca -¡madre tutelar de Chile!- vio el potencial”, dice Patricia. “Pancho es muy imaginativo, es creativo. Se nos ocurre algo y él lo completa inmediatamente, es muy rápido. Con mi lentitud yo le empiezo a escribir algo por Instagram y ya me lo contestó”, agrega Coca lanzando una de sus características carcajadas. En marzo crearon la cuenta @revoluciondelasviejas en Instagram y comenzaron a hacer reels.
-¿Por qué decidieron situarse en la vejez? Patricia: Hace rato estoy en una campaña conmigo misma para ver cómo llevar mejor el paso de joven a vieja. Eso demora. Llega la menopausia, después el edadismo, y así. En mi caso observé cómo el poder de las mujeres está directamente relacionado con su capacidad de seducción. Sin eso empiezas a ser invisible. Y me parecía que debíamos tener un lugar distinto. Los actores y las actrices, somos personas muy seductoras. Nos gusta que nos vean, somos vanidosos por esencia. Entonces reflexioné sobre cómo esa vanidad se puede volver en contra de una misma… Y después está el asunto de que posiblemente vamos a ser viejos durante muchos años, muchos más de los que fuimos niños.
Coca: Eso me empezó a dar vuelta a mí también. La ciencia dice que vamos a vivir muchos años más, pero ¿cómo vamos a vivir esos años? Por eso planteé en mi libro que es importante tener humor con uno mismo. No dejarte invisibilizar, como decía la Patricia. No aceptar cualquier cosa. Empezar a preocuparnos de cómo podemos vivir esta etapa, que no es la mejor etapa de la vida, pero se le puede encontrar la gracia. A lo mejor el cuerpo va más lento, pero eso no significa dejar de tener proyectos.
- Los años también pueden traer cosas positivas, cómo la experiencia, la sabiduría, la libertad. ¿Lo viven así? Coca: Sí, empiezas a dejar de lado cosas que no tienes ganas de hacer. Dices, ¿sabes qué? Yo tengo ganas de esto. Y en esa aceptación hay un reforzar quién eres tú. En esta etapa hay más libertad de amar. ¿Por qué no? Nos han hecho creer “ya viejita, siéntese en el sillón” o que enamorarse a cierta edad es ridículo. Claro, una no va a estar corriendo detrás de un tipo. O quizás sí.
- ¿En qué aspectos se sienten más viejas? Patricia: La verdad es que yo no me siento vieja (ríe). Pero siento que tengo una gran experiencia de vida, toda una historia, entonces ¿cómo plasmo este aprendizaje de vida? ¿En qué me siento más vieja? El amor y el sexo, por lo menos en mi caso, ha pasado a segundo plano. Antes la relación con los hombres era muy importante para mí, ahora tiene un lugar más periférico. Y esa energía se la puedo dedicar a la creación. Hay más espacio para el mundo de la creatividad, de la autoría, de sentirte con un currículum que vale.
Coca: Yo hablo distinto a la Patricia porque posiblemente me quedan 10 años menos. Pero a diferencia de ella, el sexo no lo tengo para nada puesto en un segundo plano. Para mí sentir amor es maravilloso y es súper importante. Donde sí me siento vieja, pero es un problema mío de floja, es en el aspecto tecnológico. Tengo muchas amigas jóvenes y eso me encanta porque me nutre. Cuando cumplí 70 años no me sentí nada de vieja. Me invitaron a escribir el libro y casi que pensé “¿Por qué yo?” (ríe). “Ah ya, voy a escribir sobre las otras viejas”.
- ¿Les ha pasado que en esta nueva dinámica siguen conociéndose? Patricia: Totalmente. Eso es fantástico. Se abren nuevas curiosidades y cada una llega al estudio de grabación con sus lecturas, sus intereses y también con las contradicciones. Cuando uno es más joven como que tienes que afirmar muchas verdades y creo que en esta etapa se dice y se contradice. Te lo puedes permitir.
- Tienen hartas cosas en común, ¿en qué son radicalmente distintas? Coca: Somos súper distintas. A mí siempre me ha encantado el arrojo de la Patricia, porque es con inteligencia. Es alguien que une a mucha gente y empuja proyectos. Va por la vida siendo curiosa de una manera que encuentro fascinante. Yo soy mucho más tranquila, no sé si soy hogareña pero ahora que estoy más vieja me encanta quedarme en mi casa. Tenemos una mirada parecida de la vida, pero la vivimos de manera bien distinta. Y nuestra amistad respeta mucho lo diferentes que somos.
Patricia: La Coca tiene mejor carácter, casi siempre. Es muy alegre. A mí me cuesta más andar alegre, soy más amargada. La Coca es una persona que ve belleza en las cosas. Es muy generosa con los demás, tiene un tiempo distinto y no se deprime…
Coca: Ay Patricia, en eso nos vamos a tener que conocer más…
Patricia: Te puedes poner triste, pero tienes un optimismo de base. Eres delicada en tu forma de observar y de crear los personajes.
Plan piloto El 26 de mayo Patricia Rivadeneira le escribió a Trinidad Piriz, directora de Podium Podcast Chile. Le contó que con la Coca Guazzini tenían un proyecto para armar un podcast juntas. A Trinidad le tincó la idea, cuenta. Primero se juntaron para conocerse y conversar sobre el proceso a seguir.
