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REGÍSTRATE AQUÍPor: catalina jofré
Publicado: Martes 11 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
En mayo de este año abrió sus puertas la incubadora corporativa Engie Factory, una filial de Engie (ex GDF Suez) que busca apoyar proyectos sustentables y digitales que tengan como premisa mejorar la calidad de vida de las personas e impactar positivamente en el medio ambiente.
Hoy tienen 10 startups en distintas etapas de evolución, la mayoría ya constituidas como empresa y con un prototipo mínimo viable.
Entre los más avanzados están Wenu (aplicación para monitorear el consumo energético), Sünplicity sistema para que empresas y hogares produzcan electricidad con paneles solares y la inyecten al sistema) y ClimO (tecnología para climatizar ambientes de manera eficiente).
Con seis meses de operación, los planes de la incubadora son sumar tres o cuatro nuevos proyectos a su portafolio en 2017 y realizar una nueva convocatoria para emprendedores prevista para junio.
También buscan replicar el modelo chileno el próximo año, en Argentina y México, adaptándolo a esos mercados.
Lodewijk Verdeyen, CEO de la aceleradora comenta que hoy es más fácil abrirse un espacio en el mercado de la energía.
Precisa que para ser parte de Engie Factory los proyectos deben ser “buenos para el planeta, pero también mejorar la calidad de vida de las personas”. Indica que el componente digital es fundamental, pues si las startups incorporan Internet, Internet de las Cosas, Wifi, un sitio web o una aplicación en su negocio, pueden escalar rápido.
“Si se crea algo pensando en que sea verde, sólo tendrá una pequeña parte de personas interesadas en Chile y el mundo. Pero si ese algo mejora la calidad de vida de las personas y además disminuye el impacto en el medio ambiente, tendrá éxito”, argumenta el ejecutivo.
Los proyectos se pueden integrar a la incubadora de tres formas. La primera es cuando Engie Factory plantea una idea y encuentra personas desarrollando algo similar y las invitan a trabajar con ellos.
Una segunda opción es que la aceleradora contacte a una firma incipiente, pero establecida en el mercado, que esté resolviendo un problema de su interés y realice una oferta para obtener una participación minoritaria.
Y la tercera alternativa es participar en la convocatoria anual de la incubadora, donde los seleccionados reciben US$ 60 mil por seis meses (US$ 10 mil mensuales) para el desarrollo de sus propuestas y mentoría.
La meta, es que las startups incubadas escalen a Perú, Colombia, México, Argentina y también a Estados Unidos.
Verdeyen explica que la idea es que las firmas pasen a ser parte del grupo o bien, éste venda su participación en ellas. “Esto es parte del desarrollo de nuestro negocio”, señala. 
La experta en ética y compliance señaló que si bien el país norteamericano ha sido líder en la materia, los cambios políticos han alterado el panorama.
Según se reportó, se identificaron 10.173 funcionarios a los que se les aplicará sumario, de los cuales 10.038 siguen con proceso administrativo en curso; 80 están cerrados y 55 ya cuentan con una resolución que está en proceso de cierre.
El experto abordó las similitudes entre Corea y Chile, las brechas en el ecosistema local y el potencial para crear empresas conjuntas entre startups de ambos países para llegar a nuevos mercados.