El optimismo se afianza en el mundo empresarial y le asegura piso al PIB 2018
El Índice de Expectativas de la Cámara de Comercio de Santiago volvió a subir en septiembre. Todo se ve mejor: economía, inversión y ventas.
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El mejor ánimo en el mundo de los negocios ya no es puntual. El Índice de Expectativas Empresariales (IEE) de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) volvió a revelar optimismo al cierre de septiembre –cuando marcó 67 puntos de un máximo de 100-, completando cinco trimestres ininterrumpidos de avance y protagonizando el ciclo de recuperación más extendido desde que el gremio realiza la medición en 2003.
De hecho, el IEE acumula un alza de 21 puntos desde mediados del año pasado -cuando tocó un fondo similar al de la recesión de 2009-, aunque su mayor avance se ha verificado en los últimos dos trimestres, con un aumento de 12 puntos.
Desde la óptica de la Cámara, la “solidez” de este sentimiento de negocios más auspicioso es parte del optimismo que atraviesa a toda la economía mundial, principalmente en los países en desarrollo y en América Latina, donde se prevé un mayor crecimiento económico para 2018, de la mano de los commodities y la resiliencia de la economía china.
Un buen piso para el PIB
El reporte de la entidad destaca la capacidad predictiva del IEE y, por ende, plantea que su trayectoria ascendente debe entenderse como un anticipo de mayor actividad.
“No significa que las expectativas hayan saltado hasta alcanzar máximos históricos, como aquellos observados puntualmente en 2010 y que llegaron a rozar los 80 puntos, sólo significa haber salido en forma muy decidida de la zona de pesimismo empresarial y anticipar una recuperación del crecimiento potencial hacia el año 2018, ad portas de un proceso pre eleccionario”, subraya.
También, agrega, parte del avance del índice refleja una nivelación de confianzas, cuyo deterioro en los últimos años fue más pronunciado de lo que el ciclo económico pudiera haber justificado.
Por esto, dice la cámara, la recuperación observada en esta oportunidad ha resituado el IEE en torno a su trayectoria de largo plazo (promedio de 64 puntos), lo que parece consistente con que el crecimiento económico retomaría en 2018 su nivel potencial, estimado por el Banco Central en 2,5%.
Para el próximo año, las estimaciones oficiales apuntan a una expansión entre 2,5% y 3,5%, en circunstancias que el clima de optimismo descrito a nivel local no puede ser desvinculado del optimismo que impera en el resto del mundo.
Según el reciente informe McKinsey, que abarca un total de 1.742 empresas consultadas alrededor del mundo, el optimismo habría alcanzado un máximo en los últimos seis años. En todas las regiones evaluadas, excepto en Asia Pacífico, más de un 50% de las empresas espera ver mejorías en las condiciones económicas de los próximos trimestres.
En Europa, en particular, este porcentaje supera el 60%, en tanto que en América Latina e India es de 58% y 57%, respectivamente.
Las regiones menos optimistas son América del Norte y Asia Pacífico, pero en ellas la situación de statu quo tiene una mayor incidencia, sin detonar mayormente teclas de pesimismo.
En el caso de Chile, un 63%de las firmas espera ver repuntes en las condiciones económicas, y tan sólo un 3% espera nuevos deterioros.
Mejor ánimo en todos los sectores
El análisis de las cifras locales muestra que la mejoría en el sentimiento de negocios fue generalizado, marcando un avance de ocho puntos en las grandes y medianas empresas y de cinco puntos en las pequeñas.
Por rubros productivos, destacó comercio y construcción. En recursos naturales e industria el aumento fue más moderado.
Así, el IEE de todos los sectores alcanzaron un nivel superior a 60 puntos, en particular construcción, que se empinó hasta los 75 puntos, lo que augura una recuperación de la inversión sectorial hacia 2018. Esto, luego de haber estado sometido a un proceso de ajuste en los últimos dos años.
"Hay espacio para una mayor actividad"
Según la CCS, la debilidad económica general de las firmas en los últimos meses -recogida a través de la caída en las ventas en el último año- ha mantenido descomprimida la capacidad instalada de las firmas y, al tercer trimestre, el índice que lo mide fue de 80%, que está por debajo del promedio de largo plazo (86%). "Esto significa que hay un margen para avanzar en actividad sin que ello signifique una presión inmediata sobre la capacidad instalada y nuevos proyectos de inversión", destacó la entidad. Un espacio que acorde con el incremento de las expectativas empresariales podría ocuparse gracias a diversos factores, entre ellos el mayor optimismo sobre la economía mundial, una mejoría en las proyecciones de crecimiento global y la presencia de un proceso pre eleccionario.
"La mejoría tiene un carácter generalizado, que abarca distintos sectores y tamaños de empresas", señala la CCS.
Mejora la perspectiva para las ventas y la inversión
Dos hechos están detrás del alza de las expectativas en septiembre, según la CCS. El primero, la mejoría en cómo se percibe la situación económica para los próximos doce meses, donde el 63% de las empresas espera un desempeño más auspicioso -frente a cifras de 45% y 23% de los trimestres anteriores-; y, el segundo, la visión más alentadora sobre inversión y ventas esperadas.
Estas últimas para los próximos 12 meses subieron hasta 13,5%, desde un 9,3% en junio y un 6,6% en marzo.
Este elevado optimismo proviene fundamentalmente de las pequeñas empresas, las cuales prevén un alza de 14% en sus ventas. En las grandes compañías, las ventas esperadas aumentan también, pero en una forma más moderada (7,5%), mientras que las medianas se ubican en una situación intermedia (10,4%).
Los programas de inversión en doce meses se mantuvieron por cuarto trimestre consecutivo fuera de la zona roja en que se presentaron a lo largo de gran parte de 2016, y su repunte significó un alza de 7,7%, un registro que no se observaba desde 2012. En las grandes firmas, a las que se pueden asociar procesos de evaluación y planificación de proyectos más complejos, la mejoría en la inversión esperada fue muy importante, saltando de 1% a 5,6% entre junio y septiembre de 2017. En las pequeñas el salto fue de 10% a 14% en el mismo período.
De acuerdo a la CCS, las cifras reflejan un cambio en la predisposición hacia las inversiones. El 42% de las empresas espera mejorar el programa de inversiones (27% en junio) y sólo un 5% espera recortarlo.
Empleo, menos entusiasmo
Aunque muestran un panorama parcialmente mejorado -acorde con el descenso en la tasa de desocupación nacional-, el reporte del IEE señala que los indicadores relativos al marco laboral representan el frente de más débil recuperación en las firmas. En efecto, las empresas encuestadas prevén expandir 2,7% la planta laboral, en lugar del 2% de junio y el 0,3% de diciembre.
El porcentaje de compañías que espera elevar su plantilla subió de 20% en junio a 22% en septiembre, y se mantiene una gran parte de las firmas (71%) sin intención de modificar su dotación.