1.168 empleos generarían ambos proyectos
Deberían haber estado listas y produciendo baterías y cátodos de litio en mayo de este año, pero, cumplida la fecha, ello no ocurrirá. Las plantas comprometidas por las chinas BYD y Tsingshan en la Región de Antofagasta, en el marco de la Estrategia Nacional del Litio, nunca se construyeron y, según confirmaron desde el Gobierno a DF, ambas compañías desistieron de sus respectivos proyectos.
Las gigantes asiáticas fueron seleccionadas por Corfo como productores especializados de litio, con lo cual accederían a precios preferenciales y a un suministro asegurado del carbonato producido por SQM hasta 2030. A cambio, Chile se anotaría dos iniciativas para agregar valor a la cadena del mineral, con una inversión total de US$ 523 millones entre las dos.
US$ 523 millones sumaban ambos proyectos
Sin embargo, una serie de factores, como el abrupto cambio en las condiciones del mercado del litio y la caída del precio, así como trabas burocráticas habrían truncado la materialización de los contratos adjudicados en 2023.
La primera en levantar la alarma en torno a sus avances fue BYD, que hace exactamente un año reclamó al Gobierno la lentitud del proceso para encontrar un terreno donde instalar su planta de cátodos de litio de US$ 290 millones. “El atraso es de todo el proceso”, dijo en ese entonces Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de la empresa automotriz.

Vicepresidenta de BYD, Stella Li, con el ministro Mario Marcel en 2024.
La polémica escaló y Corfo armó un grupo de trabajo para buscar una ubicación. Consultado sobre los avances de la búsqueda, el Ministerio de Bienes Nacionales, parte de dicho equipo, dijo a DF que BYD ingresó una petición de desistimiento del proyecto el 14 de enero de este año en la Seremi de Antofagasta.
Por otro lado, desde Corfo, indicaron que “BYD ha planteado las dificultades que ha enfrentado para el desarrollo de su proyecto dadas las condiciones actuales del mercado mundial del litio” y que la estatal le ha solicitado mayores antecedentes para su análisis.
Al cierre de esta edición, desde la gigante asiática aún no respondían a las consultas de este medio.
En el caso de Tsingshan -una de las 20 empresas privadas más grandes de China-, la firma planeaba construir una fábrica de baterías de litio en Mejillones con una inversión de US$ 233 millones. Todo, a través de su relacionada Yongqing Technology, parte de la rama de negocios de nuevas energías del holding asiático. Sin embargo, “la empresa desistió de la realización del proyecto ya que no se constituyó en Chile”, confirmó Corfo.
Fuentes cercanas al sector explicaron que en Tsingshan quisieron cambiar la firma ejecutora del proyecto por un tema administrativo, para evitar el retraso que habría significado la autorización desde China para la inversión en Chile. Esta modificación no habría sido aceptada por las autoridades nacionales.
Más allá del tema puntual, ejecutivos del sector agregaron que “no están las condiciones para industrializar el litio en Chile” y que “las plantas industriales no se van a hacer a menos que no se liberen las inversiones en litio”, es decir, que el mineral se haga concesible.
Un conocedor de la industria del litio en la Región de Antofagasta, lamentó la paralización de las iniciativas chinas y sostuvo que en la zona “existía mucha expectativa” por los más de 1.000 empleos que generarían. De todas formas, dijo que nunca se supo de avances en sus construcciones y que ante la caída de 80% en los precios del mineral era previsible que no se concretaran.
¿Y ahora qué?
“No nos vamos a limitar solamente a la extracción del mineral no metálico, sino que además vamos a crear cadenas de valor y hacer, además, transferencia de conocimiento”, expresó el Presidente Gabriel Boric en octubre de 2023, después de reunirse en Beijing con los altos mandos de Tsingshan. Y aunque la china no corra más en esos planes, la apuesta de industrialización del litio en el país se mantiene, aunque a contrarreloj.
Con los dos proyectos de valor agregado desistidos -cada uno por la mitad de la cuota de SQM- y los vientos electorales soplando, a Corfo le queda otra carta para seleccionar a un productor especializado: la cuota de Albemarle.
De hecho, a inicios de mayo, la estatal abrió un concurso del mismo estilo que el anterior, dirigido a empresas que puedan concretar proyectos para la elaboración de productos de valor agregado que utilicen como insumo el litio chileno producido por la norteamericana.
Esta vez, eso sí, la firma seleccionada podrá acceder a un precio preferente para 9.599 toneladas al año de carbonato de litio hasta 2043.
“Estas son políticas de mediano y largo plazo que deben ser evaluadas en ese horizonte de tiempo, junto con el resto de las acciones que contempla la Estrategia Nacional del Litio”, sostuvo Corfo ante el panorama de la industrialización del mineral.