Juan Antonio Coloma y Ricardo Lagos Weber: la dupla de senadores que deja el Parlamento
Uno lleva 30 años como parlamentario; el otro, más de 16. Uno es dirigente histórico de la derecha, el otro de la centroizquierda. A pesar de estar en veredas políticas opuestas, tienen algo en común: ambos dejarán el Parlamento en marzo próximo tras una larga e influyente carrera en la arena legislativa.
Por: Fernanda Paúl
Publicado: Sábado 23 de agosto de 2025 a las 07:00 hrs.

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El celular del senador Juan Antonio Coloma no deja de sonar. Llamadas y mensajes se acumulan en su buzón en un día frenético. Faltan pocas horas para que venza el plazo para inscribir las candidaturas presidenciales y parlamentarias ante el Servicio Electoral (Servel) y este dirigente de la UDI está haciendo las últimas tratativas.
“Son las horas más amargas. ¡Se me están bajando los candidatos!”, le dice medio en broma a su colega de la centroizquierda, Ricardo Lagos Weber, con quien se saluda amistosamente en la sede del Congreso en Santiago.
Lagos Weber, por su parte, también ha tenido un día ajetreado. Hace sólo unos minutos estaba en el comando de su candidata, Jeannette Jara, contestando preguntas como su vocero oficial.
Hoy, ambos senadores están en la primera línea del poder. Y llevan años en eso, a un ritmo de “160 kilómetros por hora”, según Coloma. Pero todo eso posiblemente cambiará a partir del 11 de marzo del 2026, día en que dejarán el Parlamento.
Ante la pregunta ¿qué es lo primero que van a hacer el 11 de marzo del 2026?, Coloma responde rápido: “Llamar a Lagos Weber”, dice riendo. Luego, Lagos Weber toma la posta. “Yo andaré a exceso de velocidad”, afirma, entre carcajadas. Pero lo cierto es que ninguno de los dos tiene una idea clara sobre su futuro.
- ¿Qué es lo que más van a echar de menos del Parlamento?
- Coloma: Yo nunca pensé en ser parlamentario. Eso es lo más dramático. Yo tenía otro tipo de aspiraciones en mi vida. Y entré (a los 32 años, en 1990) por estricto sentido del deber en un momento político muy difícil, donde la idea era subsistir. La verdad es que tampoco pensé que iba a ganar (...). ¿Qué voy a echar de menos? La capacidad de influir en la vida de las personas (...). Hay pocas cosas en el ámbito privado que pueden cambiar tanto la vida de la gente.
- ¿Y en el día a día?
- Coloma: Esta es una cosa que uno tiene metida todo el día en la cabeza. Yo hasta el día de hoy duermo con el celular prendido porque siento que de repente puede pasar algo en el Maule, o puede venir una crisis (...). No sé bien lo que es la sensación de apagar el celular porque van a haber otros que se van a hacer cargo. Va a ser otro ritmo de vida. En mi familia me van a aplaudir pero no sé cuánto va a durar (se ríe).
- Y usted senador Lagos Weber, ¿qué es lo que más va a echar de menos?
- Lagos Weber: Voy a echar de menos el contacto con el terreno, donde uno no va para que lo aplaudan sino a escuchar demandas. Y tú generas lazos y te das cuenta de que ahí hay algo (...) Para ser franco, si no hubiera límite a la reelección -por la que yo voté a favor porque creía que teníamos que hacerlo por las circunstancias que estábamos viviendo- yo hubiera seguido un par de años más. Me gusta influir en la legislación.
-En algún momento se habló de que usted podía ir como candidato a diputado. ¿Por qué lo desechó?
- Lagos Weber: Por dos razones. Una, el 10 de marzo voy a tener 64 años y creo que cumplí un ciclo como senador. Aunque me hubiese gustado seguir -si es que me elegían, por supuesto-, creo que es tiempo suficiente. Y esta imagen de saltar de una cámara a la otra, aunque haya una elección de por medio, no es algo que me acomodaba. Pero, sobre todo, porque creo que es posible hacer otras cosas. Creo que hay vida más allá del Senado y eso es algo que quiero explorar. No tengo idea qué voy a hacer y no hay un día en que no piense en qué voy a hacer. Yo salgo a andar en bicicleta en la mañana y siempre pienso: “¿qué voy a hacer?” Y no lo sé. Pero decidí que prefería tener esa duda, esa inquietud, a quedarme donde estoy.
