Todos los consejeros del Banco Central concordaron en mantener la TPM en 3% en abril
Hoy el Banco Central dio a conocer las minutas de su última Reunión de Política Monetaria.
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Hoy el Banco Central dio a conocer las minutas de su última Reunión de Política Monetaria, según las cuales todos los consejeros estuvieron de acuerdo con que la única opción plausible era mantener la TPM en 3%.
Un consejero resaltó que tanto las tasas de mercado a distintos plazos como los registros observados y las expectativas de inflación daban cuenta de que la política monetaria expansiva había sido la adecuada en este ciclo, y concordó con el mensaje del IPoM que una trayectoria estable de la TPM en los próximos meses era, en estas condiciones, la única opción válida.
Un consejero planteó que la opción de recortar debía ser descartada de inmediato por improcedente. La opción de subir, que había adquirido algún grado de razonabilidad un mes atrás, parecía haber perdido sustento en el corto plazo con los nuevos antecedentes y, por tanto, también debía ser descartada. En su opinión, lo recomendable era reafirmar la orientación general de la política monetaria, pues entregar señales distintas, en circunstancias que el sector privado había asimilado crecientemente el diagnóstico del banco, podría tener efectos adversos sobre la formación de expectativas. Finalizó su argumentación destacando que un elemento adicional era el bajo dinamismo en el mercado del crédito, lo que era completamente coherente con la debilidad de la demanda ya comentada.
Un consejero consideró importante insistir en la labor desarrollada por el Banco Central desde hacía ya dos años, incluso antes que se vieran en forma efectiva las cifras de desaceleración, primero con un mensaje más expansivo y luego con bajas de la TPM que en el acumulado llegaron a 200 puntos base. Los desarrollos recientes en materia de inflación más las proyecciones sobre esta variable indicaban que por el momento no existía espacio para un mayor estímulo monetario. También era cierto que en el escenario base, donde la actividad tendría un repunte claro en la segunda parte del año, a fines de este año o principios del próximo se podría estar evaluando la posibilidad de empezar a normalizar el estímulo monetario.
Por cierto, prosiguió, los desarrollos en materia de inflación y sus perspectivas indicarían si ese plazo se acortaría o se alargaría. También consideró importante mencionar que una normalización de la política monetaria no implicaba que esta dejara de ser expansiva. De hecho, era esperable que la TPM siguiera en terreno claramente expansivo, aunque en menor grado, por un tiempo prolongado. La opción de subir no parecía razonable, al menos por el momento, hasta no tener más información que confirmara las proyecciones. Por otra parte, la opción de bajar no tenía, a su juicio, mayor espacio en las actuales condiciones.