OMC evalúa impacto de ampliación de plazo de salvaguardias propuesta por el gobierno

Gonzalo Cerda



La modificación al proyecto de ley que busca ampliar el período máximo de vigencia de las medidas de salvaguardias y que presentará próximamente el gobierno ante el Congreso, pone a tono a Chile en el escenario internacional en esta materia.

Según el embajador de Chile ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) con sede en Ginebra, Mario Matus, hasta ahora la ley que ha aplicado el país es más estricta que la del organismo multilateral. “El proyecto de ley (...) es un avance. Lo que no podemos hacer es ir más allá”, advierte.

Y explica que “los países tienen herramientas legítimas de protección y su utilización debe ser analizada caso a caso”.



- ¿La ampliación de las salvaguardias propuesta por el gobierno, no desincentivaría la interacción con los mercados?


- Aquí hay que ponernos en contexto. Los países tienen herramientas legítimas de protección y la única validada a nivel internacional es el arancel aduanero. Frente a eso, siempre van a existir situaciones de excepción, crisis, donde se tiene que reaccionar con medidas especiales.



- ¿Estas medidas a qué apuntan? 


- Ocurre frecuentemente en el mundo que hay aumentos intempestivos de importación de algunos productos y frente a eso, se aplican las salvaguardias. Dado que siempre la lógica es que, si un producto está entrando a menor precio, es mejor para el consumidor, se debe considerar si ese precio es real o no, o si está reflejando los costos de producción. La consecuencia de esto es que de manera temporal, una industria nacional se pueda ver afectada. No es lógico que se deje quebrar una empresa por un aumento momentáneo de importaciones, porque las situaciones varían año a año. Las salvaguardias se aplican para enfrentar estas circunstancias excepcionales, esto es legítimo y no es una medida de protección.



- ¿Las salvaguardias pueden ser consideradas un arma de doble filo?


- Si y no. Cualquier alza de arancel va a desincentivar el comercio, pero hay que poner en la balanza, si por otro lado, dejo quebrar toda una industria nacional por una situación coyuntural. Esta situación es tan comprensible, que está aceptado en la OMC y en todos los tratados bilaterales. La existencia de salvaguardias es algo que no se entiende como proteccionismo, pero hay que estar atento porque siempre hay posibilidades de abuso. La OMC establece las reglas y en materia de salvaguardias dice dos años que pueden ser prorrogables por otros dos, porque se entiende que es una situación temporal, cuatro años como máximo. 


- ¿Entonces Chile busca equilibrar esta situación?


- La ley que tiene Chile hoy es más estricta que la de la OMC. Esta es una decisión nacional. El proyecto de ley, que entiendo pretende poner en consonancia la normativa chilena con la de la OMC, es un avance. Lo que no podemos hacer es ir más allá, o sea, decir tres años más tres años, no sería posible. Y si se hace al otro día nos van a demandar los países en la OMC diciendo “ponga sus normas en conformidad a las de la OMC”.



- ¿Cuál es la situación de Chile en el contexto internacional respecto de la utilización de medidas especiales?


- Chile, por ejemplo, está dentro de los mayores usuarios del sistema de solución de controversias, sumando demandante y demandado, lo que es natural en los países que tienen mucho comercio.



- ¿Esto no afecta la imagen del país?


- No, para nada, no es extraño. Si se miran las estadísticas de la solución de controversias, más del 50% obedece a Estados Unidos y la Unión Europea, ya que son los grandes mercados del mundo donde hay tensiones y muchos conflictos. En esta materia, Chile es un actor preponderante, como demandante, como demandado y como juez.

- ¿

Y con la prórroga propuesta por el gobierno?


- Todo es posible, pero es improbable. Si uno mira en materia de herramientas de defensa comercial, Chile es un niño de pecho comparado con otros países.