- Según el ministro de Hacienda, un salario mínimo como el propuesto nos sitúa en el primer puesto en América Latina...
- Si, pero es importante partir diciendo que usar el salario mínimo como medida electoral, no es buena idea; usar el salario mínimo como política social muy fuerte, tampoco es buena idea. Porque de alguna forma el salario mínimo puede ser un arma de doble filo, puede ser que subiendo un cierto monto ayude a la gente que está en el margen, pero pasado cierto nivel puede empezar a perjudicar a otro por lo tanto no es el mejor instrumento para hacer política social ni política pública. Ahora cuando empiezan a compararlo con países, creo que no es muy buena idea porque depende mucho de los distintos países.
Si uno se compara por ejemplo, con algunos países donde la informalidad es tremenda, uno puede ver salario mínimo muy alto y no dice nada, porque nadie los está pagando. Entonces, hacer este tema de que por el salario mínimo estamos en la cumbre no creo sea la mejor métrica. Ahora, cuánto es lo que uno podría crecer en estas circunstancias, es otro tema, los $ 205.000 implicaría un alza de 6,2% ¿es alto o es bajo? Uno tiene que partir mirando cuánto ha sido la tasa de crecimiento de los salarios reales en la economía en el último tiempo y uno se da cuenta que estos han sido del orden de 3,4% desde julio hasta enero, por lo tanto, uno debería pensar qué pasa si es que sigue más o menos esta misma tendencia, si el mercado laboral se ha seguido estrechando.
Por lo tanto, uno ve que de alguna forma vamos a tener que la demanda por trabajo va a estar alta y si uno ve eso puede decir ok es lo más probable es que la tendencia de crecimiento de los salarios de toda la economía quizás sea un poquito más alto o igual que lo que teníamos desde julio hasta ahora.
- ¿Pero le queda margen al gobierno para aumentar un poco más su propuesta?
- Si uno hace ese ejercicio simple y ve que estaríamos hablando de un crecimiento quizás un poco más alto de un 6,8% ó 7,2%. Eso te da de alguna forma un crecimiento algo más alto del que está planteando el gobierno, pero no mucho más tampoco. Creo que el gobierno ha lanzado una propuesta que le deja un cierto margen de acción para subir $1.000 en la negociación, de hecho, si uno ve un salario mínimo de $ 207.000 más o menos, significaría un alza de 7,2% nominal, que sería bien cercano a replicar el crecimiento del Indice de Remuneraciones del mes de enero que fue 0,6%.
- ¿Los niveles de crecimiento de la economía permiten este reajuste de $ 205.000?
- Un salario de $ 205.000 hasta $ 207.000 son niveles que están acorde al crecimiento del país y que se observan en el mercado, en los otros trabajos, uno observa que los salarios en promedio durante junio a julio van a tener un alza de ese orden, del orden del 7%, con lo cual llegar a un salario mínimo algo por sobre lo que plantea el gobierno son salarios que son razonables para el crecimiento actual de la economía y para el nivel de estreches que está teniendo el mercado laboral.
- Pero lo que plantea la CUT es que este reajuste dista mucho de los $ 250.00 que ellos consideran justo...
- Aquí hay un tema bien complejo. Efectivamente si uno se pone en el pantalón de alguien que está ganando $ 250.000 u hoy $ 193.000 o que pase a $ 205.000, claramente es un salario que es complejo para poder alimentar una familia. Ahora tampoco podemos caer en lo que se haya llamado voluntarismo, decir que por decreto voy a cambiar las relaciones laborales y los ingresos de las personas, porque si está muy por sobre la productividad de las personas, empieza a ser contraproducente porque la gente empieza a ser contratada sin contrato formal, por lo tanto todo los beneficios de previsión social se pierden y la gente pasa a estar fuera del sistema. Si se sube a
$ 250.000 va a haber una buena fracción de los trabajadores menos calificados que va a perder su trabajo o pasar a un empleo informal y eso termina siendo más desfavorable para los trabajadores.