El General Körner, el reformador prusiano en Chile

Por Alejandro San Francisco Profesor del Instituto de Historia y la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Chile.

Por: | Publicado: Viernes 19 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
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Una de las cosas más notables del triunfo chileno en la Guerra del Pacífico fue la comprobación de que -a pesar de la valentía del soldado chileno- el país no tenía una adecuada capacidad bélica, según los estándares internacionales, como los existentes en Europa, por ejemplo. La autocrítica posterior al conflicto, la ausencia de estudios militares, la consideración de la guerra como una ciencia, entre otros factores, llevaron a la convicción de que era necesario avanzar, como ha ilustrado Enrique Brahm en un excelente estudio, desde “el soldado romántico al profesional de la guerra”.

Para ello Chile contrató los servicios del soldado prusiano Emil Körner (1846-1920), que no sólo formaba parte del principal ejército del mundo, sino que había sido el tercer mejor alumno de su generación en la famosa Kriegsakademie. En 1885 arribó al país, donde desarrollaría una larga carrera militar, que comenzó poco después con la creación de la Academia de Guerra del Ejército, destinada a formar la oficialidad de la institución y que rápidamente adquirió su sello prusiano.

Los años posteriores estuvieron marcados por una prolífica labor, en el camino de la profesionalización del Ejército. Al alero de Körner surgieron las revistas institucionales y la misma Escuela Militar adquirió un sello más profesional, donde enseñaba Jorge Boonen Rivera, el gran discípulo del prusiano. Todo parecía marchar bien, hasta que llegó 1891 y, con ello, un momento crucial en la vida del soldado alemán.

Fue entonces cuando Körner resolvió participar en la lucha contra el gobierno de José Manuel Balmaceda, motivado por razones familiares y también por ciertas convicciones políticas. No se pueden descartar divergencias al interior del Ejército, que llevaron finalmente al trágico enfrentamiento intestino de los antiguos vencedores de 1879. El bando congresista, al que adscribió Körner, resultó vencedor, y muchos destacaron que el prusiano había sido factor clave en la victoria. “Körner es el héroe del día”, informó con jactancia Gutschmid, el representante alemán en Chile, mientras el corresponsal del Mercurio de Valparaíso lo llamó el “verdadero Mesías del Ejército constitucional”.

Con ello, después de la guerra y bajo un régimen parlamentario, el prusiano ascendido a General quedó con carta blanca para proseguir sus reformas, que incluyeron las misiones alemanas a Chile, el envío de nacionales a perfeccionarse a Europa, la compra de armamentos a la industria prusiana, además de la creación del Servicio Militar Obligatorio y la reforma en la estructura del Ejército.

Los años siguientes fueron de supremacía prusiana incluso en el uniforme y en el estilo de las marchas militares, aunque la tarea no estuvo exenta de críticas y dificultades varias. Körner ejerció como Inspector General del Ejército entre 1900 y 1910, cuando pasó a retiro de la institución y regresó a su natal Alemania, donde falleció en 1920, recibiendo homenajes tanto del Congreso Nacional chileno como del Ejército del país al que había servido como propio.

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