Piñera y el reto de crecer más: “Se requiere entrar a picar y de reformas muy profundas”

Dos desafíos identificó ayer el candidato de Chile Vamos, Sebastán Piñera, de cara a un eventual segundo mandato: un crecimiento potencial que definió como “extraordinariamente bajo” y un sistema de evaluación ambiental que se ha traducido en una demora de inversiones.

Sobre el primer punto, el expresidente aclaró que no se trata de generar una mayor expansión de la economía con el aumento del gasto fiscal. El reto, destacó en un seminario organizado por Pulso, “requiere entrar a picar y de reformas muy profundas”, por lo que proyectó que durante su administración será indispensable llegar a “acuerdos” para transformar aquellos proyectos en ley.

Ante esta exigencia, el abanderado de oposición expresó su confianza en que ambas cámaras tendrán una mejor representación de la centroderecha en comparación a su primer gobierno.

Piñera advirtió que Chile necesita recuperar la capacidad de crecer y no transformarse en un “país que se queda vegetando”.

Desde su óptica, “si seguimos creciendo al 1,7%, la meta de ser un país desarrollado se postergó -dijo mirando a algunos de los presentes en el evento- quizás para sus nietos”.

Como en otras ocasiones, el candidato criticó a la administración de la presidenta Bachelet: “A los gobiernos no se les mide por la cantidad de malas reformas que hacen, se les mide por el aporte que hicieron a mejorar la calidad de vida de las personas”.

Al referirse a los procesos de evaluación ambiental que deben enfrentar distintos proyectos nacionales, sostuvo que “hay algunos que con tal de salvar una mosca, están dispuestos a empobrecer el planeta; y hay otros que, con tal de ganar un peso, están dispuestos a destruirlo”.

Piñera destacó que el país requiere “un shock de inversión”, en circunstancias que actualmente existen múltiples “proyectos que ya aprobaron el sistema de evaluación ambiental y que siguen entrampados en distintas etapas de la burocracia”.

Otros, agregó, “llevan años en ese proceso de evaluación de impacto ambiental que se ha transformado en una verdadera trampa kafkiana”.

En este marco, Piñera concluyó que será un gran desafío para su administración cambiar este sistema, ya que “hay muchos prejuicios y hay muchos intereses”.

¿Hacia una derecha más moderna?

A la hora de las consultas, el exmandatario enfrentó el cuestionamiento que se ha hecho a su primera administración en términos de la falta de profesionales más allá del mundo de las leyes y la economía.

“En cierta forma es una crítica de que debemos tener una visión más amplia y ser más tolerantes con la diversidad”, indicó el aspirante a La Moneda de Chile Vamos. Añadió que “a veces la derecha tiende a escoger callejones estrechos, y eso es lo que queremos cambiar”.

En seguida, se refirió al reto de lograr construir una “derecha más moderna” en caso de volver a gobernar.

El exjefe de Estado recogió la pregunta y apuntó que “el pensamiento de la derecha moderna es uno que tiene compromisos con ciertos valores fundamentales”, los que corresponderían a la libertad, el respeto por las diferencias, la justicia, la solidaridad y la igualdad de oportunidades.

El desafío de mejorar las relaciones entre empresarios y ciudadanos

"Una brecha entre la expectativa del ciudadano y lo que la empresa entrega". Ese definió el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, como uno de los desafíos que encara el gremio que lidera de cara al próximo año.

En su opinión, el "hermetismo" es una de las grandes fuentes de la desconfianza que existe hacia los empresarios, más allá "de las acciones mismas".

En este marco, valoró la iniciativa en redes sociales de Andrónico Luksic, quien -destacó- "se manifestó disponible para tener un diálogo transversal con una audiencia muy amplia".

A su turno, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfredo Moreno, vio con buenos ojos "cambios en las firmas", tras los distintos casos de colusión. El dirigente recordó que el caso de las nevazones de este año dejó como lección que para "tener un buen sistema" hay que "empatizar" y "estar del lado de ellos (los ciudadanos) de forma permanente".