Un día antes de lo anticipado, la Sala de la Cámara de Diputados despachó al Senado el proyecto de ley de Presupuestos 2026, el último que elabora la actual administración y el primero que deberá ejecutar el Gobierno que asuma el próximo 11 de marzo.
El proceso vino precedido del masivo rechazo de las partidas presupuestarias en el trámite en la comisión especial mixta de Presupuestos el 29 de octubre, cuando la falta de acuerdo entre el Ejecutivo y el Legislativo derivó en la desaprobación de 29 de las 33 partidas que componen el financiamiento del sector público para el próximo año.
Y si bien en el trámite en la Cámara Baja el Ejecutivo, a través del ministro de Hacienda, Nicolás Grau, logró reponer varios fondos rechazados, lo cierto es que también hubo varias áreas que fueron rechazadas por los legisladores, lo que anticipa un complejo escenario de cara a la discusión en la Cámara Alta.
Así, durante la mañana de este martes, los diputados le bajaron el pulgar a las partidas y recursos del Ministerio Secretaría General de Gobierno (Segegob); a su par de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres); al Ministerio de Energía; a la cartera de Medio Ambiente; a la del Deporte; al novel Ministerio de Seguridad Pública; al financiamiento de los Gobiernos Regionales (Gores); y a la partida del Tesoro Público.
En cambio, la Corporación dio el visto bueno para reponer las partidas rechazadas en la mixta y despachar al Senado los recursos para el Ministerio de Vivienda; el de Transportes; Desarrollo Social y Familia; el Ministerio Público; el de la Mujer y Equidad de Género; el Servicio Electoral (Servel); Culturas, las Artes y el Patrimonio; y del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
En la sesión del lunes, los diputados habían discutido 17 partidas, de las cuales se aprobaron los recursos para once reparticiones: el Congreso Nacional; el Poder Judicial; la Contraloría General de la República; y los ministerios de Economía, Hacienda, Justicia, Defensa, Obras Públicas, Agricultura, Bienes Nacionales y Trabajo. Por otra parte, seis partidas fueron rechazadas en aquella jornada: la Presidencia de la República, y los ministerios del Interior, Relaciones Exteriores, Educación, Salud y Minería.
Así, 14 partidas fueron rechazadas en el segundo trámite en la Cámara, mientras que 19 fueron repuestas y aprobadas por la Corporación para así continuar el debate en la Sala del Senado, a partir del próximo viernes 21 de noviembre.
Asimismo, durante una extensa sesión durante la tarde de este martes, la Sala despachó el articulado del proyecto, que contempla -entre otras- las proyecciones de ingresos y gastos del sector público el próximo año. Eso sí, se rechazaron varias indicaciones del Gobierno y se aprobaron otras que serían inadmisibles, por lo que el Ejecutivo anunció que irá al Tribunal Constitucional (TC) para impugnarlos.
Nueva etapa en el Senado
Según destacaron desde Hacienda, el 58% de avance de las partidas al Senado contrasta con lo ocurrido en la comisión especial mixta, donde solo se aprobaron cuatro partidas antes de que el resto fuera rechazado en una sola votación.
Esto último implicó que prácticamente todas las indicaciones ingresadas y declaradas admisibles en la Cámara fueron las presentadas por el Ejecutivo, ante el rechazo masivo de los erarios en la mixta, por lo que en el segundo trámite en el Senado los legisladores tendrán un mayor espacio de maniobra para presentar enmiendas debido a la reposición del financiamiento de distintos organismos.
"Lo que vimos estos dos días es un cambio importante respecto de la comisión mixta. En vez de rechazar todo en bloque, la Cámara debatió una a una las partidas y aprobó el 58% del Presupuesto. Eso muestra que, cuando hay disposición al diálogo, se pueden ir construyendo acuerdos. Todavía quedan diferencias por resolver, pero estamos avanzando hacia una Ley de Presupuestos con responsabilidad social y responsabilidad fiscal, que es lo que el país necesita", dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Grau.
En la discusión en la Cámara, el Ejecutivo se allanó a acuerdos parciales con el oficialismo y la oposición, presentando 89 indicaciones sustitutivas de todas las partidas rechazadas en la mixta.
Asimismo, se incorporaron reasignaciones, como una disminución generalizada de un 10% a las funciones críticas de los ministerios, que ya se habían reducido en un 8,8% en el proyecto de ley respecto de la Ley 2025, y que permitirán reponer fondos de la Junaeb. Esta rebaja se suma a la reducción de viáticos y horas extras de un 1,2% incluido en el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo.
En términos sectoriales, en Vivienda se incrementó en 15 mil el número de subsidios DS49, para alcanzar un total de 40 mil subsidios de este tipo en 2026. En la misma partida se repusieron las glosas 08 y 09 del Ministerio incluidas en el Presupuesto 2025, que autorizan la compra de terrenos.
También se incluye una glosa que permitirá ejecutar el programa Más Adultos Mayores Autovalentes (AMA) en el Ministerio de Salud. En el caso de los Gobiernos Regionales, se habilitó la posibilidad de hacer transferencias corrientes para la ejecución de planes de resolución de lista de espera en coordinación con el Ministerio de Salud.
En la partida de Educación, destaca la reposición de recursos para el Programa Habilidades para la Vida y Salud Oral, además de la reposición de parte de Servicios Médicos. Asimismo, una nueva glosa permitirá el uso de recursos proyectados de cada municipio para el pago de indemnizaciones a los funcionarios municipales en los procesos de traspaso a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP).
En Trabajo y Previsión Social, se incluyeron tres oficinas nuevas de Chile Valora para las regiones de Atacama, Biobío y Magallanes. Adicionalmente, en la partida del Tesoro Público se incluyó la obligatoriedad de reportar semestralmente el destino de los fondos del royalty a la minería.