Ley de incentivo tributario busca que inversión en I+D alcance un 0,8% del PIB
Con la normativa se pretende llegar al estándar de gasto de los países pertenecientes a la OCDE.
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Con un evento en el Patio de Las Camelias del Palacio de La Moneda, y tras un discurso marcado por analogías que incluyeron a Leonardo Da Vinci, los hermanos Wright, Graham Bell, Edison y Fleming, hasta llegar a los creadores de Google y Facebook, el Presidente Sebastián Piñera promulgó la ley de Investigación y Desarrollo (I+D) que busca mejorar la capacidad competitiva de las empresas.
En la actividad, en que también participaron el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y el de Economía, Pablo Longueira, el mandatario explicó que esta nueva ley “es una asociación entre la sociedad y el emprendedor. La sociedad representada por el Estado y el innovador representado por todos aquellos que tienen en el alma esa fuerza y voluntad para cambiar la forma en que hemos hecho las cosas”.
La iniciativa establece un incentivo tributario para la inversión privada en investigación y desarrollo que permite a las empresas rebajar vía impuestos un 35% de los recursos destinados a este tipo de actividades, “el resto se descuenta como gasto, en la práctica, el financiamiento es compartido, la mitad el Estado, la otra mitad el emprendedor”, dijo Piñera.
Otro cambio importante de la ley es la eliminación del requisito respecto al tope de 15% del ingreso anual de las empresas y se aumenta el tope máximo del beneficio de 5 mil UTM a 15 mil UTM.
Con el nuevo incentivo tributario se incorporó la posibilidad mediante procedimiento especial de que las compañías puedan reconocer gastos efectuados a partir de la fecha de inicio del proyecto independiente de la fecha de su certificación por Corfo.
Al respecto, el ministro Larraín señaló que este es un proyecto en el que Hacienda lleva trabajando bastante tiempo.
El proyecto ingresó en marzo del año pasado a su tramitación en el Congreso y su importancia radica en que extiende en el tiempo un beneficio tributario en el impuesto de primera categoría por concepto de este tipo de gastos, que equivale a un 35% de lo invertido. Aclaró, eso sí, que desde el año 2008 a la fecha, sólo cerca de 40 proyectos han calificado por un monto cercano a los
US$ 6 millones. “Por lo tanto, tenemos que dar un salto hacia adelante”, instó Larraín.
En esa línea, el jefe de las finanzas públicas expresó que el desafío es aumentar al doble la tasa de 0,4% del PIB que se invierte actualmente en investigación y desarrollo, ya que a su juicio, “ésta es una tasa baja a nivel mundial, pero también es una tasa baja desde el punto de vista de los países con los cuales Chile debe compararse”.
La OCDE invierte en promedio 2,3% del PIB en investigación y desarrollo, pero los países líderes mundiales -entre los cuales está Israel- invierten más de 4 puntos del producto en investigación y desarrollo, según el secretario de Estado.
Por su parte, el ministro Longueira afirmó que el proyecto sobre I+D, es el “gran sueño para que Chile pueda avanzar en el desarrollo”.
Asimismo, el secretario de Estado afirmó que el gobierno quiere dar un salto muy significativo y que la Ley que se publicó ayer “ojalá sea el inicio de centros de investigación en la industria del salmón, en la industria del Litio y en todos los sectores productivos del país”.