Macro

Credit Suisse y PIB menor a 3%: “Podría ser la nueva realidad para los próximos años”

Para 2015 prevé un alza de 2,8% en la actividad y ve un PIB potencial más cerca de 3,5% que del 4,3% oficial.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Miércoles 22 de abril de 2015 a las 04:00 hrs.
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Luego de una fugaz visita a Chile, el economista jefe para América Latina de Credit Suisse, Alonso Cervera, confirmó el escenario central que tiene para Chile este año y que incluye un pronóstico de crecimiento de 2,8% para la economía local.

Tras sostener reuniones con ejecutivos privados, comenta que la preocupación por los últimos escándalos políticos y financieros es mayor a lo que él anticipaba y a lo que se percibe en el exterior. "Aun así, no me voy inquieto", expresa.
- ¿Estamos siendo muy negativos en Chile respecto a la evolución que tendrá la economía?
- Si en realidad se cumple el pronóstico de que la economía pueda crecer este año al 2,8% ó 2,9% -nosotros proyectamos un 2,8%-, es un buen resultado en términos relativos. No es a lo que aspiran en Chile o a lo que están acostumbrados, pero esa podría ser la nueva realidad para los próximos años.
Los años de crecimiento muy elevados probablemente no se van a repetir pronto. Entonces, creo que hay que moderar las expectativas.
- ¿Cuáles son los fundamentos para este panorama de menor crecimiento?
- No tendría grandes expectativas sobre la inversión privada. Acaban de pasar por un boom de inversión del 2010 al 2013, que difícilmente se podrá repetir en el corto plazo y también con menores expectativas para el precio del cobre y una desaceleración en China, tampoco pinta para que un boom minero esté a la vuelta de la esquina. La inversión pública es la que ahora puede un poco jalar el agregado de la inversión porque hay un estímulo fiscal importante, pero hay que tener expectativas más moderadas.
- ¿Esto se repite a nivel de confianza privada y de los consumidores?
- Mi observación es que en Chile no hay "agua tibia", hay "agua caliente" o "agua fría". La gente está optimista o está pesimista y el péndulo va de un extremo al otro. Yo puedo pensar que en los próximos meses con este crecimiento mediocre, las expectativas y la confianza sigan deprimidas, no ayudan los eventos políticos, no ayuda el hecho de que la reforma laboral esté en trámite, está fresca aún la reforma fiscal. Entonces, no espero que haya una mejoría notable por el lado de la confianza.
Pero si adelantamos la película seis meses, probablemente veamos hacia atrás y digamos que en abril de 2015 sí estábamos muy pesimistas, las cosas no estaban tan mal, mira la economía ya se empieza a recuperar.
- ¿Cómo influye este escenario en el crecimiento de mediano plazo?
- El crecimiento potencial de Chile es del orden del 3,5% no del 4,3% del Banco Central y hacia adelante, en la medida que se acepte esta realidad el nivel de decepción será menor.
- Entonces, ¿nos tenemos que olvidar de las tasas de crecimiento previas a la desaceleración en torno al 4% -5%?
- No son viables por ahora. El período 2008-2009 tuvimos la crisis global, la gran recesión, y todos nos vimos afectados y a partir del 2010, la economía chilena empieza a tener un boom liderado por la inversión, porque muchos proyectos se habían pospuesto. Ese crecimiento del 2010 al 2013 liderado por la inversión, no va a regresar en el corto plazo.
Entonces, tenemos que cambiar el chip y ahora pensar que un crecimiento más normal es del orden del 3%, no puedes aspirar a un crecimiento del 5% cuando la economía mundial sigue débil, ha terminado el boom de los commodities y China se ha desacelerado y ha cambiado su composición del crecimiento con más consumo doméstico, lo que no beneficia a Chile.
Además, la región en sí está con problemas de crecimiento, en Brasil, Argentina y Venezuela y con ese entorno no puedes aspirar a crecer a tasas mucho más altas.
- ¿Qué papel jugarán los escándalos políticos y financieros por los que atraviesa el país actualmente en el desempeño macroeconómico?
- A diferencia de lo que pasa con otros países, aquí se abordan las cosas, no se pasan por alto. Hay un esfuerzo para enmendarlo y corregirlo y se está trabajando para ver cómo se enfrenta hacia adelante el financiamiento de las campañas o de los partidos políticos. Eso es una buena señal y simplemente confirma la seriedad de Chile y de sus instituciones, que muchos otros países de la región deberían tener como modelo. Escándalos hay en todos lados, la diferencia es como se abordan y aquí se tiene la certeza que el sistema funciona, que hay investigaciones, hay consecuencias de actos ilícitos o de actos reñidos con la ética. Eso es muy evidente.

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