Un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) concluyó que el crimen y la violencia le cuesta a los países de América Latina y el Caribe una suma estimada de US$ 261.000 millones, lo que representa el 3,55% del PIB del área.
El reporte plantea preocupación por el escenario, recalcando que los niveles de delitos alcanzan márgenes que podrían “acercarse a una crisis”. De hecho, el informe detalla que parte del mundo posee “el 9% de la población total, pero registra un tercio de las víctimas de homicidios a nivel global. Es la región más violenta del planeta, fuera de las zonas de guerra”.
El análisis, a la vez, explicita que de seis de cada diez robos cometidos con violencia, el 90% son asesinatos que no quedan resueltos.
Las estimaciones consideran tres aspectos para calcular los gastos: los costos sociales que incluyen la victimización letal y no letal y los ingresos cesantes de la población carcelaria, que equivalen a un 0,64% del PIB de la región; los gastos del sector privado en seguridad (hogares y negocios), corresponden al 1,37% del Producto; y los gastos fiscales, que comprenden las actividades de policías y mantenimiento de cárceles, las que comprenden el 1,51% del PIB.
América Latina y el Caribe, en comparación a otros países desarrollados, muestra gastos superiores en términos de crimen y violencia. Alemania, según las mismas consideraciones en las estimaciones antes mencionadas, gasta el 1,34% de su PIB en esta materia, mientras que países como Canadá, Australia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, dedican el 1,39%, el 1,76%, el 1,87%, 2,55% y el 2,75% de su Producto en esta materia, respectivamente (ver gráfico).
Situación carcelaria
El estudio del BID, también destaca los elevados costos que conllevan las altas tasas de encarcelación en la región, que para el periodo 2010-2014, años en que se realizó este estudio, América Latina y el Caribe destinaron US$6.500 millones anualmente a la construcción y mantención de prisiones.
Mientras que el escenario de las personas encarceladas suma ingresos cesantes por US$ 7.300 millones al año.
El tema es más precupante en Centroamérica, donde esta zona del continente dedica más del 1% de su PIB en materia de costos sociales asociados al crimen y el gasto más alto producto de homicidios cometidos, reflejados en un 0,7% de su PIB.
El Cono Sur es la subregión con los costos más bajos en temas de crímenes. Sin embargo, la zona del Caribe, a pesar de presentar un amplio margen en gastos por temas de prisión y homicidios es el territorio con un menor costo asociado a crímenes no letales.
Para chile las cifras no son tan malas
En el marco de los datos publicados por el Banco Interamericano de Desarrollo, Chile se destaca en las distintas áreas del informe al presentarse con tasas bajas de violencia y costos asociados a estos crímenes.
En la tasa de homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes, Chile está en el último lugar de los 17 países que componen la región, con cuatro homicidios cada cien mil, ante el promedio de América Latina y el Caribe que registra 24.
Mientras que el costo debido a esta materia, alcanza el 0,05% del PIB, nuevamente el menor de la zona.
A la vez nuestro país se encuentra en los tres últimos lugares por costos de victimización con un 0,04% de su Producto, solamente superado por Barbados y Trinidad y Tobago que incurren en un 0,02% de sus PIB respectivos.
Nuevamente Chile queda mejor parado en el área de costos sociales debido a crímenes, que al país le significan el gasto del 0,28% de su PIB, seguido en la lista por Argentina y Barbados, que desembolsan el 0,30%.
Sin embargo en una separación por género en los homicidios registrados, en su mayoría los hombres son víctimas de estos hechos en la región, no obstante la proporción de femicidios en Chile llega al 19%, superando a países como Perú, cuya relación es del 16% y mucho menores en Honduras y Salvador, donde asciende al 8% y al 11%, respectivamente.
