Nació en 1941. Donnebaum, la histórica fábrica de cierres -que convirtió su modelo "cierre Eclaire" en un genérico- ha vivido de todo en sus 79 años de historia. Sabe de crisis económicas y de cambios en el mercado. Y ha tenido que adecuarse a los nuevos tiempos una y otra vez. Fue así como en los 80 pasó a ser una firma textil al abrir un área de estampados, o cuando en 2009 la compañía -ligada a la familias Donnebaum y Valenzuela- se metió al área de impresión digital a través de la elaboración de libros bajo demanda y tarjetas de crédito.
Pero los clientes que eran principalmente tiendas de confección con el paso de años años comenzaron a reducirse, y en la actualidad es la única planta que elabora todavía cierres.
"Llevabamos varios años relativamente malos, porque en los 80 eran miles las que hacían ropa en Chile, hoy casi todos fabrican en China", cuenta Fernando Valenzuela, gerente comercial. Sin embargo, dentro de todo, el 2020 había "andado bien". Hasta que llegó la pandemia.
"Marzo estábamos prácticamente vendidos. Pero la segunda quincena las ventas se fueron a cero", relata. Sus clientes, principalmente las grandes tiendas del retail cancelaron los pedidos tras el cierre de sus locales.
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