El cambio de ministro de Hacienda, a una semana de la salida de Mario Marcel y la llegada en su reemplazo de Nicolás Grau, tiene como trasfondo la recta final del diseño de la Ley de Presupuestos 2026, la última que elabora la actual administración y la primera que ejecuta la que ingrese al Estado el próximo 11 de marzo.
Esto se da en un contexto marcado por los ajustes de gasto que ha realizado el Ejecutivo para cumplir la meta fiscal, además de la nueva alerta que levantó el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) este jueves respecto de la necesidad de nuevos recortes a través de medidas administrativas, no tanto legislativas como era el plan de Teatinos 120.
Aquello pone de relieve el importante apretón de cinturón que deberá realizar el Estado durante el segundo semestre para cumplir con las metas de déficit, crecimiento del gasto y recaudación de ingresos que proyectó hace apenas un mes, cuando actualizó su panorama en el Informe de Finanzas Públicas (IFP) del segundo trimestre.
Así lo advierte un informe elaborado por el Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián (USS), que sostiene que el avance de la ejecución presupuestaria al cierre del primer semestre "no respalda" las
estimaciones del Ejecutivo y plantea "desafíos importantes" para el segundo semestre del año, en contraste con las proyecciones contenidas en el IFP.
Por ejemplo, el reporte elaborado por la académica de la USS y exjefa de Administración Presupuestaria de la Dirección de Presupuestos (Dipres), Margarita Vial, calcula que para aproximarse a la meta de balance estructural proyectada por el Ministerio de Hacienda de -1,8% del PIB, los ingresos deben crecer 12,4% y los gastos sólo 1,7% durante el segundo semestre.
"Esta variación aumenta a +15,7% al descontar de la base los ingresos de carácter transitorios provenientes del Fondo de Emergencia Transitorio que fue legislado ad-hoc para financiar la reconstrucción de Valparaíso en 2024, y cuyo efecto estuvo vigente hasta enero de 2025, lo que significó una recaudación por $ 1.033.866 millones hasta el 31 de diciembre de 2024", advierte la economista.
Vial recuerda que el año pasado la sobrestimación de ingresos se tomó la discusión presupuestaria, lo que impulsó un inédito acuerdo entre el Congreso y el Ejecutivo que
comprometió una reducción del gasto en el mes de enero de 2025.
"Sin embargo, tal como se advirtió, la rebaja al gasto público fue insuficiente y el Ministerio de Hacienda debió ajustar bruscamente las proyecciones para este año con la información al cierre del año 2024", agrega.
Lo que dice la historia
Al primer semestre, el gasto fiscal crece un 2,7%, lo que contrasta con la meta de 2,2% que tiene Hacienda para el ejercicio en su conjunto. Por lo tanto, los desembolsos deben expandirse en promedio un 1,7% entre julio y diciembre para lograr dicho objetivo.
"Dicho nivel de gasto es consistente con el crecimiento de los ingresos esperados, por lo que, se deberá impulsar un ajuste adicional si los ingresos esperados no se materializan de acuerdo con lo proyectado ya que, de lo contrario, se traducirá en un deterioro adicional a las cuentas fiscales", agrega la especialista.
En cuanto a los ingresos, estos crecen un 4,3% entre enero y junio, en circunstancias en que la meta de Hacienda y Dipres es alcanzar una expansión de 8,4% en el año en su conjunto, lo que implica crecer un 12,4% en los meses que restan del año fiscal.
"Cuando se observa el avance de la ejecución de los ingresos sobre el total anual, se tiene que, para el año 2025 los ingresos percibidos al cierre del primer semestre corresponden a un 47,7% de la proyección anual, por debajo del 50,2% del total de ingresos anuales que se recaudó en promedio en el primer semestre del período 2016-2024, y sólo superado por abajo por los años 2020 y 2021", complementa la USS.
Considerando las tasas de ejecución históricas que permiten construir un escenario más realista, los ingresos fiscales en 2025 podrían ser menores a lo esperado por el Ejecutivo por cerca de US$3.500 millones, comprometiendo un déficit cercano al 3% del PIB, advierte Vial.
En cuanto a las estimaciones de ingresos y gastos contenidas en el IFP, el informe de la USS da cuenta que los datos actualizados revelan un empeoramiento del resultado de balance estructural para el presente año, pasando de una estimación de -1,1% del PIB en el IFP que acompañó el Proyecto de Ley de Presupuestos 2025, a un -1,6% a principio de 2025 y finalmente a -1,8% del PIB en el presente informe, incluyendo las medidas correctivas anunciadas por Hacienda tanto para este año como para el próximo.