- Senador Coloma, ¿usted sabe a qué se va a dedicar después?
- Coloma: Yo aprendí que en la vida hay que tener faros y no hay que tener tanto plan. ¿Faros? Será el ámbito público. Aunque como nunca pensé dedicarme a esto, también tengo otros intereses, me gusta el derecho, me gusta el campo....
- Lagos Weber: ¿Qué significa ‘me gusta el campo’? ¿Te ves administrando un campo?
- Coloma: Plantando, sembrando, criando... No sé, pero soy optimista. Ahora, esta va a ser una transición difícil. Uno ha vivido a 160 kilómetros por hora y ahora va a ser distinto. Eso va a ser un cambio.
-Lagos Weber: Eso es algo que yo no he logrado todavía procesar. Nosotros estamos en esta entrevista ahora porque tenemos cierta figuración pública; en la mañana tuve otras dos entrevistas, luego punto de prensa con Jeannette Jara como vocero oficial. Pero cuando deje de ser senador, eso va a desaparecer porque dejas de ser alguien que está en la toma de decisiones. Y cuando dejas de estar en la toma de decisiones, no tienes influencia, no tienes poder y eso hay que tenerlo muy asimilado. No hace falta pedir un psicólogo para esos efectos, hay que saberlo. Yo lo viví con amigos, lo he visto con mi viejo (el exPresidente Ricardo Lagos Escobar). Claramente no me van a llamar para pedirme una opinión directa.
- ¿Y qué les pasa con eso, con la idea de dejar el poder?
- Coloma: Para mí es el círculo de la vida, yo no me angustio.
- Lagos Weber: Ahora, esto tampoco significa que uno se aleje, en mi caso, del tema público. Tal vez pueda colaborar en ciertos procesos (...). En los últimos cinco o seis años me he metido mucho en los temas medioambientales, protección de océanos, y quizás ahí voy a tener un espacio y no me desentiendo del mundo público. Al contrario, te diría que me cuesta imaginarme trabajando privatizado al 100%. Aunque quizás me tenga que comer mis palabras...
- Ambos están trabajando activamente para candidaturas presidenciales. Ricardo Lagos Weber para Jeannette Jara y Juan Antonio Coloma para Evelyn Matthei. Si su candidata sale ganadora, ¿les gustaría ser parte de ese gobierno?
- Lagos Weber: Yo soy cauto en esto. La elección hay que ganarla y después veremos qué ocurre. No veo por qué me voy a negar a priori a participar, pero no estoy pidiendo nada…
- ¿Senador Coloma?
- Coloma: Para ser franco, no tengo ni uno de esos planes. Dejemos que las cosas vayan fluyendo. Le estoy poniendo alma, sí, para tratar de que la campaña sea exitosa. Pero faltan 90 días que en este escenario es una multitud de días.
- Si tuvieran que elegir un momento remarcable de su paso por el Congreso, ¿cuál sería?
- Lagos Weber: Cuando nos pusimos de acuerdo para superar la crisis del estallido social (en 2019) a partir de un proceso constituyente nuevo. Esa fue una crisis política de proporciones, un momento muy difícil para muchos en este edificio, incluido para Juan Antonio (Coloma). Hubo tensión y se necesitó mucha capacidad para entenderse. Yo lo reconozco: nunca pensé que la derecha iba a avanzar tanto en eso. Todos pusimos de nuestra parte, en particular aquellos que querían defender una Constitución. Fue un minuto muy importante de entendimiento, de capacidad de diálogo, que sigue teniendo un valor, aunque finalmente el proceso fracasó.
- Coloma: No fue un proceso que fracasó, era un momento político en que se estaba quemando Chile...
- Lagos Weber: Fracasó en el sentido de que se nos dio la oportunidad de cambiar la Constitución y el sector en el cual yo participaba, un sector más radicalizado, lo hizo fracasar. Se perdió la oportunidad de una hoja en blanco.
