El fabricante estadounidense Chrysler, que junto con General
Motors y Ford está pendiente de recibir un plan de rescate del Gobierno, y su
socio en China, Chery, aplazaron sus planes de colaboración para la venta de
vehículos chinos en la UE y EEUU.
Según recoge hoy el portal del diario China Daily, ambas
empresas han pospuesto sus planes, anunciados en julio de 2007, para fabricar
modelos de pequeño y medio tamaño producidos a bajo costo, que iban a ser
comercializados bajo la
marca Dodge en ambos mercados.
Debido a la crisis financiera, "ambas partes han
decidido que sería mejor para las dos desarrollar y promover de manera
independiente sus propios negocios", anunció Jin Yibo, portavoz de Chery,
el cuarto mayor fabricante chino y uno de los más presentes en América Latina,
sobre todo con su popular modelo QQ.
Chery y Chrysler se quedan así sin terminar de cerrar sus
conversaciones para la creación de una empresa mixta en China, cuyo primer
modelo iba a ser un vehículo basado en el compacto de Chery A1.
La crisis está afectando también a Chery, que tiene planes
para recortar en cerca del 30% su número de empleados debido a las dificultades
que atraviesa el sector en China por la reducción de las ventas de automóviles,
por efecto de la crisis financiera.
La compañía china además está asociada en su propio país con
el grupo italiano Fiat, para el que produce cerca de 100.000 motores anuales, tanto
para sus vehículos producidos en China como en otros mercados mundiales.