Carta abierta de los presidenciables a los chilenos: ¿Por qué votar por mi?
Los candidatos de mayor apoyo en las encuestas aceptaron la invitación de Diario Financiero. Esto fue lo que dijeron.
- T+
- T-
Los seis candidatos a La Moneda con mayor votación en las encuestas de opinión pública del país aceptaron la invitación de Diario Financiero para escribir a los chilenos sobre las razones que deben tener presente a la hora de expresar su voto en las elecciones del próximo 19 de noviembre.
Desde diferentes esquinas, los puntos de comunión no son pocos y, en lo económico, todos adhieren a la importancia de impulsar el crecimiento de la economía nacional en pos de asegurar mejores empleos y, como consecuencia, el bienestar de la sociedad. Ahora, su turno será elegir.
"Para no dejar que Chile siga por un camino equivocado
Durante los últimos 24 años, Chile fue un país pujante gracias al esfuerzo de muchos. Logró recuperar la democracia en forma ejemplar, fortaleció sus instituciones y alcanzó un progreso económico que nos permitió aumentar exponencialmente nuestro ingreso per cápita. Con ello, logramos conquistar grandes avances en materia social, reduciendo significativamente la pobreza y transformándonos en un país de clase media que mejoró, en forma muy significativa, su calidad de vida.
En los cuatro años que tuve el privilegio de ejercer la presidencia, pudimos profundizar ese avance, generando mejores condiciones para millones de familias en todas las regiones. Tenemos un gran país. Sin embargo, a causa de un gobierno de la Nueva Mayoría que nos ha conducido por un mal camino, hemos perdido fuerza y la economía y la creación de empleos se frenaron, perjudicando el progreso y el desarrollo, sobre todo para los más vulnerables y la clase media.
Más aún, hemos visto a nuestro país sumergido en un clima de estancamiento y frustración, producto de un diagnóstico ideológico equivocado, que optó por pasar la retroexcavadora a lo que tanto esfuerzo habíamos construido. El principal símbolo ha sido la reforma laboral, educacional, y tributaria que han afectado negativamente nuestra capacidad de crecer, de crear empleos y de mejorar los salarios.
¿Qué está en juego en esta elección presidencial?
El próximo domingo 19 de noviembre los chilenos tendrán que optar entre dos opciones: mantener el camino equivocado de la Nueva Mayoría o sumarse a un gran cambio positivo que permita ponernos de pie, recuperar la confianza y el camino del progreso y el desarrollo. Pero desarrollo es mucho más que crecimiento económico. Nuestra propuesta es impulsar un desarrollo integral, cuya principal misión será mejorar la calidad de vida de las familias chilenas.
Todo el país ha visto que mientras nuestra candidatura presenta soluciones a los problemas prioritarios de las personas (salud, educación, pensiones, empleos y salarios, seguridad), el resto de los candidatos se preocupa más de generar un ambiente de crispación y amargura, aprovechando la ventaja que tenemos en todas las encuestas para criticarnos. Nosotros no caeremos en ese juego y seguiremos recorriendo el país para compartir nuestro mensaje de cambio positivo.
En definitiva, no volvemos por el pasado, ni por la historia o la nostalgia. Volvemos por algo que es urgente. Volvemos por la obligación moral de no dejar que Chile siga por un camino equivocado y después tengamos que lamentarnos sin remedio. Privilegiaremos el diálogo, los acuerdos y la amistad cívica, siguiendo el ejemplo del presidente Aylwin a principios de los noventa en la recuperación de la democracia.
Los invito a compartir esta misión de hacer de Chile un país desarrollado, sin pobreza, y con oportunidades y seguridad para todos, al 2025 y que hagamos realidad -dejando de lado la política pequeña y las diferencias del pasado- y nos unamos en este proyecto, quizás el más importante que nos pueda unir: un mejor país para legárselo a nuestros hijos y nietos.
Sebastián Piñera Candidato presidencial Chile Vamos.
"Quiero liderar y dar gobernabilidad a Chile"
No basta seguir haciendo lo mismo. Chile debe y puede dar un gran salto a una economía del conocimiento, a una economía creativa, de manera de asegurar empleo decente y protección social. Porque Chile es un país que está en condiciones de ofrecer garantías mínimas, es decir, ofrecer educación de calidad a todos sus niños y jóvenes como ocurre en países modernos y también puede avanzar hacia una canasta básica de prestaciones en salud y medicamentos, al menos para las principales enfermedades. Quiero liderar y dar gobernabilidad a Chile para alcanzar un mayor crecimiento, para asegurar más y mejores empleos y dar protección social aquellos que han quedado más rezagados.