- Coloma: Pero mirando objetivamente, creo que eso generó una forma de canalizar una energía que era muy compleja en Chile y se canalizó democráticamente. El sentido común optó porque ese proceso hoy día no está en discusión. Entonces no lo identificaría con la palabra fracaso sino que fue una forma de canalizar energías que de otra manera podrían haber hecho colapsar la democracia.
- ¿Ese también es su momento más remarcable, senador Coloma?
- Coloma: No, mi momento es haber contribuido, como presidente del Senado, a una declaración unánime del Senado respecto a los 50 años del 11 de septiembre (de 1973). Fue algo muy valioso en un momento tan complejo para la democracia.
- ¿Y el momento más difícil?
- Coloma: Lo más dramático fue el estallido social desde todo punto de vista: institucional, político... El país estuvo a horas de un colapso total. Pero, legislativamente, cuando yo tuve la sensación de que nos estábamos yendo por un despeñadero, fue con el cambio de sistema electoral (fin del sistema binominal, año 2015). Y creo que, lamentablemente, tenía razón. Todo es opinable, por supuesto, pero yo advertí que iban a aflorar decenas de partidos y, lo más complejo, que todos los incentivos iban a estar en cómo uno se diferenciaba del otro más que en qué podíamos coincidir con el otro. Y eso se notó. Sentí que el país había dado un paso profundamente en falso y eso me quedó marcado.
-Senador Lagos Weber, usted aprobó esa reforma al sistema electoral. ¿Se arrepiente?
- Lagos Weber: No, porque aunque es cierto que (el sistema electoral anterior) te obligaba a los acuerdos, también dejaba fuera del sistema político chileno a sectores muy vastos que no se sentían interpretados por los dos sectores mayoritarios. Y creo que a poco andar eso habría hecho aguas. No era representativo. Otra cosa es que lo que tenemos hoy día que hay que modificarlo y el proyecto (de reforma al sistema electoral) que estamos discutiendo lleva mi firma.
- Coloma: Yo creo que ahí se jodió Chile.
- Lagos Weber: Pero mantener un sistema hasta el año 2005 con senadores designados... Ahí tenemos una diferencia. Para mí el momento más difícil fue todo el proceso legislativo que rodeó el estallido, ese clima de funas por redes sociales pero también físicas. Recordemos que se llamó a rodear el Senado en Santiago cuando estábamos llegando a un entendimiento. Lo que terminó de colmarme fue este tema del que no baila, no pasa. Eso era fascismo puro.Había un clima muy nefasto. Fue la primera vez que pensé: ¿para qué estoy en esta cuestión? Pero tenía que aguantar la mecha nomás. Yo recuerdo esa época como muy mala, sabía que me iba a levantar, iba a ir a legislar, e iba a tener un problema porque si votaba por lo que creía que era correcto, me sacaban la ñoña.
- Ustedes han sido protagonistas de un parlamento que en los últimos años ha sufrido una crisis de legitimidad con un aumento considerable de desaprobación ciudadana. ¿Qué responsabilidad asumen en esa crisis?
- Lagos Weber: Yo me tiro a la piscina. Creo que pasa la cuenta cuando cuesta tanto tiempo dar con ciertas propuestas. Los 12 años que tomó la reforma previsional, por ejemplo... Y súmale a eso imágenes que no son buenas, como los partes por exceso de velocidad, o a quienes los sorprendieron manejando en estado de intemperancia, parlamentarios jugando a la pelota en el hall (del Senado). Eso va tirando para abajo la actividad pública.
- Coloma: Yo coincido, pero creo que además hoy hay un ecosistema de Internet que te hace todo inmediato y todo emocional, y eso es casi inversamente proporcional a la valoración del raciocinio más de largo plazo.
- Lagos Weber: La cultura del delivery, el aquí y ahora, el “lo quiero ya”. Y eso aplica no sólo en el Parlamento, fíjate que en la segunda administración de la Presidenta Bachelet, su luna de miel no duró dos meses. Y con el segundo gobierno del Presidente Piñera y con el actual de Gabriel Boric, la luna de miel duró menos que un balón de gas chico. Hoy día te eligen, te ponen ahí, y te quitan el piso inmediatamente porque hay insatisfacción.
- ¿Alguna autocrítica?
