Gobierno define fórmula para asegurar la generación con gas desplazando al carbón
El miércoles, la CNE publicó el borrador de la nueva norma técnica, tras casi ocho meses de discusión con generadoras.
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Casi ocho meses de discusión, con estudios, opiniones de expertos y varios desacuerdos, terminaron hace dos días con la publicación por parte de la Comisión Nacional de Energía (CNE) del borrador de una nueva norma técnica que busca privilegiar la operación de las centrales que usan gas natural, dejando sin operar a aquellas que queman carbón y diésel.
Siete reuniones, donde participaron las principales generadoras del país -Endesa Chile, AES Gener, Colbún y E-CL-, además de los interesados en instalar nuevos proyectos como Mitsui, GNF y EDF, así como representantes de los CDEC, entre otros, terminaron en un texto de 20 páginas que fue sometido a consulta por parte de la industria, previo a la publicación definitiva a fin de mes.
La nueva norma permitirá que los CDEC, organismos que coordinan la operación del sistema, conozcan el costo real del gas natural que usan las generadoras y planificar con antelación el despacho de ese tipo de unidades.
La norma estipula que las empresas que tengan contratos de suministro de gas en modalidad take or pay deberán informar al CDEC la flexibilidad o inflexibilidad de su suministro, ya que las segundas serán despachadas en base, es decir, operarán a todo evento, mientras que los segundos seguirán bajo los criterios actuales de despacho a partir de criterio económico.
Esta forma de operar será factible porque los contratos inflexibles serán considerados a costo cero, con lo cual el gas terminará siendo más barato que el carbón y lo desplazará. Lo mismo sucederá con el diésel.
En el caso de los contratos con suministro flexible, este combustible será contabilizado a su costo variable, siguiendo el criterio actual, con lo cual las centrales que usen esa porción del hidrocarburo se despacharán después del carbón, en caso de que la demanda eléctrica lo requiera.
Cada mes las generadoras tendrán que informar su disponibilidad de gas natural con un horizonte de seis meses en el cual no podrán realizar ajustes posteriores.
Discusión compleja
Actualmente, en el país hay unos 4.000 MW en capacidad instalada en base a gas natural, de un total en torno a los 20.000 MW. Este hidrocarburo representa el 16% del mix de generación del sistema, lo que llevó a la autoridad a elevar el peso de este combustible.
El plan del gobierno está en línea con la medida que el CDEC del Sistema Interconectado Central (SIC) tomó a fines de mayo, para limitar el espacio para especular con los precios del gas natural, aprovechando el costo alternativo asociado al mercado secundario que abrió la exportación a Argentina.
Si bien hoy hay acuerdo en gran parte de los puntos de la nueva norma, un conocedor de las negociaciones señaló que estas fueron difíciles, pues en una primera instancia las eléctricas no estuvieron dispuestas a “abrir” sus contratos de abastecimiento de gas -dando a conocer precios, situación de abastecimiento y otras variables comercialmente sensibles-, condición que el gobierno impuso para llevar adelante el cambio regulatorio.
La CNE recurrió a un conocedor de la operación de los contratos de GNL que tienen las empresas, el ex ejecutivo de Endesa Chile José Venegas, quien realizó un estudio que se tomó como base para la construcción de la norma.
Otro participante de las reuniones sostuvo que, aparte del tema comercial, las eléctricas están preocupadas por las implicancias que este cambio podrían tener en el ámbito de la libre competencia, ya que las empresas que adhieran al nuevo mecanismo podrían ser acusadas de dumping ante la Fiscalía Nacional Económica, entidad que está mirando de cerca a esta industria.
La autoridad reconoce que ese fue uno de los temas complejos, pero que hoy la discusión está centrada en otro punto: el plazo de seis meses que las empresas deben informar, pero firmas como AES Gener, habrían solicitado reducirlo a tres, especialmente en los meses de invierno, debido a la poca probabilidad que tienen para pronosticar de forma certera el nivel de lluvias de cada año, lo que incide directamente en la operación del sistema, aunque ello no necesariamente debería interferir en la disponibilidad del hidrocarburo, especialmente, cuando los contratos están en la modalidad “take or pay”.