Se aproxima la Navidad y, según resultados de una encuesta realizada por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC), la disposición a comprar en esa fecha se mantiene alta aunque con una marcado interés por racionalizar volúmenes y montos.
De los 682 encuestados, un 88% comprará regalos y el 12% no. Entre los primeros, un 38% considera que sus presentes serán menos que en 2024 y un 36% reducirá sus gastos.
Las principales razones para un menor gasto son la inflación (27%), desempleo (22%), la situación económica familiar (18%), seguido por el panorama de incertidumbre del país (16%) y alto nivel de endeudamiento (14%).
Gasto promedio
Acerca del monto que se pretende gastar, se alcanza un promedio de $ 124.000, con una media de siete regalos por persona y un gasto por regalo que bordea los $ 17.746. Cifras bastante en línea con 2024. En el caso de las mujeres, la media de regalos es 8,1 y en los hombres es 6,0.
Un 18,2% de los encuestados se ubican en un gasto total menor a los $ 50 mil y un 18,7% en uno que va de los $ 50 mil a los $ 75 mil; un 19,2% entre $ 75 mil y $ 100 mil; luego un 17,9% entre $ 100 mil y $ 150 mil y en el extremo alto hay un 7% que gastará sobre $ 300 mil, destacando hombres, mayores de 30 años, de Santiago y nivel ABC1C2.
Respecto a las categorías más demandadas en esta Navidad serán vestuario, con un 94% de encuestados; luego belleza y cuidado personal con 83%; juguetes con 79%, accesorios con 78%, calzado (72%), artículos deportivos con un 70% y librería con 67%.
En cuanto a los tres atributos más buscados a la hora de hacer compras navideñas, los encuestados se inclinan por buscar buenos precios, promociones y ofertas con un 87% de preferencias, sin brechas significativas por sexo, nivel socioeconómico o edad; de lejos le sigue con un 40% la variedad y un 34% la disponibilidad. Luego viene el contar con todo medio de pago (33%) y la velocidad de despacho (32%), aumentando esta última significativamente frente al año pasado.
Comportamiento de compra
El comportamiento predominante para esta Navidad será altamente planificado: un 72% de las personas declara que comprará sus regalos con anticipación, mientras solo un 23% lo hará de forma improvisada. Las diferencias demográficas son claras: la planificación aumenta levemente con la edad, siendo los jóvenes los que tienen mayores porcentajes de improvisación.
Los eventos como Black Friday, Cyber y la publicidad en redes sociales tienen un nivel de influencia intermedio, con un comportamiento muy distribuido: un 34% los considera muy o totalmente influyentes (niveles 4 y 5), un 32% los ve como “algo influyentes” y un 34% declara que influyen poco o nada. Las diferencias más notorias están por edad: los de 31-45 años son el segmento más influido, con un 40% en niveles altos (4 y 5) junto con nivel socioeconómico C3D.
En cuanto a la fecha de compra, predomina ampliamente la primera quincena de diciembre, con un 49% que concentra sus compras en ese periodo. Le sigue la segunda quincena de noviembre, que también captura un volumen importante (35%), impulsado por eventos promocionales y oportunidades de precio.
Los patrones por grupo son muy claros: las mujeres adelantan más las compras (47% compra en la segunda quincena de noviembre), mientras que los hombres se inclinan más por la primera quincena de diciembre (56%). Los grupos de 31 a 45 años son los que más adelantan, con un 48% comprando ya en noviembre, mientras que los jóvenes más compras en diciembre.
La compra de “último minuto” (días antes de Navidad) es minoritaria (11%), pero destaca entre hombres, entre jóvenes y en Santiago (14% en los tres casos).
¿Dónde compran?
Respecto al canal de compra, los resultados dan cuenta de la importancia que siguen teniendo las tiendas físicas, sin perjuicio que se complemente también con el canal digital. Un 39% de los encuestados dice que solo comprará en tiendas físicas y un 49% usará ambos canales. Por su parte, un 12% comprará exclusivamente en el canal online.
En términos territoriales, son las regiones las que presentan una mayor inclinación hacia el comercio presencial (41%, frente a 36% en Santiago), mientras que Santiago muestra un uso más alto de compra solo online (15%, versus 9%).
Los centros comerciales se mantienen como el principal punto de compra (75% de preferencia), percibidos además como el espacio más seguro (64%). Pero donde la seguridad, de hecho, continúa incidiendo fuertemente en el comportamiento, 52% ha modificado sus hábitos por temor a la delincuencia, ya sea evitando ciertos barrios o restringiendo horarios.
Medios de pago
Respecto a los medios de pago, destaca la tarjeta de débito (respuesta múltiple con una media de 1,9 menciones por encuestado), donde un 67% planea pagar sus compras con ella, mostrando una transversalidad muy marcada por sexo, edad y zona; luego un 28% menciona la tarjeta de crédito (35% en el NSE ABC1C2) y un 24% las tarjetas de casas comerciales, con un rol relevante en los hogares de menores ingresos (28% en NSE C3D), evidenciando su función como mecanismo de financiamiento accesible.
Luego un 19% menciona el efectivo, mayor entre más edad tiene el encuestado (30% en mayores de 46) y también más alto en el NSE C3D (28%) y muy bajo en los de 18 a 30 años (3%), le sigue un 15% que se inclina por las tarjetas de prepago, más fuerte en los segmentos más jóvenes, y finalmente un 9% menciona la transferencia bancaria, más fuerte en NSE C3D (15%) y en los mayores de 16 años (19%).
En promedio, los consumidores declaran usar cerca de dos medios de pago, lo que evidencia una canasta diversificada que combina digitalización, necesidad de financiamiento y accesibilidad según perfil socioeconómico.
Un dato decidor es que un 14,1% de los encuestados menciona que tiene pensado endeudarse para las compras navideñas, similar a lo reportado en 2024.
Finalmente, la Navidad sigue siendo el evento comercial más relevante del año para el retail chileno, concentrando entre el 11% y 12% de las ventas anuales y registrando un nivel de ventas alrededor de 35% superior al promedio mensual. Su impacto no solo se refleja en los ingresos del comercio, sino también en la activación de empleo temporal, logística, transporte y múltiples servicios asociados.