Cuando los acercamientos con la Concertación sugerían que Marco Enríquez-Ominami no descartaba la posibilidad de participar en las primarias opositoras, el anuncio del PRO de congelar todo diálogo, confirmó que el presidenciable no ha cambiado su postura de llegar hasta el final.
Quienes lo conocen saben que ésa ha sido siempre su intención, pese a que en el último tiempo se había comenzado a instalar una razonable duda, alimentada por múltiples factores.
Un síntoma concreto fue que ME-O no le cerrara la puerta al PS cuando éste lo instó a iniciar la búsqueda de acuerdos. El encuentro al que acudió el dirigencia del PRO con la cúpula socialista el mes pasado pudo interpretarse como una disposición del presidenciable a iniciar negociaciones con la Concertación.
Tanto fue así que, ni el propio candidato, ni la presidenta de su partido, desestimaron que ése fuera su ánimo. Por el contrario, junto con admitir la opción de participar en primarias si es que se cumplían algunas condiciones, pidieron una reunión con todos los partidos para este 15 de marzo.
En ese escenario, no parecía descartable que la intención de ME-O fuera intentar una negociación, porque le resultaba beneficioso para sus aspiraciones. Ello porque con un acuerdo, no sólo podría asegurar parlamentarios, sino lograr un holgado segundo lugar frente a Michelle Bachelet en junio, en lugar de exponerse a llegar tercero en la primera vuelta, con una performance mucho menor que el 20% que sacó en 2009. Pero aun cuando esa fórmula pudiera dejarlo mejor posicionado para 2018, no es la que está en sus cálculos ni intenciones.
De hecho, la jugada de mostrarse abierto al diálogo con los partidos, partió del supuesto que éstos no estaban en condiciones de responder a su propuesta de reunirse ahora. Bastó, por eso, tener el argumento de que no le respondieron o pidieron postergar la fecha planteada, para que ME-O -por intermedio del PRO- congelara los acercamientos con la oposición.
Es que en la mirada del díscolo presidenciable, el peor negocio que podía haber hecho antes del inminente desembarco de Bachelet, era aparecer metido en una negociación con los demás partidos, permitiéndole a ella ponerse por encima de éstos haciendo un llamado a la unidad.
Como en ese cuadro se exponía a perder toda su fuerza, construida en gran parte por su distancia con la Concertación, la decisión de ME-O fue dar por finalizados todos los contactos, al menos a la espera de lo que ocurra cuando la actual Secretaria de la ONU-Mujeres acepte su candidatura.
Con el poder que le da ser el presidenciable opositor mejor posicionado después de ella, su apuesta por ahora es mantenerse firme en su postura de llegar hasta el final, sin entrar en ningún tipo de negociaciones.
Ésa es la carta que jugó al congelar el diálogo con los partidos, lo que no necesariamente implica que la decisión esté completamente sellada. Lo que sí, es que ésta probablemente no quedará en manos de los partidos, sino en la forma en que la propia Bachelet decida encarar la situación.
Concertación acusa "engaño" del PRO ante quiebre de diálogo
"No sé de qué están cansados", dijo Andrade mientras Walker sentenció: "Se están victimizando".
Luego que el PRO comunicara su decisión de congelar las conversaciones por primarias unitarias en la oposición, el presidente del PS, diputado Osvaldo Andrade, se declaró sorprendido por lo sucedido y sentirse engañado, por cuanto se había acordado una fecha para el encuentro de timoneles de la oposición para el 22 de marzo. "Habíamos programado en principio con el PRO un encuentro para el viernes 15 de marzo. Llamé a la presidenta del Partido Progresista y le dije si era posible trasladar ese encuentro para el 22 de marzo para esperar el proceso interno de elecciones en la DC y ella estuvo de acuerdo".
Agregó que "no sé de qué estan cansados, salvo que digamos las cosas francamente, nunca haya habido la voluntad de ellos hacer este evento, hasta el momento no he sido informado de que no hay reunión y yo había hablado con los presidentes de todos los partidos, pero al parecer fuimos engañados".
En tanto, el timonel de la DC, senador Ignacio Walker, dijo que "creo sinceramente que el PRO se está victimizando, como Concertación y oposición hemos hecho un llamado abierto sin excluir a nadie a la gran primaria abierta y vinculante del 30 de junio para elegir a nuestro abanderado presidencial. Hemos abogado por una lista unitaria de oposición a candidatos a parlamentarios y estamos trabajando con la gran mayoría de los partidos de oposición, cada partido debe asuimir la responsabilidad sobre sus actos". Agregó que "siempre vamos a apostar especialmente en materia parlamentaria a un gran acuerdo para doblarle la mano al sistema binominal".
En La Moneda la lectura de lo sucedido es que ME-O es un candidato peligroso para la Concertación y que el abanderado del PRO lo que busca es debatir con la ex presidenta Michelle Bachelet y la única forma de asegurar ese enfrentamiento era terminando el diálogo. Esto debido a que un grupo importante de dirigentes de la Concertación no quiere que existan primarias y que Bachelet sea nominada directamente.