La primera experiencia laboral de Caroline Vender fue como ingeniera trainee en Sigdo Koppers Ingeniería y Construcción (SKIC), filial del grupo homónimo. Ingresó en 1997 y desde entonces no se ha desvinculado de la compañía, donde ha desarrollado una carrera de más de 25 años.
US$ 800 millones es el backlog actual de SKIC.
En enero de 2024 asumió como gerenta general de la filial de ingeniería y construcción, dedicada a proyectos de inversión para la gran minería y energía en Chile, Perú, Brasil y Colombia. Según recuerda, en ese momento la firma -que representa entre un 10% y un 20% de las ventas del grupo- aún sentía los efectos de la pandemia.
De hecho, los resultados al cierre del primer semestre de este año reflejaron ese impacto. Entre enero y junio de 2025 los ingresos retrocedieron 15,4%, hasta US$ 230 millones, y el Ebitda fue negativo, con pérdidas por US$ 4 millones.
Pese a ello, Vender asegura que el panorama cambió en la segunda parte del año. “El segundo semestre va a ser totalmente distinto a lo que se vivió en el primero, debido a que por fin se produjo el punto de quiebre. Así, prevemos cerrar el año 2025 mirando hacia futuro, financieramente muy sanos, con un leverage positivo y un buen backlog (lista priorizada de trabajos y obras)”, asegura.
Actualmente, SKIC cuenta con un backlog de US$ 800 millones y proyecta superar los US$ 1.000 millones en los próximos ejercicios. Este repunte, dice la ejecutiva, responde tanto al cierre del ciclo de la pandemia como al boom minero que se anticipa en la región, con una cartera de proyectos superior a los US$ 80 mil millones.
Con miras a ese escenario, la compañía evalúa inversiones cercanas a US$ 200 millones, principalmente en capital humano, equipos estratégicos para ejecutar proyectos, seguridad e innovación.
“No es primera vez que Chile va a tener un boom minero. Tenemos que recurrir a nuestra buena experiencia y mirar nuestros dolores. Creo que esa es la forma de enfrentar estos desafíos; dependiendo obviamente de que trabajemos de la mano con la paz social, con el medio ambiente, con las comunidades, con el sector público. Que tengamos un país que tenga una motivación por estar cada día mejor”, recalca.
Otros negocios
Hoy la cartera de SKIC se compone de unos 10 proyectos, en su mayoría ligados a la minería. “Buscamos estar donde se encuentra la inversión, y hoy está en este sector”, afirma Vender.
No obstante, la empresa también ha estado activa en energía. Es más, recientemente concluyó dos proyectos, uno para Engie y otro para Colbún. Aun así, la ejecutiva advirtió sobre las brechas que persisten en líneas de transmisión.
“Claramente no podemos estar diez años sin invertir en transmisión. Uno espera que las autoridades que vengan en el futuro también se preocupen de eso, que como país podamos aportar ahí”
De cara al futuro, SKIC busca abrirse al hidrógeno verde, industria en la que aún no han ejecutado proyectos. En cuanto a expansión geográfica, la ejecutiva señala que la estrategia no pasa por nuevos destinos, sino por consolidar presencia en Chile y Perú, donde ven el mayor dinamismo de inversión. Brasil y Colombia seguirán en el radar, pero sin un foco prioritario.
“Uno comienza a mirar otras industrias y otros países cuando se debilita la inversión. No tiene sentido salir a buscar otros mercados si el fuerte está acá. Más bien creo que es al revés. Lo más probable es que nuestro país comience a ser muy atractivo para las inversiones”, declara.
- ¿Ha entrado más competencia al país?
- La probabilidad de que entren nuevos actores existe. Eso sí, primero ellos tienen que conocer cómo trabajar en un país como Chile o Perú. Y segundo, saber trabajar en proyectos de la minería de cobre.
- ¿Se sienten preparados para este boom o la posible llegada de nuevos competidores?
- Fíjate que SKIC ha ejecutado más del 85% de las plantas concentradoras de cobre que operan hoy en día. Eso no significa que uno no tenga que estar preocupado de la competencia. Pero estamos tranquilos en ese sentido.
Nivel país
La gerenta general también puso énfasis en la permisología. Reconoce los avances legislativos, aunque insiste en que el tema sigue siendo crítico para el desarrollo de proyectos.
- ¿Cree que va bien encaminada la ley de permisos sectoriales?
- Tiene un buen espíritu y busca acortar tiempos. Eso sí, hay que ver cómo queda implementada. Acá también hay un tema de actitud. Si no hay cambio en quienes ocupan las posiciones relevantes dentro de los organismos que impactan los plazos, claramente no hay ley que lo sustente. Esto tiene que ver con qué queremos para nuestro país.
- ¿Qué faltaría por hacer?
- Para mí, solo voluntad país.
- ¿Existe esa voluntad?
- Depende de donde tú estás parado, puedes decir si existe o no. Para mí, falta voluntad.
- ¿Y ve esa voluntad en los aspirantes a La Moneda?
- Mi rol no entra en temas políticos. Sí te puedo decir que la voluntad es necesaria para que un país crezca y yo espero que la próxima administración trabaje en eso. Para nuestra industria es muy relevante tener un país ordenado, para que estos US$ 80 mil millones se puedan ejecutar.