- Lagos Weber: Creo que a veces, si bien uno empuja al entendimiento, no todo el tiempo se estuvo dispuesto a romper con los propios, con mi propia tribu, por así decirlo. A ratos uno tiene que romper con su propio sector para avanzar en algo.
- Coloma: Yo el tema de los plazos, de autofijarme plazos para resolver los temas.
- ¿Qué es lo que la opinión pública no ve de su labor como parlamentarios?
- Coloma: La humanidad; hay una tendencia a pensar que todo esto es una frialdad, del poder en sí mismo, y no se ve la profundidad de lo que es un acto de representatividad.
- Lagos Weber: Tengo el convencimiento de que hay una muy mala imagen de la política en general, y de los parlamentarios ni hablar, porque no se percibe el trabajo que se hace. Lo que prima son las peleas, las discusiones, las diferencias y tal vez algunas malas prácticas. Eso tiende a diluir un trabajo genuino, porque no todo es pasar máquina en el Senado. Lo otro es que a la opinión pública le cuesta digerir que uno puede tener una relación civilizada con parlamentarios de otras veredas políticas. Algunos te dicen: “oiga, el otro día fui al parlamento y vi que conversaba muy animadamente con Coloma. Ustedes conversan como amigos, son unos cínicos”. Y no somos cínicos, estamos trabajando, somos colegas, no es una guerra.
- ¿Ustedes se consideran amigos?
- Lagos Weber: Yo a Juan Antonio (Coloma) lo considero un amigo. No es una persona con la cual yo hablo todas las intimidades de mi vida pero es más que un colega en el Parlamento. Ahora, él es muy conservador, entonces yo cada vez que le mando besos por WhatsApp, me dice “no me pongas más besos” (se ríe). Creo que le he logrado robar dos besos en la mejilla pero a él le cuesta mucho. Mira, está colorado. ¡No lo resiste!
- Coloma: Tengo que borrar los besos... (se ríe). Amigos íntimos no, pero tenemos una amistad y confianza. Yo sé que cuando me habla de un proyecto, está tratando de buscar una solución. Así que no tengo problemas (con Lagos Weber), más allá de los besos (...). Aunque a veces hemos peleado severamente...
- Lagos Weber: Sí, yo le tengo guardadas algunas. Porque él es el rey que defiende la constitucionalidad de todo. Pero como presidente del Senado dijo que algunas cosas eran admisibles pero eran admisiblemente inconstitucionales.
- Si tuvieran que elegir una cosa, ¿qué le corregirían al Parlamento?
- Coloma: El sistema electoral.
- Lagos Weber: Yo no sé si el sistema electoral como tal pero sí parte de las reformas que se están aprobando, que tienen que ver con el sistema electoral. Yo sé que esto es polémico pero me movería hacia un sistema más de lista en donde se fortalece el rol de los partidos, que tiene sus bemoles también, pero entre lo que tenemos hoy día y eso... A mí me eligieron porque adscribo a cierto domicilio político y uno puede ser más o menos simpático, puede bailar bien o mal la cueca, puede ser hijo de su papá o no, pero yo pertenezco a un sector y me muevo dentro de ese sector. Entonces, aquellos que se salen de la línea permanentemente o que hacen carrera a partir de ir saltando, que lo hagan solos, no a costa de los partidos.
- Coloma: Comparto plenamente. Tenemos que buscar mayor estabilidad, que es lo que se está echando de menos.
- Lagos Weber: Jaime Celedón (actor) tenía una frase muy famosa que decía: “la frase más estúpida que he escuchado en Chile es que esto jamás pasaría en Chile”.
- Coloma: ¡Y todo pasa!
- ¿Qué es lo que más ha cambiado en este edificio durante todos estos años?
- Lagos Weber: El control sobre el rol de los parlamentarios, el uso de los recursos públicos, la institucionalización de los asesores, la declaración de patrimonio e intereses. Hoy día, más allá de que todavía siguen habiendo descriterios y problemas, los parlamentarios se cuidan un poco más.
