El presidente de la región belga de Flandes, Kris Peeters,
calificó hoy como un "giro extraño" la decisión de General Motors
(GM) de detener el proceso de venta de su filial Opel al grupo
austríaco-canadiense Magna.
Peeters comentó en una entrevista concedida a la radio
pública flamenca VRT que GM ha informado de que quiere reunirse con todos los
gobiernos implicados en el proceso para explicar la decisión y aseguró que si
ese contacto no se produce pronto será él mismo el que se dirija a la compañía.
Bélgica quiere contar con una "visión clara" sobre
la decisión a más tardar la próxima semana.
El presidente de ese país anunció la creación de un grupo de
trabajo en el que estén representados los sindicatos y expertos para defender
el futuro de la planta de Opel en Amberes.
Preguntado por los 500 millones de euros (unos US$ 745
millones) que el Gobierno flamenco pensaba dar para motivar la inversión en
esta fábrica, Peeters respondió que la oferta es todavía válida.
"Si Amberes logra un futuro sostenible podemos hablar
de ello", añadió.
Según Peeters, "GM tenía un plan de reestructuración
que no era bueno para Amberes (...) ahora hablamos de otro plan. La cuestión es
saber cuál es la posición de Amberes dentro de ese plan".