La OBBB rescinde la orden pública número 7917, emitida el 31 de enero de 2023 bajo el gobierno de Joe Biden, la misma que había bloqueado nuevos permisos mineros en los condados de Cook, Lake y Saint Louis, en Minnesota.
En Estados Unidos se conoce formalmente como “One Big Beautiful Bill Act”. Pero en los pasillos del Capitolio ya lo apodan “la OBBB”. El proyecto de ley emblema de la administración Trump —una mezcla de recortes tributarios, incentivos corporativos y desregulación— ha generado más divisiones que apoyos.
Esta semana, Elon Musk, quien hace pocos meses se definía como el “first buddy” del presidente Trump, lo calificó como una “abominación repugnante”, ya que, de aprobarse, ampliará aún más el ya abultado déficit fiscal norteamericano.
La OBBB es una “budget reconciliation bill”, un tipo de legislación que permite aprobar reformas económicas con mayoría simple. Su estructura habilita la incorporación de normas fiscales. Pero también abre la puerta a que se agreguen otras disposiciones, muchas veces sin relación directa con el corazón del proyecto.
Eso ocurre en una sección específica, escondida entre las más de mil páginas del documento que fue aprobado hace dos semanas en la Cámara de Representantes. En la página 583, dentro del apartado de minería, la OBBB ordena revertir una decisión clave del gobierno de Biden: restituye los contratos mineros en una zona protegida del noreste de Minnesota, sin mencionar nombres de compañías, proyectos ni ubicaciones exactas. En otras palabras, se busca restaurar concesiones previamente otorgadas en el Superior National Forest.
En ese mismo bosque se ubica Twin Metals, el proyecto minero de Antofagasta Minerals para la extracción de níquel y cobre. Con una inversión cercana a los US$ 3.000 millones, la iniciativa lleva más de una década frenada y enfrentando oposición de comunidades locales y organizaciones ambientalistas. Actualmente, mantiene un litigio abierto contra el gobierno estadounidense.
Y de esa forma, el proyecto del grupo Luksic en Estados Unidos quedó incluido en la iniciativa más comentada que ha pasado por el Congreso estadounidense en los últimos años.
Según se establece en mismo documento, se rescinde la orden pública número 7917, emitida el 31 de enero de 2023 bajo el gobierno de Joe Biden, la misma que había bloqueado nuevos permisos mineros en los condados de Cook, Lake y Saint Louis, en Minnesota. “No tendrá fuerza ni efecto”, se lee en la página 584 de la OBBB.
La incorporación de esta disposición no implica que Twin Metals se concretará como proyecto minero.
Primero, el texto aún debe ser aprobado por el Senado, donde ya se anticipan modificaciones relevantes. De pasar esa etapa, la puesta en marcha de esta iniciativa requeriría pasar por un proceso de evaluación ambiental, con plazos largos y múltiples etapas regulatorias. Personas conocedoras del plan estiman que ese trámite podría tardar entre cuatro y cinco años, ya que existen una serie de instituciones ambientalistas en contra de este desarrollo.
Vínculos con Trump
Esta no sería la primera vez que el proyecto de los Luksic en Estados Unidos recibe un movimiento favorable desde la administración Trump.
Durante su primer mandato, el gobierno republicano reactivó las concesiones mineras de Twin Metals que habían sido bloqueadas por Barack Obama, una decisión que luego fue revertida por la gestión de Joe Biden.
Este no es el único vínculo que tiene la familia chilena con Trump. Según informaron diversos medios locales, Andrónico Luksic le arrendó una casa en Washington a Ivanka Trump y Jared Kushner, justo durante el periodo en que Donald Trump ocupó la Casa Blanca.
Además, Antofagasta Minerals no ha dejado de desplegar lobby ante distintas autoridades en Estados Unidos.
Ha contratado agencias especializadas y mantiene una presencia activa en Washington para intentar reactivar su proyecto en Minnesota. Una de las piezas clave en esa estrategia ha sido la firma Brownstein Hyatt Farber Schreck, donde trabaja David Bernhardt, exsecretario del Interior durante el gobierno de Donald Trump. Se trata de una influyente firma de abogados y lobby, conocida por representar a empresas del sector energético y minero en procesos regulatorios ante el Congreso y agencias federales.
De hecho, la relación con Brownstein Hyatt Farber Schreck se ha vuelto central, ya que ahora Antofagasta Minerals opera exclusivamente con esa firma.
Antes, mantenía un pool de agencias de lobby que la asesoraban en Washington, pero esa estrategia se concentró. En abril, por ejemplo, Daschle Group —una agencia cercana al Partido Demócrata según una serie de medios locales— presentó un reporte de término de contrato con la minera ligada al grupo Luksic.
Aun así, durante 2025 trabajaron activamente: sólo en el primer trimestre de este año reportaron ingresos por US$ 120 mil provenientes de Antofagasta.