Por Cristián Bastías Flores
Pese a que en sus últimas presentaciones el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, ha reiterado que mantienen un “moderado optimismo” por el déficit de cuenta corriente que presenta la economía chilena, el economista de la Universidad de Chile e integrante del Grupo de Política Monetaria (GPM), Roberto Álvarez, asegura que este sigue siendo el principal factor de riesgo para la economía chilena.
El ex economista senior de la división de política financiera del Banco Central considera que el gobierno de Sebastián Piñera no ha hecho todo lo necesario para mejorar las cuentas fiscales y tampoco “para generar condiciones de crecimiento más altas en el largo plazo”.
- ¿En qué pie está la economía chilena?
- Estamos en un buen pie. La economía está creciendo razonablemente bien para lo que la economía chilena tiene. A uno le gustaría que el crecimiento fuera un par de puntos mayor, pero creo que no se han hecho los esfuerzos necesarios para generar condiciones de crecimiento más altas en el largo plazo. Una economía puede crecer al 6% ó 7% por un año, pero creo que Chile necesita cambios estructurales profundos si se quiere llegar a tasas de crecimiento más altas y que perduren. Dado las tasas de inversión y del crecimiento de la productividad que actualmente tenemos creo que una tasa de 4% y 5% es buen crecimiento, pero creo que podríamos aspirar a más. Ahora, probablemente el próximo año se enfrenten peores condiciones que la que estamos enfrentando ahora y ahí está el tema de si se pudo o no haber hecho algo en relación al ahorro fiscal, porque la economía estaba en mejor pie para escenarios internacionales más adversos cuando el gobierno actual recibió en comparación a como lo va a recibir el próximo.
- ¿Este peor escenario se refiere al déficit de cuenta corriente?
- Pese a que mucha gente le baja el perfil, yo soy mucho menos optimista respecto al déficit de cuenta corriente. Creo que es una señal de alerta porque la experiencia de reversiones de déficit de cuenta corriente y la evidencia empírica muestra que son bien costosos. Si un país está en el orden del 5% del déficit de cuenta corriente y el escenario internacional cambia y los capitales empiezan a salir, uno tiene que revertir el déficit de cuenta corriente para llevarlo a 2% ó 1% y eso tiene costos en el crecimiento que son importantes. En ese sentido, me preocupa que puede pasar en términos de crecimiento si es que Chile tiene que hacer un cambio abrupto de su situación de déficit en la cuenta corriente.
- Y en relación al déficit estructural, ¿el gobierno también pudo haber llegado a balance?
- Se podría haber llegado, se podría haber hecho mejor, sí, de todas maneras. Ahora si tenía los incentivos para hacerlo ya es otra discusión. Pero insisto, el gobierno que llega va a recibir una situación fiscal relativamente peor que la que recibió este gobierno y creo que no se hizo todo lo posible para mejorar las cuentas fiscales, eso es algo en lo que no debiera haber mucha discusión.
- ¿Qué se espera para la inflación a fin de año?
- Yo creo que va a estar bastante más bajo que del 3%, eso ya es un hecho de la causa. Ahora, podría ver algunas sorpresas inflacionarias que no pueden ser anticipadas, sobre todo por lo que está pasando con el precio de algunos productos alimenticios que son bien puntuales. Pero mi impresión es que eso debiese ser marginal y dado lo que se espera para el segundo semestre veo una inflación bastante controlada y bastante menor al 3%. De seguir el mercado laboral tan apretado, el crecimiento del consumo creciendo a cifras que aún no son las concordantes con la desaceleración de la economía, eso pudiese generar mayores presiones inflacionarias para el próximo año.
- En ese sentido, ¿cuándo ve una baja en la tasa de interés?
- El Central ya ha dado señales y ha planteado su discurso en términos de que es altamente probable que haya una baja de tasas en los próximos meses. La única incertidumbre es cuando va a ser. Mi impresión es que el próximo mes no, creo que aún es demasiado pronto sobre todo pensando en un mercado laboral que viene bastante apretado y con cifras de crecimiento del consumo que, con algún rezago, sigue mostrando que está bastante fuerte. En ese sentido, debería haber un par de meses en los cuales se evalúe mejor que está sucediendo con el crecimiento del consumo. Si hay una desaceleración del consumo probablemente se va anticipar esa baja de tasa.
- ¿Cuántas bajas se esperan para este año y en cuánto debiese cerrar el año?
- Pueden ser dos bajas. De mantenerse la situación de un consumo que no se desacelera fuertemente probablemente tendremos una baja y la tasa quedaría en 4,75%, pero si se desacelera más el consumo probablemente podamos ver una segunda baja para llegar al 4,5%. Eso me parece lo más razonable.
-¿Para cuándo considera que el consumo debiese mostrar una señal más concreta de desaceleración?
- Con el empleo creciendo y con los salarios creciendo no se espera una pronta desaceleración. Creo que esto no es una cosa que se pueda revertir en los próximos meses. Puede que se vea un cambio a fines de año, sobre todo con esta incertidumbre política que se está dando en el ámbto loca, eso probablemente también tendrá un impacto sobre las expectativas de los consumidores y eso hace que se pongan más precautorios.