Iberia y British Airways acuerdan fusión y se disparan en bolsa
Operación mantendría las marcas de las dos aerolíneas y su cotización en las bolsas de Londres y Madrid.
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Los eternos rumores de una fusión entre Iberia y British Airways pueden al fin materializarse. Las dos compañías confirmaron que ultiman una integración a través de un intercambio de acciones, que mantendría las marcas de las dos aerolíneas y su cotización en las bolsas de Londres y Madrid. Para preparar la operación, Iberia ya se había asegurado casi un 10% del capital de BA. Las acciones de la española vuelan un 12,8%, y un 8% las de la británica.
Los movimientos entre las aerolíneas no cesan, en un intento por hacer frente a un entorno especialmente delicado para el sector, presionado por los precios del petróleo, el freno económico y el incremento en la competencia.
Pasado el mediodía, la CNMV suspendía la cotización de Iberia, "mientras es difundida una información relevante sobre la citada entidad". Minutos después, la aerolínea española confirmaba al supervisor bursátil los planes para fusionarse con British Airways.
El consejo de administración de Iberia ya ha "aprobado unánimente" iniciar las conversaciones con su socio británico. La fusión, de materializarse, se realizaría a través de un intercambio de acciones, y mediante la creación de una nueva sociedad que compre Iberia y BA "de forma simultánea".
Con el fin de facilitar este intercambio de acciones, la empresa española adquirió durante los meses de mayo y junio una "participación estratégica en British Airways para establecer una simetría accionarial con los intereses que British Airways tiene en el capital social de Iberia así como para reflejar su convencimiento en los beneficios de una colaboración más estrecha entre ambos grupos".
Esta toma de posiciones en la aerolínea británica se tradujo en la compra de un 2,99% de su capital, y de otro 6,99% a través de "derivados financieros" ligados al precio de cotización de BA. Iberia aclara en este sentido que "no tiene intención" de incrementar su exposición "por encima del 9,99%", y que tiene previsto "adquirir acciones adicionales de British Airways sustituyendo así su posición en los referidos derivados financieros".
Morgan Stanley y UBS han sido las entidades asesoras en esta operación, que cuenta con el visto bueno de Caja Madrid, accionista de control de la aerolínea española.
En el comunicado enviado a la CNMV, Iberia resalta que "se prevé que la mencionada fusión creará uno de los mayores grupos aéreos internacionales y permitirá a ambas compañías alcanzar sinergias relevantes y beneficios comerciales que mejorarán el servicio al cliente. La unión parte de la ya estrecha relación entre ambas aerolíneas y servirá para reforzar la Alianza Oneworld así como la posición de Madrid como el principal aeropuerto de enlace entre Iberoamerica y Europa".
Alianzas
La sombra de British Airways ha sobrevolado en los últimos años a Iberia, y no sólo por su presencia en el accionariado de la española. Uno de los últimos intentos más 'formales' de hacerse con el control de Iberia fue el protagonizado, hace ahora un año, por la firma de capital riesgo Texas Pacific Group (TPG). En su ofensiva, TPG había intentado organizar un consorcio con la propia British Airways, y con los fondos españoles Vista Capital, Quercus e Ibersuizas.
En sus intentos de compra, TPG llegó a ofrecer 3,6 euros por cada título de Iberia. Desde entonces, la sucesión de récords en el precio del petróleo y los efectos del freno económico y la crisis crediticia ha castigado con dureza en bolsa al conjunto de las cotizaciones del sector. En el momento de la suspensión, Iberia cotizaba hoy en 1,71 euros.
El propio presidente de la aerolínea española, Fernando Conte, reconoció en la última junta de accionistas del grupo, celebrada en mayo, que los récords en el precio del petróleo generan para las aerolíneas una "situación dramática", que adquiere el grado de "insostenible" en la "situación general del sector aéreo doméstico español".
La reordenación del sector en las últimas semanas se concretó con el acuerdo de fusión entre Clickair, participada por Iberia, y Vueling. Con anterioridad, la empresa presidida por Fernando Conte acabó renunciado a la compra de Spanair. Poco después, la escandinava SAS anunció una severa reestructuración de Spanair, incluyendo la supresión de 1.100 empleos.