Andina y Embonor acusan falta de fundamento de la FNE en caso “marcas B”
Las compañías desechan los fundamentos con los que se les imputa supuesto abuso de posición dominante...
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Por José Carlos Prado
A través de extensas presentaciones, las embotelladoras Andina y Embonor rechazaron de plano las acusaciones de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) por abuso de posición dominante frente a las llamadas marcas “B”.
Ambas compañías – que tienen la franquicia de Coca Cola en Chile- invalidaron los argumentos de la entidad que encabeza Felipe Irarrázabal y además advirtieron que los hechos impugnados, de ser ciertos, ya estarían prescritos.
Desde Andina emplazaron a la FNE, acusándola de haber “incurrido en una infracción de los principios que rigen el ejercicio de la actividad de la administración del Estado, así como la política pública de libre competencia”.
Y es más. Agregan que con las interpretaciones expuestas en el requerimiento, se “ha pretendido intervenir y regular el legítimo empleo de los descuentos y la política de inversiones como una herramienta competitiva”.
En ese sentido, afirma que la acusación tiene “pobreza” en su sutento y carece de todo fundamento, por lo que pide que se rechace la pretensión de multa.
Asimismo, solicita al Tribunal que tampoco se consideren las medidas “correctivas” y “restrictivas” que la FNE pretende que se le apliquen a Andina.
Prescrito
Mientras que los argumentos de Embonor recalcan que los actos cuestionados son lícitos y no han generados ni buscan las consecuencias que describe el requerimiento presentado el miércoles 20 de abril pasado.
Uno de los aspectos de forma en que pone énfasis la presentación de los abogados de Embonor es en la eventual prescripción de los hechos imputados. Para comprobar esto, enumera cada uno de los ítem donde las impugnaciones quedan desfasadas en el tiempo.
Parte importante de la respuesta de Embonor -así como también la de Andina- se encargan de describir el mercado interno, detallar dónde están presentes y especificar las razones económicas de sus políticas. Al respecto, Embonor señala que el mercado es abierto, “con competidores vigorosos y sin la existencia de barreras a la entrada determinantes”. Con esto, desmienten a la fiscalía en su acusación de abuso de posición dominante, pues sostienen que ni siquiera tienen una presencia de dominio.
En los próximos días, ambas embotelladoras deberán responder nuevamente ante el TDLC, esta vez por la demanda presentada por embotelladora de “marca B” ELSA, la que las acusa por los mismos hechos anticompetitivos.