Quiero ser Presidente porque tengo la convicción de que sólo nosotros podemos ofrecer cambios profundos que garanticen derechos, pero en paz, asegurando que las decisiones que se tomen se hagan escuchando a todos los sectores, tengo vocación de demócrata y sé que para construir un país más justo requerimos que todos se sientan parte de esa construcción.
Quiero ser presidente porque tengo la fuerza para llevar a Chile a liderar la región en crecimiento y desarrollo sustentable. Chile será el país en el que se viva mejor en la región y mi compromiso es trabajar sin pausa para que así sea.
Quiero ser Presidente porque estoy seguro de que Chile no será desarrollado si no es descentralizado, necesitamos la fuerza, la capacidad, la inteligencia, el conocimiento y la experiencia de los chilenos. Este país lo hacemos entre todos.
Quiero ser Presidente porque quiero acabar con la discriminación injusta hacia las mujeres en el ámbito laboral, a igual trabajo igual sueldo y en salud sin abusos.
Quiero ser Presidente porque tengo la voluntad de avanzar firmemente en generar nuevos motores de crecimiento para alcanzar el desarrollo, terminar con el modelo extractivista, dejar de depender de unos cuantos recursos naturales y aportar recursos frescos y establecer nuevas alianzas para potenciar la innovación, la ciencia y la tecnología.
Estoy convencido de que debemos generar las condiciones para facilitar la creación, el acceso al crédito y el perfeccionamiento de los trabajadores, técnicos y profesionales de las pequeñas y medianas empresas. Ellas son el corazón de mi propuesta de desarrollo y por eso también vamos a fortalecer la economía naranja de industrias creativas y el emprendimiento de jóvenes talentosos.
Quiero ser Presidente porque me preocupa la tranquilidad y la seguridad de los chilenos. Hoy la Justicia tiene que tener mejores herramientas y más capacidades para investigar los robos y asaltos que afectan a las familias, por eso que dentro de mis primeras prioridades estará aumentar el número de fiscales. Resguardaremos también a nuestras policías. Ellas hacen un trabajo abnegado y riesgoso que tiene que ser reconocido socialmente. No estoy por acabar con sus garantías sociales.
Amo a Chile y quiero la felicidad de su gente, sé que es posible construir un país más humano, tolerante, inclusivo y solidario, articulado en torno al diálogo y el respeto mutuo, del cual todos nos sintamos parte, por eso quiero ser presidente
Alejandro Guillier Candidato presidencial del pacto Fuerza de la Mayoría.
"Queremos llegar al poder para repartir poder"
¿Quién hubiera pensado en enero que la elección sería así de incierta? En menos de nueve meses, el Frente Amplio se ha ido consolidando como una nueva fuerza política que viene a empujar transformaciones profundas que abran una nueva etapa en nuestro país. A menos de un mes de la elección hay mucho por jugar y por decidir.
He recorrido Chile y he visto que la gente desconfía. Y lo hace porque las decisiones que los afectan en el día a día, se toman en cocinas y en reuniones privadas, sin tomar en cuenta su opinión. Ellos sienten que no tienen poder para cambiar las cosas, que no importan. Esto es particularmente fuerte en las regiones donde, en los hechos, hay una ciudadanía de segunda clase.
En este proceso decidimos hacer, desde la base, un programa entre muchos y muchas. Uno donde la inteligencia colectiva dibujara el país que queremos y sabemos que podemos transformar. Es un proceso inédito, en el que participaron más de 16 mil personas, y ese será el sello de mi gobierno: queremos llegar al poder para repartir poder, queremos un país donde la plata no sea el único camino a la seguridad, construiremos una verdadera seguridad social terminando el negocio de las AFP para que las pensiones sean un derecho y no un privilegio.
El camino que decidí emprender no era un camino fácil y lo hemos recorrido como me gusta hacer las cosas, dialogando, conversando, cediendo poder. En Chile, no estamos acostumbrados a eso, estamos acostumbrados a que pocos manden y a que muchos obedezcan. No es el Chile que quiero heredar a mis hijos y a mis nietos y a todas las niñas y niños de Chile de hoy y del futuro. Quiero un Chile distinto, un Chile que dé seguridad en todas las etapas de la vida y donde la comunidad sea tan importante como el camino individual. Quiero que los adultos mayores tengan pensiones dignas porque no es posible que tras miles de ciudadanas y ciudadanos marchando en las calles, se les responda que "no se puede".
Quiero que construyamos una salud donde la plata no determine si alguien vive o muere, si alguien espera y otros son atendidos y quiero una educación que entregue las herramientas para enfrentar los cambios y desafíos del mundo globalizado donde todas y todos podamos vivir juntos valorando nuestras diferencias y potenciando nuestras capacidades. Quiero mejores trabajos, barrios seguros y más vida familiar y quiero que no hipotequemos las riquezas de todos para el provecho de unos pocos.
