La familia Glazer, propietaria del Manchester United, está
planteándose poner fin a su relación con Goldman Sachs por el papel de Jim
O’Neill, economista jefe del banco, que intenta arrebatarles el control del
club.
O’Neill, hincha incondicional del equipo y ex miembro de su directorio,
encabeza ahora el grupo de financieros conocido como “los Caballeros Rojos” que
esta semana se reunieron en Londres para estudiar la compra del club por una
cifra que superaría los mil millones de libras (unos US$ 1.506 millones)
Indirectamente, O’Neill’s ha conseguido involucrar a Lloyd
Blankfein, presidente y consejero del banco, dado que Goldman Sachs es una de
las entidades que participó en la última emisión de bonos del equipo, que
asciende a 500 millones de libras (US$ 753 millones).
Según personas del entorno, Joel Glazer, el miembro de la
familia más implicado en los asuntos del club, habría llamado a Blankfein para
expresarle su descontento por las declaraciones de O’Neill a un periodista de
Bloomberg a raíz de la emisión de bonos.
O’Neill, que llegó a mantener una estrecha relación con el
entrenador, Alex Ferguson y el consejero delegado del club, David Gill, aseguró
que “hay demasiado apalancamiento en el equipo y eso no es bueno. Yo, por mi
parte, no compraré bonos. Valoro mi apoyo a largo plazo al Manchester mucho más
que cualquier otra cosa".