Los
acreedores de General Motors (GM) tienen que decidir antes de la medianoche de
hoy si aceptan la propuesta para cambiar US$ 27.000 millones de deuda no
asegurada por acciones de la nueva GM como propuso el Departamento del Tesoro
de EE.UU.
La
propuesta del Gobierno estadounidense y General Motors a acreedores como
Fidelity Investments y Franklin Templeton Investments, así como alrededor de
100.000 individuos que tienen bonos de GM, es recibir un 10% de la nueva GM a
cambio de eliminar los US$ 27.000 millones.
La
respuesta afirmativa a la propuesta es el último obstáculo que General Motors
tiene que salvar para evitar declararse en quiebra después de que el fabricante
y sus trabajadores (tanto en EE.UU. como en Canadá) acordaran nuevos convenios
colectivos que reducen los costes laborales de GM.
El
presidente estadounidense, Barack Obama, dio a General Motors hasta el 31 de
mayo para que alcanzara acuerdos con sus trabajadores y acreedores o dejaría de
proporcionar préstamos al fabricante de automóviles.
Desde
diciembre General Motors ha estado funcionando gracias a los US$ 19.400 millones
que Washington le prestó a la empresa. Además, el fabricante dijo que
necesitará otros US$ 7.600 millones a partir del 1 de junio para mantener la
producción en sus plantas.
El pasado
30 de abril, Chrysler se tuvo que declarar en quiebra después de que un
reducido número de acreedores se negara a aceptar US$ 2.000 millones en efectivo
a cambio de eliminar los US$ 6.900 millones de deuda asegurada del fabricante.