Nos van decir que no se puede y eso no es verdad. Se puede, pero requiere convicción y coraje para cambiar las recetas de cómo lo hemos hecho en el pasado, necesitamos capacidad de diálogo y articulación pero sobre todos necesitamos el poder de muchos, de los que se han movilizado y de los que están desencantados, de los que creyeron y se desilusionaron y de los miles que quieren, igual que yo, un gobierno distinto y una nueva forma de construir país, más justo, más humano, más feliz.
Beatriz Sánchez Frente Amplio
Drago versus Marco: "Con reglas claras, es posible avanzar"
Recibimos con agrado, no con sorpresa, los últimos resultados de la encuesta CEP, en los que estamos técnicamente en el tercer lugar, con un aumento de 80% frente al mes anterior. Y digo no con sorpresa porque como ningún político he recorrido cada rincón de Chile y he sentido que las verdaderas encuestas están en las calles y no en los exministros de Piñera. En esas, somos de lejos el verdadero instrumento de cambio.
Por eso, mi responsabilidad como Presidente es con los empresarios, pero también con la clase media y los más pobres. Gobernaré para todos y con todos. Con todos quienes sueñen, luchen y crean en un Chile más justo, más grande y más solidario. Un país en el que la cuna no determine el futuro, donde envejecer no sea sinónimo de empobrecerse, donde estudiar sea un derecho y no un privilegio. Quiero ser el presidente de los más pobres, de los jóvenes, de las pymes y de todo Chile. Quiero un país que retoma las sendas del crecimiento económico sustentable, con desarrollo para todos, desde la planificación y no desde la especulación. Y sé que no puedo hacerlo solo. Soy un hombre de centroizquierda, pero no me pierdo. Creo firmemente en el mercado y la competencia, acompañado de un Estado fuerte. Creo en la inversión privada y necesito a los empresarios.
El gran desafío es aumentar la inversión en ciencia y tecnología, avanzar en la inversión privada, mejorar la competitividad, fortalecer el aparato productivo de Chile, pero sobre todo avanzar en la eficiencia. Y la eficiencia no pasa únicamente por superar la severa crisis de confianza en la institucionalidad de Chile o por un tamaño menor o mayor del Estado, sino también por el compromiso de los empresarios.
He aprendido y me he preparado. Conocimos ya con Piñera cuatro años de incertezas y estrés social. Es por esto que propongo un camino distinto, uno en el que no haya letra chica ni sorpresas. Asumo mi compromiso de recuperar la confianza del gremio empresarial en el Estado chileno, en el marco de un pacto de corresponsabilidad. Pero avanzar en eficiencia supone también un proceso de autocrítica del gremio y que el gran empresariado asuma compromisos. ¿Es eficiente entonces el traspaso de un paciente a una clínica privada donde una cama cuesta seis veces más que en un hospital público? ¿Es eficiente avanzar en educación superior gratuita sin cumplir con la educación básica primero? ¿Es eficiente que el gran empresariado contrate a los ministros reguladores inmediatamente después de dejar sus cargos? Esto genera desconfianza. Ustedes son corresponsables.
Creo también en la urgencia de garantizarle certeza jurídica al empresariado y en la necesidad de mejorar la capacidad para atraer inversión extranjera, y con ello, devolverle el dinamismo a nuestra economía. Tengo la firme convicción de que, con reglas claras, es posible avanzar hacia una sociedad de más derechos, en coexistencia con el mercado.
Marco Enríquez Ominami Candidato del PRO.
"Se necesita retomar la ética del trabajo"
Nuestro país se encuentra en un estado de crispación. Los extremos de derecha e izquierda se potencian y nos arrastran a debates carentes de contenido, a ataques personales, a descalificaciones. Mientras eso ocurre, la gente honesta y trabajadora se esfuerza por sacar adelante a sus familias y desconfía cada día más de nosotros los políticos, de los empresarios, de la policía, del vecino.
Los casos de colusión de las farmacias, pollos, papel higiénico, financiamiento ilegal de la política, desfalco en Carabineros y el reciente caso de infiltración de un municipio por el narcotráfico, entre los casos más conocidos, han instalado un clima de desconfianza muy profundo que es necesario revertir.
En mi recorrido por las regiones de Chile he podido conversar con muchas personas que, de norte a sur, me cuentan los mismos problemas. Que no hay médicos especialistas, que las pensiones no alcanzan, que hay barrios controlados por los narcotraficantes, y que la inmigración no está controlada, entre sus principales preocupaciones.
El problema es que se han normalizado cosas que no lo son. Se han terminado de aceptar con resignación, situaciones que muchas veces comprometen la dignidad de las personas, su salud e, incluso, su vida. Y cuando estas cosas se vuelven habituales, entonces tenemos un problema cuya solución pasa porque lleguemos a ciertos acuerdos.
