Tercer operador en transmisión ve fuerte caída en inversiones tras unión SIC-SING
El ejecutivo de la firma brasileña sostiene que se debe mejorar el marco legal para potenciar las líneas de transmisión adicionales.
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Una vez concluidos los megaproyectos de transmisión eléctrica actualmente en marcha, el sector podría afrontar una fuerte caída en sus niveles de inversión por la ralentización de la actividad minera y la falta de nuevas centrales de generación de gran tamaño.
Este es el diagnóstico que tiene la firma de capitales brasileños Alumini Ingeniería, el tercer actor en el segmento de transmisión en el país, que el año pasado tuvo proyectos por unos US$ 100 millones y construyó 200 kilómetros de línea de 220 kilovoltios.
Andrés Castro, gerente general de la firma, sostiene que tras la conclusión de los proyectos de expansión del sistema troncal entre Polpaico y Cardones y la interconexión entre SIC y SING -proyecto donde la firma participa como constructor junto a Sigdo Koppers-, las inversiones podrían reducirse en hasta dos tercios.
“Los proyectos grandes en curso implican inversiones por unos US$ 1.600 millones, y despues de eso creo que la industria tendrá rangos de inversión, relacionados al crecimiento del sistema, de US$ 300 millones o US$ 400 millones por los próximos años”, dice el ejecutivo.
La razón tras esta ralentización está en que aún se ve lejana la recuperación del sector minero, uno de los principales demandantes de las denominadas “líneas dedicadas”, o proyectos privados de transmisión, y también en la falta de grandes iniciativas energéticas que justifiquen la construcción de tendidos de gran tamaño, como lo hubiera sido HidroAysén.
“Entre Polpaico-Cardones y la interconexión suman 1.400 kilómetros de líneas, y salvo HidroAysén, no hay otro proyecto que tenga un tamaño similar. Creemos que en los próximos cinco años va a haber menos trabajo que en los anteriores, y que el sector va a pasar por un bajón, pero eso podría atenuarse en la medida que hubiera un marco regulatorio que haga atractivos los proyectos de transmisión adicionales”, señala.
El ejecutivo sostiene que los proyectos eléctricos, especialmente las centrales ERNC, enfrentan dificultades para conectarse a la red. “La negociación entre las empresas no es tan fácil porque el marco regulatorio no establece tasas de rentabilidad respecto de la transmisión adicional, hay un borrador de reglamento, pero aún no es ley”, dice.
Castro afirma que la compañía también participa hoy en el negocio de generación -tiene cinco unidades de respaldo en operación-, y que en el futuro destinarán unos
US$ 200 millones para expandirse en ésta área, principalmente enfocados en proyectos fotovoltaicos y nuevas líneas de transmisión. “Acá actuaremos como inversionistas”, afirma.
La compañía tiene intención de participar en las próximas licitaciones de suministro eléctrico de la mano de un socio, pero sostiene que son los actuales incumbentes -principalmente Endesa, Colbún y AES Gener- los que tienen la mayor posibilidad de adjudicarse una parte importante de los 12.500 GWh en contratos de largo plazo que la autoridad subastará a fines de julio próximo.
Foco en brasil con SK
La firma hoy construye en conjunto con Sigdo Koppers la línea que unirá el SIC y SING, pero la apuesta del consorcio es potenciar el negocio, para lo cual se enfocarán en los desarrollos que puedan llevar adelante en Brasil.
Según señala Castro, en los próximos meses participarán de licitaciones para la construcción de 12.000 kilómetros de red en ese país, de los cuales ya tienen contratos por 500 kilómetros a través de su alianza con la china State Grid, y aspiran a llegar hasta 2.000 kilómetros de tendido en 500 kilovoltios. "Estamos seguros de que allá podemos construir unos 1.000 kilómetros de líneas al año", sostiene.
La interconexión entre SIC y SING muestra un avance sobre 40% y ya se han instalado unas 270 torres, dice. La semana pasada comenzaron la instalación de los conductores, y el proyecto estaría operativo en agosto de 2017.