Las actrices grabaron un primer programa por su cuenta y se lo presentaron a Podium. Luego arrancaron con los pilotos en los estudios radiales. Armaron unas primeras piezas para probar el feedback en redes sociales y la audiencia reaccionó con entusiasmo. Se embarcaron entonces en la fase de crear una identidad sonora, y también visual porque es un vodcast. Se armó una escenografía donde las amigas se juntan a tomar té y cada una lleva objetos, flores y dulces. “Ha sido un proceso lento de construcción y muy bonito. Hemos sido meticulosas antes de lanzarnos. Ahora está repleto de podcast de duplas femeninas y queremos hacer algo distinto”, explica Piriz.
La revolución de las viejas se libera los lunes. Llevan recién dos programas emitidos a través de Podium Podcast Chile, también en YouTube y Spotify, y ya son tendencia. “Tenemos muchos k”, declaran Coca y Patricia, tentadas de la risa porque no saben bien qué significa. “Nos ha sorprendido porque además no manejamos ese mundo. Pero nos empiezan a dar cifras y nos miramos felices porque suena fantástico”, admite Guazzini. El primer episodio, “¿Enemigas de la IA?”, supera las 40 mil reproducciones. Las actrices cuentan que les costó decidirse y dar el paso a profesionalizarse como podcast.
Coca: Yo seguí a la Patricia, ella es la del arrojo, ¿viste?
Patricia: Yo soy más loca, sigo la intuición y salgo a vender cuestiones todo el tiempo. Algunas veces me va pésimo, pero esta vez picó. Me gusta producir a mí, soy buena en eso.
Comentan que algunos de los programas piloto los grabaron con guiones más estructurados y quedaban algo rígidos, por lo que optaron por dejar más espacio a la improvisación, “para que tenga la sensación real de conversación entre amigas”.
Patricia: Nos gustaría ser más serias, decir cosas más inteligentes, pero eso nos sale pésimo (ríe). Coca: Jajaja, claramente no es un podcast intelectual. Patricia: Pero es que yo tengo pretensiones pos Coca (risas).
- ¿Sienten que tienen algo de la Vicky y la Gaby, referentes inevitables del formato? Coca: Nos han dicho. Pero ellas, la Vicky (Gloria Münchmeyer) y la Gaby (Rebeca Ghigliotto) eran personajes y se decían pesadeces. Eran rudas entre ellas. Nosotras somos amigas. Por supuesto que nos vamos a decir bromas, pero de ahí a caer en peleas, no. Personalmente la choreza de quién dice más pesadeces o quién es más frontal, a mí no me interesa. ¿Para qué?
Patricia: Más bien queremos reírnos de los demás. Eso sí nos gusta. Aunque no somos tan peladoras tampoco.
Coca: Pero cuando pelamos, nos divertimos. Es que pucha que es rico pelar.
Pasan el dato, entre broma y en serio, que les gustaría conseguir auspiciadores que las inviten a viajar: hoteles, aerolíneas o spas.
Coca: Vamos a gozar y la gente va a gozar con nosotras.
Patricia: Hay que ver hasta dónde nos llega la cuerda y la creatividad. Pero hay hartas cosas que se pueden hacer: invitar amigos, crear personajes. Ideas tenemos.
Vuelven las Cleopatras con “El cuerpo como tiempo” Esta semana el colectivo femenino Cleopatras, pieza clave del under chileno en los años ‘80, volvió a reunirse con una performance en el Museo Nacional de Bellas Artes como parte de la programación de la 17ª Bienal de Artes Mediales de Santiago. En cuatro funciones, de 40 minutos cada una, las artistas Patricia Rivadeneira, Tahía Gómez, Cecilia Aguayo y Jacqueline Fresard, montaron una obra performática.
Patricia y Tahía posaron desnudas al centro de la sala, mientras varios artistas las retrataban, entre ellos Juana Gómez, Denise Lira Ratinoff, Claudia Peña, José Pedro Godoy e Iván Navarro. En uno de los muros pinturas clásicas de la colección del museo exhibían desnudos femeninos que dialogaban con la contemporaneidad de la sala.
Foto Jorge Sánchez
La extecladista de Los Prisioneros, Cecilia Aguayo, en conjunto con Francisca Bascuñán (Entrópica) estuvieron a cargo de la música y el ambiente sonoro. Tanto los textos como los movimientos invitaban a reflexionar sobre el paso del tiempo y el capital erótico que ocupan nuestros cuerpos en los distintos momentos de nuestras vidas. El regreso de Cleopatras es patrocinado por Fundación Inversión Cultural (FINC).
El martes 21 de octubre a las 18 horas, tendrá lugar un nuevo hito de Cleopatras en el GAM, parte del conversatorio “Susurrar en penumbra”, en conjunto con el artista Iván Navarro. Las artistas presentarán la segunda edición de su disco homónimo en formato vinilo, con una escucha que incluirá el lanzamiento del single Peonía Roja -compuesto por Jorge González, producido por Cecilia Aguayo y Entrópica- junto con el estreno del videoclip dirigido por Leo Medel, con Jacqueline Fresard a cargo de la dirección de arte.