Maersk Line rebautizó su operación intra-regional de portacontenedores en América con la marca SeaLand, que estrenó a partir de este mes.
La denominación no es nueva en la industria, pues se usó hace décadas y de hecho, esa firma hizo el primer contenedor moderno en la década del '50.
"Este cambio de marca permite que la compañía a nivel mundial logre focalizarse y modificar su estructura para entregar un mejor servicio a un trader más específico. Seremos especialistas en el transporte marítimo entre todos los países de las Américas", explica Francisco Ulloa, gerente general de SeaLand para Chile, Perú, Bolivia y Ecuador.
La estructura de esta filial del grupo danés Maersk es similar a la que tiene con otras operadoras regionales, como MCC Transport, que presta este tipo de servicios en Asia, o Seago Line, que sirve entre países de Europa.
La firma heredó la cuarta posición en el mercado local, con el 9% de participación, lo que representa un movimiento anual equivalente a casi 100 mil TEU's, y sus principales competidores son la fusionada Hapag Lloyd- CSAV, Hamburg Süd, que está en proceso de fusión con CCNI, y MSC.
El ejecutivo dice que miran con tranquilidad la consolidación que se ha producido en la industria y ven la utilización de la marca SeaLand como la oportunidad para servir mejor al nicho de clientes regionales, que incluye a grandes empresas y también a otras de menor tamaño que quieren importar o exportar menos contenedores.
Los servicios de la firma, comenta, incluyen 24 opciones de rutas globales, conectando con Maersk Line, y nueve exclusivamente regionales. Usarán en promedio barcos de capacidades de entre 2.500 y 5.000 TEU's.
Nueva etapa
En 2014, previo a la renovación marcaria, la compañía tuvo ventas en Chile de entre US$ 50 y US$ 70 millones, en un ejercicio que Ulloa califica como bastante estable para la industria en cuanto al movimiento de carga.
"Creemos que 2015 también mantendrá esa tónica", precisa el ejecutivo de SeaLand y agrega que "si crecemos un 5% este año sería bueno, es lo que esperamos".
La naturaleza del negocio naviero hace que estas empresas estén muy cerca del ritmo de la economía y los vaivenes del comercio.
A partir de esa percepción, Ulloa proyecta que para este año las perspectivas para las exportaciones forestales y frutícolas deberían ser favorables, en especial para los envíos hacia Estados Unidos, "que por su recuperación económica debiera ser el gran mercado a abastecer", precisa.
En cuanto a la internación local de bienes añade que "no hay nada que indique que habrá una relevante reducción de las importaciones hacia Chile".
Respecto a las tarifas de la industria, explica que se ven estables y que no avizoran movimientos que pudieran escaparse a los rangos actuales, que fija el mercado y que son muy competitivos, especialmente en esta región.