El ajuste fiscal por US$ 540 millones anunciado el lunes por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, fue bien recibido en el exterior, tanto en los bancos de inversión como en las clasificadoras de riesgo.
“Vemos más austeridad fiscal en 2016 como una buena señal”, fue la conclusión que entregó el banco de inversión estadounidense JPMorgan en un reciente informe, en el cuál añadió que el ajuste es “positivo” dado el entorno actual, con precios del cobre más bajos.
“Creemos que Chile se ha adaptado rápidamente al nuevo escenario con precios de las materias primas más débiles y eso implica que se encuentra en una posición fiscal sana”, sostiene el informe elaborado por un equipo de economistas encabezados por el jefe de Estrategia y Research para el Cono Sur y la Región Andina de JPMorgan, Diego Celedón.
La entidad también recordó que Chile aún cuenta con los recursos ahorrados en los fondos soberanos que pueden ser utilizados en caso de que los precios de los commodities disminuyan todavía más.
Respecto al recorte que experimentó el precio del cobre de largo plazo (de US$ 2,98 a US$ 2,57 la libra), el banco de inversión señaló que “añade un poco de presión a la meta de volver al balance estructural a 2018, pero a la vez proporciona supuestos más realistas para mantener niveles moderados de gastos”.
Luego del anuncio, JPMorgan mantuvo su visión positiva para el mercado chileno en términos de inversión accionaria -reafirmó su visión de sobreponderar- y respecto a la actividad, espera que ésta crezca cerca de 2% este año.
Riesgo crediticio
El anuncio también tuvo una recepción positiva en Fitch Ratings y Moody’s, dos de las tres clasificadoras de riesgo que actualmente ponen nota a las emisiones soberanas chilenas y que han manifestado inquietud -en distintos grados- por el ritmo en el que ha aumentado la deuda del país en los últimos años.
“Este anuncio refleja un historial de prudencia fiscal y, junto a los nuevos ingresos de la reforma tributaria, apoya la credibilidad de la meta de consolidación fiscal gradual en un contexto económico más desafiante”, señaló el director asociado de Deuda Soberana de Fitch Ratings, Todd Martínez, quien ya ha manifestado que a pesar del escenario global más adverso, no ve un empeoramiento significativo en los indicadores que impliquen un cambio en la perspectiva ni la clasificación de riesgo chilena.
Una visión similar entregó Moody’s. La entidad calificó la medida como “positiva” en materia crediticia, “ya que señala la voluntad de las autoridades de ajustarse a condiciones adversas y su voluntad de mantener los objetivos fiscales previstos para este año”, declaró el vicepresidente de Crédito de Moody´s, Gabriel Torres.
Torres confirma que actualmente la entidad no ve un cambio en la clasificación de Chile, pero el riesgo ante un aumento progresivo de la deuda persiste. “Hemos observado un incremento sostenido de los indicadores de deuda en los últimos años. Si no se corrige, esta tendencia podría eventualmente afectar nuestra evaluación de la fortaleza fiscal”, plantea.
El ejecutivo sostiene que Chile probablemente seguirá enfrentando ajustes en sus cuentas fiscales, en un escenario de un débil crecimiento de la actividad, lo que podría conducir a una respuesta procíclica que podría debilitar “aún más” el crecimiento. “No vemos una salida fácil de este desafío”, afirma.
Respecto a si Chile necesita medidas adicionales para reactivar la economía, Torres deja esa decisión en manos del gobierno y señala que analizará más en detalle las cifras para concluir si el monto del ajuste es suficiente para mantener sanas las cuentas fiscales.