Economía y Política

Carlos Larraín: “Yo no he sido un factor de desunión en la Alianza como dicen por ahí”

Frente a las críticas sobre una falta de conducción política en La Moneda, el senador sostiene que “hasta los niños necesitan de la autoridad”.

Por: | Publicado: Lunes 11 de abril de 2011 a las 05:00 hrs.
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Claudia Betancourt M.



Se le considera una figura determinante en la nueva etapa que estableció el gobierno con los partidos de la coalición, tras el episodio que protagonizó la ex intendenta del Biobío, Jacqueline van Rysselberghe.

El timonel de Renovación Nacional (RN), y desde hace unos meses, senador Carlos Larraín, demostró -según muchos- un gran empoderamiento al enfrentar este caso. No obstante, su actitud le valió el apodo de “díscolo”.

De hecho, adquirió un inusitado protagonismo durante el duro intercambio verbal entre los partidos oficialistas por este caso, lo que alcanzó consecuencias, no del todo claras, en la actual administración. Larraín criticó -en la misma Moneda- a las autoridades de gobierno y respondió en duros términos a cada una de los dardos lanzados por sus socios de la UDI.

En su calidad de presidente de RN, no asistió al último comité político previo a la renuncia de Van Rysselberghe ni a la conmemoración del 20° aniversario de la muerte de Jaime Guzmán.

Una vez finalizado el capítulo Van Rysselberghe, el jefe de Estado convocó en su casa a las máximas autoridades del oficialismo para comenzar con la llamada “institucionalización de la Alianza”.

- ¿Qué le importa más, RN o el gobierno?
- Me importan las dos cosas, creo que el gobierno necesita de los partidos y yo no he sido, como dicen por ahí, una caricatura interesada o un factor de desunión de la Alianza. Aquí el conflicto fue planteado por quienes sustentaban a la señora intendenta Jacqueline van Rysselbergue contra viento y marea. El que pretenda decir que el problema lo causó Renovación Nacional, está más perdido que el Teniente Bello (...) Es como echarle la culpa a los bomberos de un incendio que ocurre a 10 kilómetros de distancia.

- ¿Se siente el “Altamirano” del gobierno?
- No para nada. Me guardo esa comparación. Yo soy partidario de las intituciones, refuerzo de la autoridad presidencial, respeto la ley y la Constitución de la República donde dice que los intendentes y gobernadores dependen del Ejecutivo, no de los partidos políticos.

- Hay quienes plantearon, en medio de la crisis del Biobío, que Renovación Nacional parecía más un partido de oposición que de gobierno...

- Los que dicen eso, es una tontera no más. Están equivocados.

- Ya más en calma, ¿cuáles son las cuentas pendientes con sus socios de la UDI?
- Yo tengo una cuenta pendiente, que es la unidad de la Alianza. Se tiene que concretar esto ¿ y cómo? en el apoyo irrestricto al trabajo y a la autoridad de gobierno. Esa es mi cuenta pendiente. Y no podemos seguir pretendiendo que el gobierno sea funcional sólo a uno de los dos partidos de la Coalición, eso es un error que está debilitando al gobierno.



Conducción política


-¿Comparte las críticas sobre la falta de conducción política en el gobierno? ¿Falta un “panzer” en La Moneda? El ministro Hinzpeter, quizás...

- Lo que hace falta es mayor desinterés por parte de quienes tenemos a cargo la coalición de gobierno. Eso es lo que hace falta. El presidente Sebastián Piñera parte de la base que todos tenemos tremendas cuotas de buena fé, lo cual es efectivo, pero incluso los niños necesitan de la autoridad (...) y los niños se supone que son inocentes, pura voluntad y buen corazón. Entonces, también los niños necesitan de autoridad.

- ¿Y el ministro Hinzpeter?
- Repito, incluso los niños necesitan de la autoridad.


¿Un triunfador?


- ¿Se siente un triunfador tras la salida de la ex intendenta?
- No, para nada. Me he sentido ayudándole al gobierno a resolver bien una situación que afecta el funcionamiento del gobierno en una región donde viven casi dos millones de personas. Ese ha sido nuestro papel.

- ¿Hasta dónde llega la libertad de conciencia de los parlamentarios?
- Sobre eso tengo una teoría. Los parlamentarios que apoyan un gobierno, tienen la obligación de apoyar el programa convenido, explicado y razonado. Esa es la obligación. Por lo tanto, los parlamentarios que están con un gobierno no pueden subordinarse a circunstancias de hecho, que resultan del trabajo político. En esta materia, específicamente de la acusación constitucional, el disernimiento personal de los parlamentarios es determinante porque se trata de un juicio político, no se trata de un juicio criminal, ya que los juicios criminales se ventilan ante los tribunales. La acusación supone un juicio político, resuelto en el fuero interno por los parlamentarios que votan sobre ello. Y en esa materia, los parlamentarios tienen libertad y yo la voy a defender siempre.

- ¿Es partidario de sanciones a los llamados parlamentarios “díscolos” como se planteó en algún momento?
-No, para nada. No creo que proceda en absoluto ninguna sanción. Y así lo he señalado en su oportunidad.

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