Los ministros de Trabajo y de la Mujer, Giorgio Boccardo y Antonia Orellana, respectivamente, presentaron este miércoles las indicaciones al proyecto de sala cuna en el Senado.
Un paquete de cambios que, a nivel general, contemplan la creación de un Fondo de Sala Cuna que será financiado con una cotización de cargo al empleador de 0,3% de la remuneración de cada persona contratada en la empresa. Una fórmula que, además de implementarse de forma gradual, incorpora cambios al seguro de cesantía, cuyas cotizaciones bajarán 0,1%, como mecanismo de compensación.
Estos ajustes, dijo Boccardo, han sido fruto de un proceso de diálogo con los diferentes actores, y tienen como fin “permitir una mayor contratación de mujeres en el mercado laboral formal, desanclar los costos de la contratación de mujeres y crear una herramienta que permita garantizar a los empleadores el cumplimiento de este derecho”.
Una fórmula de financiamiento que, en la práctica, implica una importante reducción de costos para las grandes empresas, y un nuevo gasto para las micro y pequeñas empresas, aunque acotado según cálculos.
Según ejemplifica una minuta elaborada por el Ministerio del Trabajo que circula entre los integrantes de la comisión de la materia en el Senado -y a la cual tuvo acceso Diario Financiero-, una gran empresa con 15 trabajadoras madres de menores de 2 años, actualmente desembolsa más de $ 5,4 millones mensuales en sala cuna.
Con el proyecto de ley, dicho desembolso bajaría, ya que por el pago de cotización -por cada trabajador contratado en la compañía, y apostando a que esta gasta, en promedio, $ 1.005 millones al mes en remuneraciones-, la empresa desembolsaría poco más de $ 3 millones mensuales en pago de cotización por sala cuna. Al año, esta nueva fórmula implicaría una reducción de gasto de más de $ 29 millones para una gran empresa. En el caso de una firma mediana, la minuta expone que el desembolso mensual bajaría de $ 560.302 a $ 317.647, con una disminución anual de $ 2.911.860.
La otra situación
En la vereda contraria, en el caso de las micro y pequeñas empresas la implementación de este esquema implicaría un costo adicional. Esto debido a que, actualmente, las empresas que tienen menos de 20 mujeres contratadas no están obligadas a dar acceso a sala cuna a sus trabajadoras.
De esta forma, una pequeña empresa tendría que comenzar a aportar $ 57.905 mensuales por la cotización de 0,3% de cada uno de sus trabajadores (calculado sobre la base de un gasto total de $ 19.301.705 en remuneraciones mensuales), lo que significa un gasto anual de $ 694.861.
En el caso de las micro empresas, el aporte al fondo de sala cuna vía cotizaciones sería de $ 16.740 mensuales, totalizando $ 200.879 al año.