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El alcalde de Quito quiere tomar el metro para llegar a la presidencia

Mauricio Rodas espera que el anhelado proyecto de transporte dispare su popularidad en la congestionada capital y lo catapulte a las elecciones de 2017.

Por: | Publicado: Viernes 6 de febrero de 2015 a las 04:00 hrs.
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Mauricio Rodas, el alcalde de oposición de la congestionada capital de Ecuador, Quito, anunció que el antiguo proyecto para construir un ferrocarril subterráneo seguirá adelante. Esto debería aumentar las perspectivas políticas antes de su esperada segunda postulación a la presidencia en 2017.

Tras asumir el cargo en mayo de 2014, Rodas, del partido opositor Sociedad Unida Más Acción (Suma), se trabó en una disputa con el gobierno de izquierda del presidente Rafael Correa por el financiamiento para la línea del metro.

El mandatario se había comprometido con el predecesor de Rodas, Augusto Barrera, del partido Alianza País, a aportar la mitad de los fondos (o US$ 750 millones) para el proyecto, que originalmente costaba US$ 1.500 millones.

Oficialmente conocido como Proyecto Línea Uno del Metro de Quito, la iniciativa prevé una línea de 23 kilómetros que correrá de norte a sur, con quince estaciones. Barrera comenzó los trabajos de construcción de las dos mayores estaciones antes de la principal licitación del proyecto.

Ofertas costosas

A pesar de la decisión de Barrera de comenzar la construcción, las cuatro ofertas presentadas en julio para el proyecto principal, estuvieron muy por encima de US$ 1.500 millones (entre US$ 1.700 millones y US$ 2 mil millones), sembrando dudas sobre la iniciativa y motivando a Rodas a pedir ayuda a Correa para cubrir la diferencia.

Con las finanzas del gobierno central bajo presión por los precios del petróleo, Correa se opuso y sugirió a la municipalidad que encuentre recursos por sí sola. Sin embargo, con un ojo en las elecciones presidenciales de 2017, donde ambos hombres pretenden competir (Correa, a la espera de la aprobación final de una enmienda constitucional del congreso que se lo permita; y Rodas presentándose por segunda vez, luego de obtener un tercer lugar en 2013), a ambos políticos les interesa dejar el proyecto listo y marchando.

Hay importantes problemas con la congestión de la capital y los quiteños culpan tanto al gobierno central como al municipal.

Aceptar la presión con la esperanza del premio

Con la mira puesta en aumentar su estatus político por finalmente llevar el metro a Quito, el 2 de febrero Rodas anunció que la municipalidad está dispuesta a asumir los casi

US$ 500 millones en deuda adicional de entidades multilaterales incluyendo al BID, la Corporación Andina de Fomento y el Banco Europeo de Inversiones. Estos tres organismos, más el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, aportaron inicialmente US$ 911 millones en conjunto.

Correa, por su parte, ha acordado firmar una garantía por la deuda municipal ampliada, lo que representa cierto riesgo para el gobierno central en caso de que Quito se vea ante la posibilidad de no poder realizar los pagos acordados.

Ha habido algunas sugerencias por parte del ministro de Hacienda, Fausto Herrero, de que parte de los prestamos chinos acordados con Ecuador en enero (por un total de US$ 7.500 millones) podría ser usada para el proyecto del metro; este no parece el caso. Sin embargo, Correa, quien está apoyando el proyecto, seguirá pudiendo reclamar parte del beneficio político por la iniciativa.

La municipalidad de Quito comenzará ahora las negociaciones con el postor más competitivo, un consorcio que incluye al gigante brasileño de ingeniería Odebrecht y la firma española de ingeniería, Acciona.

Rodas también anunció recientemente la construcción de varios sistemas públicos de tranvías para Quito, similares a los de Medellín, Colombia, y La Paz, Bolivia. Estos deberían estar terminados antes del nuevo metro –cuya construcción tomará alrededor de 42 meses– y deberían permitir a Rodas reclamar su legítimo puesto como el hombre que revolucionó el transporte en la capital, el mayor distrito electoral del país.

¿Carrera más competitiva?

Si el papel de Rodas en el desarrollo del transporte público de Quito es suficiente para empujarlo a la presidencia en 2017 es un punto a debatir.

Aunque los menores precios del petróleo significan un par de años complicados para la economía ecuatoriana, el gobierno espera una recuperación relativamente rápida a medida que los nuevos depósitos petroleros inicien su explotación en 2016, justo a tiempo para las elecciones presidenciales de febrero de 2017.

Correa sigue siendo popular y, en caso de ir por un cuarto mandato consecutivo, continuará siendo el candidato favorito.

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