El tercer fabricante de automóviles
de
Japón, Nissan Motor, anunció hoy que
salió de las pérdidas en el año
fiscal 2009, que finalizó en marzo pasado, al obtener un beneficio
neto de 42.400 millones de yenes (US$ 459 millones).
El
resultado, que supera las previsiones, se produjo gracias al
incremento de las ventas en los mercados emergentes, especialmente
en China, y a la aplicación del plan de recuperación para
contrarrestar los efectos de la crisis, informó Nissan en un
comunicado.
En el año fiscal 2008, el fabricante de Yokohama
sufrió una
pérdida neta de 233.700 millones de yenes (US$ 2.530 millones),
sus primeros números rojos anuales desde 1999.
"Aunque todavía
operamos afectados por la crisis, Nissan avanza
hacia la recuperación total sin comprometer nuestras prioridades
estratégicas", afirmó el presidente de Nissan,
el franco-brasileño
Carlos Ghosn.
En 2009 el grupo tuvo un beneficio operativo de
311.600 millones
de yenes (US$ 3.373 millones) y vendió más de 3,5 millones de
vehículos en todo el mundo, un 3% más que el año anterior.
Pese
a ello, los ingresos netos se situaron en 7,51 billones de
yenes (US$ 81.314 millones), un 10,9% menos que en el
ejercicio precedente a causa de la fortaleza del yen, que perjudicó
a las ganancias de Nissan en el
exterior a la hora de repatriarlas.
Para el actual año
fiscal, que termina en marzo de 2011, Nissan prevé que sus ventas asciendan a 3,8 millones de unidades en todo el
mundo, un 8,1% más, y obtener un beneficio neto de 150.000
millones de yenes (US$ 1.622 millones).
Aunque reconoció que
el ambiente sigue siendo "volátil e
incierto", Ghosn detalló que en el año fiscal 2010 Nissan pretende
consolidar su presencia en los mercados emergentes y lanzar al
mercado un nuevo vehículo eléctrico "asequible".