OCDE se sube al optimismo sobre Chile y apoya simplificación tributaria para impulsar PIB
Entidad propone modificar impuesto verde, a bienes raíces y a las personas para aumentar los ingresos recaudados, pero elogia política de responsabilidad fiscal.
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Una notoria mejoría en su proyección para la economía chilena presentará hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la primera versión anual de su informe Panorama Económico.
Si en noviembre pasado, el organismo situaba la expansión esperada de la actividad económica del país en 2,9% para 2018 -y la misma cifra para 2019-, ahora la entidad multilateral elevó el cálculo para ambos ejercicios hasta 3,6%.
Así, el organismo que encabeza Ángel Gurría se puso al día con las estimaciones que rondan hace ya unos meses en el mercado, ante los claros signos de inflexión que ha mostrado la economía local, especialmente tras anotar una expansión de 4,2% en el primer trimestre, su mejor desempeño desde 2013.
En su reporte, la OCDE manifiesta que si bien el mayor crecimiento “comenzó a cobrar impulso en la segunda mitad de 2017”, la mejora en la confianza de los inversionistas y de los consumidores ya está repercutiendo en una mayor inversión “a medida que la inversión minera se estabiliza”.
De hecho, en este punto demuestra incluso más optimismo que el Banco Central, ya que proyecta que la formación bruta de capital fijo se eleve casi un punto porcentual más que el 3,6% estimado por el ente rector (ver tabla).
Respaldo a reformas estructurales
El informe también aborda las medidas necesarias para aumentar el ritmo de expansión del mediano plazo, catalogando como “ampliamente apropiada” la política de responsabilidad fiscal planteada por el gobierno, aunque advierte que “una disminución en la inversión en infraestructura podría pesar sobre el crecimiento a largo plazo si el aumento planificado en los proyectos de asociación público-privada no se materializa”.
A ello suma alternativas para incrementar los ingresos fiscales, como elevar los denominados impuestos verdes, además de los relativos a los bienes raíces, y una mayor carga sobre el impuesto a los ingresos personales, lo que “ampliaría los beneficios de la recuperación de forma más amplia”.
En esa línea, remarca que “la simplificación del sistema tributario ayudaría a impulsar el crecimiento a mediano plazo”.
A ello la OCDE agrega que “las reformas para impulsar la inversión y la productividad son necesarias para mantener un alto crecimiento a mediano plazo”, y destaca que las medidas enmarcadas en la agenda pro inversión “probablemente impulsarán” a dicho componente de la demanda interna.
El reporte además puso la mirada en la necesidad de incrementar la innovación, a través de una colaboración público-privada en investigación, del “apoyo directo” para I+D, y mejoras a la infraestructura logística y de transporte.
Medidas en empleo y pensiones
El organismo multilateral también aborda los desafíos que enfrenta el mercado laboral, entre los que destacó la necesidad de incrementar la participación femenina y de mejorar la regulación a los contratos de trabajo.
En específico, el documento afirma que “una mayor expansión de las salas cunas y jardínes infantiles impulsaría el empleo femenino, todavía bajo en empleos remunerados”.
En tanto, sostiene que “aliviar las regulaciones sobre los contratos de trabajo de duración indefinida, mientras se extiende el seguro de desempleo, abordaría la segmentación del mercado de trabajo y reduciría las desigualdades”.
Finalmente, el capítulo dedicado al país aborda brevemente los cambios que se proyectan al sistema de pensiones. Al respecto, menciona que el alza de la cotización obligatoria, hoy en 10% del sueldo imponible, además del incremento al Pilar Solidario “podría elevar la equidad”.
Eso sí, afirma que “aumentar y alinear progresivamente la edad de jubilación de mujeres y hombres mejoraría aún más las pensiones para los ancianos”.
Mejora proyección global, pero advierte riesgos de guerra comercial
Aun cuando la economía global está finalmente creciendo cerca de un 4%, impulsada en gran parte por políticas monetarias y fiscales expansivas, y por un desempleo que bajó a los niveles de la década de los '80, la OCDE alertó que el principal riesgo para las perspectivas mundiales es una escalada de las tensiones comerciales.
"Una nueva escalada puede afectar significativamente la expansión económica y alterar las vitales cadenas de valor global", aseguró Álvaro Santos Pereira, economista jefe de la organización en el informe Panorama Económico Global.
En el reporte, la organización proyectó que el crecimiento mundial estará en torno al 4% tanto en 2018 como en 2019, impulsado por un mayor crecimiento en Estados Unidos, en India y en las economías productoras de commodities.
"En base per cápita, el crecimiento está mejorando en la mayoría de las economías de la OCDE y no OCDE, y finalmente ha retornado a tasas previas a la crisis", detalla el texto.
Así, el organismo revisó al alza su perspectiva de crecimiento del Producto Interno Bruto global a un 3,8% para 2018 y un 3,9% para 2019, una mejora respecto del reporte de noviembre, cuando estimó que las cifras se ubicarían en 3,7% este año y en 3,6% en 2019.
Lista de riesgos
Además de las tensiones por una eventual guerra comercial entre las dos principales economías del mundo -EEUU y China-, la OCDE indicó que entre los riesgos para el crecimiento mundial está el alza en los precios del petróleo, que han subido cerca de un 50% en el último año.
También hizo referencia al alza en las tasas de interés que, aunque han sido anticipadas reiteradamente, podrían causar impacto. "Si la inflación se eleva más de lo esperado y los bancos centrales son forzados a subir las tasas a un ritmo más rápido, puede que la confianza del mercado cambie bruscamente, dando lugar a una corrección repentina en los precios de los activos", señaló la OCDE.
"Tasas de intereses más altas en la primera economía del mundo y la apreciación asociada del dólar podría elevar las presiones financieras en algunos países, especialmente los emergentes", añadió la institución.
Las perspectivas de crecimiento en las economías emergentes y en desarrollo, en conjunto, parecen sólidas para 2018 y 2019. Después de un buen comienzo en 2018, China crecerá por en torno a 6,5% en 2019, mientras que India se expandirá entre 7,25% y 7,5% en 2018 y 2019, respectivamente, por un repunte de la inversión privada y de la demanda interna. El crecimiento, según la organización, se fortalecerá en otras economías productoras de commodities, particularmente en Brasil y Sudáfrica, por una política monetaria más expansiva y una mejora de la confianza.