- Coloma: Antes era distinto. Hoy día uno pasa a ser casi sospechoso en vez de constructor de entendimientos del país. Otro cambio importante es que antiguamente interesaban temas más constructivos. Entonces yo tenía, por ejemplo, el tema agrícola y llamaba a puntos de prensa y se discutía al respecto. Ahora, si yo hiciera un punto de prensa sobre un tema agrícola, me dirían: “¿podemos cambiarlo de tema? ¿Qué opina usted de tal o cual escándalo?”
- Senador Lagos Weber, le doy el pase para que le haga una pregunta al senador Coloma, una que siempre haya querido hacerle.
- Lagos Weber: Coloma tiene una muletilla. Cuando hay un cambio que a él le gusta, es un gran cambio, algo necesario. Pero cuando no le gusta, dice “esto es copernicano”. Y lo que más le revienta es cuando ese cambio viene respaldado por un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). ¿Qué te pasa con la OCDE? ¿Te rechazaron algún día? ¿No te invitaron a un seminario? ¿No te dejaron entrar? (se ríe)
- Coloma: No me gustan los organismos que responden a la pregunta según cómo se hace (...). Es como a pedido de la forma de hacer la pregunta. Entonces yo lo que digo es: no creamos que (la OCDE) es el Corán. Lagos Weber considera que la OCDE es el número uno, que después está Dios y yo no creo eso. Son seres humanos que son bien políticos.
- Y usted senador Coloma, ¿que le quiere preguntar al senador Lagos Weber?
- Coloma: ¿Estás arrepentido de haber votado a favor de los retiros (de pensiones)?
- Lagos Weber: Es fácil decir que estoy arrepentido ahora porque ya voté a favor de los retiros. Pero mirado para atrás, no fue bueno votar por los retiros. De hecho, mi intuición clara fue no autorizar los retiros y por eso puse ese impuesto para los ingresos más altos. Y me fue como el ajo, efectivamente. Pero también son momentos históricos. Yo no alcancé a votar por el segundo retiro, no sé qué pasó, pero fue presentado por el Presidente Piñera.
- En una frase: lo mejor y lo peor de su vida como parlamentario.
- Lagos Weber: ¿Lo peor? Si tienes cierta figuración, pierdes independencia, anonimato. Y eso siempre tiene un costo. No es dramático, nadie me obligó tampoco, pero tiene un costo. Y ¿lo mejor? La capacidad de influir. Al final del día, para eso es la política: para influir.
- Coloma: Influir en lo que tú crees que le hace bien a Chile. Eso es un gran privilegio. ¿Y lo más complicado? El tiempo y la familia. Me habría encantado tener mucho más tiempo para mi familia.
- ¿Cuál es la crítica que menos soportan?
- Lagos Weber: Hay un mito que anda dando vueltas: que uno tiene una jubilación. Yo tengo AFP como todos los chilenos. Y otro mito, que ya tiene que ver con mi familia, es que mi mamá es dueña de la mitad del Transantiago. No tengo nada que decir; todo al voleo.
- Coloma: A mí la caricatura. Eso de que “ustedes no hacen nada”. Todavía uno tiene su corazoncito y duele.
- ¿Se van con alguna tarea pendiente?
- Coloma: Hartas.
- Lagos Weber: A mí sí me duele algo y es una política que yo creo que no la van a hacer nunca: el tren de Valparaíso a Santiago.
- Coloma: Para mí que Chile no entienda la necesidad de desarrollar su vocación agrícola, eso me angustia. Esto ha sido con todos los gobiernos, de un lado y de otro, que no ven la necesidad de avanzar en eso. Y como son temas de largo plazo, es cada vez más difícil porque todo el mundo quiere las cosas aquí y ahora. Así que vamos a tener que seguir intentándolo a través de cartas al director.
- La política, ¿es sin llorar?
- Lagos Weber: Yo entiendo el sentido de la expresión de Andrés (Allamand), pero tú perfectamente puedes tener penas, emociones. Otra cosa es cuando te derrotan, no puedes andar llorando si no obtuviste los votos. Pero por lo menos yo me siento un ser humano, no sé si completo, pero trato de ser equilibrado y a veces tú te quiebras y a veces tienes penas, tienes frustraciones.
- Coloma: En la política sí caen lágrimas. Hay resultados electorales que se asumen, pero de que caen lágrimas, caen lágrimas.

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