Esta semana trajo noticias positivas para la economía chilena, provenientes desde Washington DC.
En específico, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró su proyección de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile de este año, pasando desde el 2% estimado en abril a un 2,5%, de acuerdo a su último informe de Perspectivas Económicas Mundiales.
No obstante, para 2026, la estimación bajó desde el 2,2% anterior a un 2%.
En su reporte regional, el organismo indicó que el desempeño para 2025 estaría respaldado por el fuerte crecimiento continuo de las exportaciones y la recuperación del consumo y la inversión de privados.
De esta forma, se indicó que se espera que la demanda interna sea el principal motor de la actividad económica, mientras que la contribución de las exportaciones netas se reducirá a medida que aumenten las importaciones y se modere el crecimiento de las exportaciones mineras.
Sin embargo, el crecimiento del país se moderaría el próximo año debido a las tensiones comerciales mundiales. En el caso de la inflación, se espera que converja hacia el objetivo del 3% a principios de 2026, a medida que se disipen los efectos de las subidas de los precios de la electricidad.
Respecto de la situación fiscal, el fondo anticipa que el déficit del Gobierno Central se reducirá a 2,1% del Producto este año, “lo que supone una notable consolidación, pero inferior a la prevista por las autoridades (1,5 % del PIB), y la diferencia refleja la incertidumbre sobre la aplicación de medidas correctivas”.
Por lo mismo, el FMI indicó este viernes que a mediano plazo, “se necesitan esfuerzos fiscales adicionales de alrededor del 1,5% del PIB para alcanzar una situación fiscal globalmente equilibrada en 2028”.
Al respecto, este viernes el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Nigel Chalk, indicó que Chile tiene instituciones fiscales “muy sólidas” y que se “han logrado buenos resultados en materia de política fiscal”.
Sin embargo, advirtió que dado lo impredecible de la economía mundial, recomendó la creación de algunos amortiguadores fiscales y de reservas. “Eso parece ser lo que el Gobierno tiene previsto hacer, por lo que apoyamos plenamente la idea de una consolidación fiscal a medio plazo que permita alcanzar un equilibrio aproximado para 2029, lo que parece un enfoque adecuado y equilibrado”, dijo el funcionario.
Aunque precisó que puede ser “difícil llegar hasta ahí”, dada la incertidumbre.
Chalk también destacó la importancia del crecimiento de la economía para engrosar las finanzas públicas, por lo que Chile debería hacer esfuerzos para aumentar la productividad.
“Una de las cosas clave para ello es mejorar el proceso de concesión de permisos, de modo que la inversión pueda avanzar con bastante rapidez en este momento. Parece estar bastante bloqueada por la burocracia y la concesión de permisos, por lo que eliminar ese tipo de restricciones al crecimiento y a la inversión sería muy positivo para el país”, dijo.
La despedida de Valdés
Para el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdés, esta fue su última conferencia de prensa en el cargo. A finales de mes pasará a encabezar el Departamento de Asuntos Fiscales (FAD, por su sigla en inglés) del organismo.
De esta forma, el exministro de Hacienda de Chile entre 2015 y 2017 se convertirá en el primer chileno y representante de un mercado emergente en estar al mando de la división, sucediendo al portugués Vitor Gaspar.
“Esta es mi última conferencia de prensa con ustedes con este sombrero. Los dejo en muy buenas manos, las de Nigel (Chalk) y un gran equipo del Hemisferio Occidental, y espero seguir colaborando con un nuevo sombrero en FAD”, se despidió Valdés.
La FAD tiene un equipo más numeroso que el departamento del WHD e incluye al chileno y quien fue director del Servicio de Impuestos Internos (SII) durante el Gobierno de Ricardo Lagos, Juan Toro (2002-2006), como uno de sus cinco subdirectores.
En el equipo también está el exministro de Hacienda, Rodrigo Cerda (2021-2022), que se desempeña como jefe de la División de Gasto Público.
En el Departamento del Hemisferio Occidental quedará a cargo de Nigel Chalk.
Al ser consultado por el desempeño de la economía en América Latina y el Caribe, Valdés indicó que no se trata de un crecimiento cíclico que se necesite en la región para ponerse al nivel del resto del mundo.
“Lo que realmente se necesita es dejar que el crecimiento potencial de la producción en la región se produzca, y eso se consigue mediante reformas”, indicó.
Así, explicó que los temas relevantes a considerar son el Estado de Derecho y la gobernanza, pero los subtemas también abarcan los problemas de delincuencia y de la concesión de permisos. También destacó la productividad y la participación laboral.
“La lista es larga, pero lo que quiero destacar es que no se trata de intentar aplicar medidas fiscales o políticas para apoyar el crecimiento a corto plazo, lo que sería una receta para el desastre. Realmente hay que trabajar en el lado de la oferta de las economías”, dijo.