La firma francesa Moët Hennessy, parte del mundialmente reconocido grupo de marcas de lujo LVMH (Louis Vouitton-Moët Hennessy), está apostando en grande por el mercado de destilados de alta gama en el país.
Gilles Veluzat, managing director Caribbean and Central & Andean America de la compañía, explica que en el país hay espacio para crecer.
"En el negocio de las bebidas alcohólicas de lujo hay una gran oportunidad, porque hoy se venden productos bastante baratos. Un buen vino no puede ser barato, es imposible, porque necesita un saber hacer, el añejamiento y todo eso cuesta muchísimo dinero y un vino barato no puede ser bueno", dice.
Por eso la marca insigne con la que esperan conquistar y elevar los estándares de los consumidores locales es Moët Chandon, el champagne de origen francés que también es producido en Argentina.
"Nuestro grupo dice 'beber menos, pero beber bien'. El consumo masivo de vinos y licores no es bueno para la salud y además no disfrutas tanto la vida si tomas un vino más o menos, pero si tomas uno bueno disfrutas tu momento. Eso es lo que estamos tratando de hacer, enseñar a nuestros clientes sobre los mejores productos del mundo", señala.
Ese plan de educar ya se está concretando en el país, ya que han importado máquinas que permiten la venta de vinos espumantes por copa, que ya han sido instaladas en cerca de 12 restaurantes de Santiago.
Este sistema, que nació en Europa y que es tendencia a nivel mundial, tiene la ventaja de que permite dar a conocer los productos y además ofrecer un consumo en cantidades más pequeñas, consigna que promueve Hennessy.
"En Chile está pasando lo contrario. Tenemos un gran desafío en los próximos años, que es educar al chileno, enseñarle a beber y qué producto beber", detalla Veluzat.
Las nuevas generaciones son el nicho al que están apuntando, ya que -explica-, este grupo es el que está impulsando el consumo de productos de la gama más alta en vinos y destilados.
"La generación anterior, por razones políticas o por la historia del país, no se ha acostumbrado a consumir productos caros y de lujo, pero con la nueva generación, viajando más, expuesta a este tipo de productos, está consumiéndolos más y nosotros queremos conquistarlos", dice.
El grupo LVMH también incluye en su portafolio marcas premium como champagne Dom Pérignon, Veuve Clicquot, Krug, Ruinart, Chandon, cognac Hennessy, vodka Belvedere y whisky de malta Glenmorangie y Ardbeg.
Las expectativas del grupo para este año son "crecer a doble dígito respecto a 2014 y seguir educando, porque me imagino que para una mujer es mejor comprar una cartera de Louis Vouitton que cien carteras de mala calidad, con los destilados es lo mismo", concluye Veluzat.