El desafío de la economía chilena de retomar un crecimiento con miras a una mayor inclusión social fue la discusión que se tomó la mesa de debate del seminario de economía global, organizado por Scotiabank y Diario Financiero.
En este contexto, el ex presidente del Banco Central, José de Gregorio, si bien elogió la postura del gobierno de intentar resolver los problemas de desigualdad, reconoció su preocupación por lo que acontece en Chile, a la vez que criticó los malos resultados de reformas como la tributaria y la educacional.
“Llegamos a un gobierno que se tomó muy en serio el tema de la inclusión social, pero del punto de vista de la implementación han sido bastante deficientes los resultados, bastante poco serios”, sostuvo el economista.
Más aún, el ex ministro de Estado acusó que el Ejecutivo llegó tarde a preocuparse de estos temas, por lo que predice que se viene una demanda social “más allá de que nos guste o no nos guste, de nuestras preferencias políticas o valóricas”.
“Llegamos muy tarde a preocuparnos de temas que se nos vinieron encima. Llegamos tarde en Chile en el tema universitario porque habían muchos jóvenes estudiando como nunca, caro y malo”, afirmó.
Lo anterior, dijo, corresponde a una “contaminación” de la política que proviene del descontento de la ciudadanía con el capitalismo y con los ajustes económicos que consideran injustos. De ahí que reiterara que la sostenibilidad requiere de inclusión social si no se quiere caer en propuestas populistas.
Los efectos de las políticas
Quien se desempeñara como triministro (Energía, Minería y Economía) durante el gobierno de Ricardo Lagos, tuvo duras palabras para el impacto que -a su juicio- ha tenido esta suerte de “contaminación” de la política sobre la actividad económica.
“Eso genera una repercusión sobre el mundo de los negocios, y no el tema de la incertidumbre, es el tema de la confianza”, afirmó.
De Gregorio también dedicó palabras a la reforma laboral, luego del desafavorable fallo del Tribunal Constitucional que desestimó la titularidad sindical y que será enmendada por el gobierno mediante una reforma constitucional.
El economista señaló que la discusión hoy está centrada más en temas coyunturales, que la discusión sobre cómo será el mercado laboral a futuro. La razón explicó, porque ello tiene que ver con “hacia dónde vamos, a qué estamos comprometidos. No es si va a haber titularidad sindical, es una cosa mucho más profunda”, agregó.
Como consecuencia, concluyó, se está viendo perjudicado el entusiasmo para hacer inversiones y las actividades que inyecten mayor productividad a la economía nacional.