Economía y Política

Economistas piden cautela a Hacienda en nivel de gasto fiscal para este año

Expertos plantean que los riesgos inflacionarios, la apreciación del tipo de cambio y el alza en el tamaño del Estado presentan un dilema al gobierno.

Por: | Publicado: Lunes 18 de febrero de 2013 a las 05:00 hrs.
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Por C. Torres / G. Cerda



El gasto devengado del gobierno central total acumulado durante 2012 alcanzó los $ 27.915.551 millones, que significó un crecimiento real anual de 4,7%, según informó la directora de la Dirección de Presupuestos (Dipres), Rosanna Costa a fines del mes pasado.

Esta cifra muestra un resultado significativamente menor que la proyección que la misma Dipres había realizado en octubre de 2012 cuando estimó un crecimiento del gasto fiscal de aproximadamente 6,3%.

Sin embargo, esta subejecución generó un efecto positivo para la economía, dado que el déficit estructural se redujo de 1,1% en 2011 a un 0,6% en 2012, es decir, se situó en un nivel mejor que la meta del gobierno propuesta para 2014, que era de -1,0%.

No obstante, según expertos hay elementos que presentan un dilema para Hacienda en 2013 y que incluso podrían llevar a optar por un ajuste fiscal, dado que este año se podrían presentar riesgos inflacionarios, una apreciación adicional del tipo de cambio y, en el aspecto más ideológico, un aumento en el tamaño del Estado.

En esta línea, el economista jefe de Banchile Inversiones, Rodrigo Aravena, plantea que “si no se realiza ningún tipo de ajuste fiscal, vamos a tener un mayor déficit estructural que en 2012 y además vamos tener un aumento en el tamaño del gobierno que claramente no se justificaría durante 2013. Ese será el costo si es que el gobierno no hace ningún tipo de ajuste fiscal este año”.

Pero, además, agrega a la discusión un factor político al señalar que “es una gran disyuntiva porque estamos en año de elecciones y la evidencia no apoya ajustes fiscales en año de elecciones, pero sabemos que si no lo hace, los números macro van a mostrar una política fiscal más expansiva, siendo que ahora tenemos más riesgos que en 2012 por el lado de la inflación, la apreciación del tipo de cambio real y el déficit de cuenta corriente”.

Pese a ello, Aravena afirma que es importante reconocer que el gobierno en términos de cuentas fiscales “tiene un muy buen punto de partida este año”, pero agrega que esto “es debido a que se subejecutó (el presupuesto 2012). El gobierno el año pasado tuvo superávit fiscal y, por ende, va a poder realizar algún aporte adicional a lo que tenía pensado previamente a los fondos soberanos, pero lejos lo más importante es la reducción del balance estructural”.

Por su parte, el economista de Gemines, Alejandro Fernández, asegura que “la política fiscal debiera ajustarse a la nueva realidad de la ejecución del presupuesto del año pasado, que fue claramente inferior a lo que estaba previsto. Por la misma línea, retomar la senda de converger a un déficit estructural de 0% y, por otro lado, hacer una contribución al control del crecimiento del gasto interno que lleva ya tres años”.

Fernández sostiene que el gobierno debiera realizar un ajuste fiscal, lo que incluso podría hacerse “sin necesidad de anunciarse”. Esto, como fórmula de evitar costos políticos con la medida. “Creo que todavía hay muchísimo espacio en el sector público para hacer un uso más eficiente de los recursos, donde no necesariamente la producción de bienes públicos tiene que crecer menos a raíz de gastar menos”, afirma el economista.

A su vez, el economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, asegura que considerando hoy el presupuesto contemplado para el año 2013, la economía va a crecer probablemente más cerca del 5% que del 4,5%, por lo tanto, va a cumplir la estimación el gobierno de crecimiento.

En ese sentido, afirma que “el gobierno se va a enfrentar con una encrucijada de que el tipo de cambio se va a mantener bastante bajo, la moneda se va a apreciar y va a tener que tomar algunas decisiones respecto a ajustar el gasto público algo a la baja, dado de que la economía internacional probablemente va a mostrarse algo mejor y, por lo tanto, la economía local posiblemente va a crecer más cerca del 5% que del 4,5%, por lo tanto yo creo que la encrucijada va a estar más por ahí”.

Al ser consultado por si comparte la tesis de que el gasto público está creciendo más que el producto, Rojas sostiene que “la relación gasto público-producto tiende a crecer, pero esto es bastante cíclico. No es un tema de algo más estructural que esté ocurriendo. Yo no sería tan tajante en el sentido de que el tamaño del gobierno crezca por estos efectos, lo que está sucediendo es que el gasto público cuando se hizo el presupuesto, se realizó en consideración a cuánto iba a crecer la economía”.

En ese sentido, Rojas agrega que así como en 2012 el dinamismo de la economía claramente superó el 6%, “la encrucijada del gobierno es más bien de qué manera ellos pueden ayudar a contener una apreciación adicional de la moneda a través de un gasto más acotado”.

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