por Marta Sánchez
Nuevamente ayer se encendieron las alarmas en el mercado. Es que el dólar estuvo a un peso de alcanzar el nivel de intervención realizado por el Banco Central: $ 465,8 pero logró repuntar y cerró la jornada en $ 467,6.
Para el socio de Gemines, Tomás Izquierdo, estos vaivénes del dólar son casi “una profecía autocumplida”, pues las intervenciones alteran transitoriamente el mercado.
- ¿Cuál es su evaluación de la intervención?
- El tema de fondo es que el tipo de cambio en términos reales, que es lo que importa para efectos de la competitividad del sector exportador, no puede ser manejado a partir de políticas. Entonces, cuando el Banco Central toma una decisión como la de intervenir se altera transitoriamente el tipo de cambio observado nominal y, en un primer momento, también el tipo de cambio real, pero, evidentemente, cuando se trata de modificar a la fuerza un precio del mercado, éste tiende hacia un ajuste automático y la forma de corregir esa intervención, en este caso, era con más inflación.
- ¿Esto explica parte del aumento en las expectativas de inflación que se registraron a partir de enero?
- El Banco Central sabía perfectamente que estaba abriendo una ventanita sólo por un rato de efecto sobre el tipo de cambio y que eso se iba a devolver en algún momento.
- ¿Por qué esto ha decantado desde el punto de vista nominal?
- Porque el Banco Central se puso las pilas, se dio cuenta que, efectivamente, se estaban empezando a desbordar las expectativas de inflación y aceleró el proceso de normalización de la tasa de interés. Pero, como consecuencia directa de eso se amplía la brecha de tasas con el resto del mundo y empieza a ver una apuesta a la baja, nuevamente, por el lado del tipo de cambio real.
Un mix complejo
- ¿Veremos en el corto plazo más alzas de la Tasa de Política monetaria (TPM)?
- Ese fenónemo se va a exacerbar, porque el Imacec de marzo (que se conocerá la próxima semana) estará entre 10% y 15% y la inflación seguirá siendo relativamente rebelde y alta. Por tanto, con el mix de esas dos cosas, el Banco Central seguirá con espacio, desde el punto de vista de su política, para subir medio punto la tasa en su próxima reunión. Y, por su lado, el mercado está internalizando esto y busca adelantarse botando el tipo de cambio.
- ¿Qué podría evitar que siguiera cayendo el tipo de cambio?
- Que para afuera las cosas se compliquen mucho. Aquí lo de fondo es que no podemos hacerle el quite a una realidad del porte de una catedral: tenemos una relación de términos de intercambio por las nubes, precio del cobre por las nubes y además estamos creciendo muy rápido, impulsado por la demanda interna, entonces, esa combinación de elementos tiene como corolario una caída del tipo de cambio en términos reales.
¿Más medidas?
- ¿Se ve afectada su credibilidad?
- El Banco Central se resguardó en el momento en que dijo que esta intervención no la hacía con la intención de manejar el tipo de cambio sino que, simplemente, porque le parecía razonable aumentar sus reservas, que fue lo argumentado en el comunicado oficial.
- ¿Existe la posibilidad de que la autoridad adopte medidas extras como el control a la entrada de capitales?
- El Banco Central no hará nada más, porque el gesto a la presión política que había para un intervención fue enorme. Los comentarios de Roberto Zalher y Manuel Marfán a favor de los controles de capital han quedado descartados después con las declaraciones de Sebastián Claro y José de Gregorio. Creo que no habrá una nueva intervención, ni encajes ni otro itpo de normas, porque el Banco Central a estas alturas se dio cuenta que el gesto que hizo fue caro, ya que intervenir significó desalinear las expectativas de inflación y no me cabe duda que De Gregorio quiere terminar su período (este año) con la inflación bajo 4%.
- ¿A cuánto podría llegar el dólar?
- Esto se va a exarcerbar, ya que en el próximo mes y medio puede llegar a niveles de $ 450, pero la buena noticia es que permitiría que la inflación se acerque más al 4% que al 4,5%.