En el mundo de la centroizquierda compartimos el diagnóstico de que el principal desafío del país es derrotar la desigualdad. Se trata de un tema ético que debemos abordar no solo porque es injusto y atenta contra la gran mayoría, sino porque no alcanzaremos el desarrollo si antes no nos hacemos cargo de este problema. Nuestra candidatura tiene entre sus prioridades el crecimiento económico. Chile necesita volver a crecer a los niveles en que lo hicimos durante los mejores años de la Concertación y así contar con los recursos que nos permitan desarrollar todas nuestras propuestas sociales. Pero ese crecimiento no puede ser solo para unos pocos, porque eso genera frustración, rabia y lesiona gravemente la cohesión social.
Para conducir el país con el que sueño se necesita retomar la ética del trabajo, del esfuerzo, de hacer las cosas bien. Eso requiere un estado moderno, eficiente, y que entregue garantías de reglas claras, equitativas y estables en el tiempo. De parte del mundo privado, se necesita un compromiso decidido con las buenas prácticas. Si ambos elementos se conjugan, no me cabe duda que estaremos dando un paso decisivo en nuestro camino al desarrollo.
Yo me atrevo a encabezar un nuevo ciclo político en nuestro país, donde las personas estén al centro, donde cada hijo tenga las mismas posibilidades de desarrollarse. Quiero un Chile pujante, que asuma los desafíos que la tecnología nos plantea, que sea plataforma de salida al Asia pacífico de todo el continente, que lidere el uso de la energía solar en el norte, que sea potencia agroalimentaria, que genere conocimientos e innovación. Tenemos una gran oportunidad y tenemos que aprovecharla. ¡Yo me atrevo, atrévete tú también! "Se necesita retomar la ética del trabajo" "Hablando con la verdad podemos convocar a millones"
Carolina Goic Candidata presidencial de la Democracia Cristiana.
"Hablando con la verdad podemos convocar a millones"
Estimados amigos: La izquierda ha jugado por años con los sueños y expectativas de millones de chilenos, nuestro país ha perdido la confianza en sus instituciones y la credibilidad de las personas con la política, arrastrándonos a todos en un espiral de desilusión y pesimismo que, inevitablemente le pone un freno al desarrollo de nuestro país.
La delincuencia y el narcotráfico, no son solo un problema, sino que una epidemia. La gente vive encerrada en sus casas, camina con miedo por las calles frente a verdaderos micro dictadores que dominan nuestras poblaciones y que hoy, incluso, se ven ligados al poder político.
Los consultorios están sobrepasados, las personas esperan meses por una atención de especialistas y las camas hospitalarias escasean. En las calles, ya no hay autoridad que detenga las marchas violentas y el festín que hacen los encapuchados. Se queman buses del Transantiago por anarquistas y no hay ningún sólo responsable por esas alteraciones del orden público. En la Araucanía, no existe Estado de Derecho y la quema de fundos son verdaderos actos de terrorismo.
Este 19 de noviembre, Chile se juega algo muy importante: hacer historia, y dejar de una vez por todas a la izquierda fuera de la papeleta electoral para la segunda vuelta. Es un desafío difícil, pero no imposible. Se trata de la reconstrucción política, institucional y moral del país. La reconstrucción de las confianzas y del sueño de un país desarrollado, del cual nos hemos alejado violentamente.
No debemos tener miedo a identificarnos con nuestros principios y valores, no nos "acomplejemos" buscando caerle bien a todo el mundo, ni pretender administrar el triste legado que nos entrega la Nueva Mayoría. El gran error de la derecha, en el último tiempo, ha sido el renunciar a sus principios y acomodar sus valores para ganarse la simpatía de determinados sectores. Estamos convencidos que, hablando con la verdad, sin complejos ni acomodaciones, podemos convocar a millones de chilenos que pueden no estar de acuerdo en todas las medidas que proponemos, pero que se identifican con la verdad, que quieren Volver a Creer y que esperan que un Gobierno actúe sin complejos.
El 19 de noviembre no se elige Presidente, sino que quien acompañará a Sebastián Piñera en la papeleta electoral del balotaje. Muchos me hablan de que es imposible que yo pase, pues déjenme decirles que yo no creo en imposibles: dijeron que no iba a juntar las firmas para ser candidato, entregué 47 mil al Servel y hoy estoy en la papeleta; ninguna encuesta me nombraba hace dos meses y hoy, según las mismas mediciones, ya pasé a Carolina Goic, voy acercándome a Beatriz Sánchez, y en 20 días más superaré a Guillier.
Para quienes hablamos con la verdad y miramos a los chilenos a los ojos, nada es imposible. Con tu ayuda, tu compromiso y tu voto, este 19 de noviembre dejaremos a la izquierda fuera de la segunda vuelta. Para volver a creer, un saludo afectuoso
José A. Kast Independiente