Tras el ataque terrorista realizado el domingo contra las obras de la central hidroeléctrica Rucalhue, que se está levantando en la Región del Biobío, la empresa sinceró este jueves que los últimos días han sido "particularmente complejos", no sólo por el daño a la infraestructura, sino también "el impacto colateral que este tipo de ataques provoca en el país, en los contratistas, trabajadores y en las comunidades, en un proyecto que es de interés nacional y que tiene un impacto local muy relevante en el empleo y economía".
A través de un comunicado, desde Rucalhue Chile salieron además a agradecer la condena transvesal al ataque y valoraron "las acciones tomadas por las autoridades frente a estos hechos para reponer el Estado de Derecho y garantizar la seguridad permanente del proyecto y de las personas que en él trabajan".
Las nuevas declaraciones marcan un cambio de matiz en la respuesta de la empresa, cuyo gerente legal, Diego Vio, había conminado inicialmente al Estado de Chile a hacerse cargo de la situación, y que aseguró que es "iluso pensar que esto no impacta en la confianza de los empresarios en el desarrollo de los proyectos en Chile".
Hay que recordar que tras el incidente el Presidente Gabriel Boric resolvió invocar la Ley Antiterrorista.
La empresa reiteró ademas a las autoridades su "total disposición a colaborar con la investigación" y dijo que ha sido informada por el Gobierno sobre "la implementación de medidas de seguridad para garantizar la continuidad de las obras".
Además destacó que mantienen su confianza en la viabilidad de la iniciativa y proyección futura.
La empresa se encuentra ahora "revisando los plazos del proyecto para poder retomar prontamente las actividades, tras el retiro de la infraestructura dañada, así como también presentando las acciones legales necesarias para encontrar a los responsables del atentado".
Un total de 51 vehículos resultaron quemados en el ataque incendiario.