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Sofofa revela defensa de Chile por salvaguardia a vinos que estudia Brasil
Aumento de las importaciones de vinos nacionales en ese país era algo que estaba previsto.
Por: | Publicado: Miércoles 18 de abril de 2012 a las 05:00 hrs.
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POR CONSUELO MEJÍAS SMITH
“Una salvaguardia se aplica cuando hay una distorsión en un mercado. Lo que gatilla que una medida de esta naturaleza se tome es que haya un aumento en las importaciones, pero en el caso de los envíos nacionales de vinos a Brasil fue pactado en 1996”. Así explicó el gerente de comercio exterior de Sofofa, Hugo Baierlein, lo que será una de las principales líneas argumentales ante las autoridades cariocas de modo que éstas no impongan o atenúen una posible salvaguardia al ingreso de vinos nacionales.
Detalla que hace 15 años, fue pactado “cómo iba a ser la degravación en los vinos hasta que el arancel llegara a cero el año pasado”. Ello explica que en 2011 se produjera un aumento en las exportaciones “que estaba negociado desde esa fecha”.
Agrega que “aceptamos un cronograma a 15 años donde partimos con una preferencia sólo de 30% y se fue flexibilizando hasta el año pasado que llegamos a arancel cero. Eso hizo que nuestras exportaciones a ese país crecieran, lo que fue algo absolutamente previsto”, aseveró.
“Lo negociamos y esperamos con paciencia que se cumplieran los plazos”, enfatizó Baierlein.
Ante esto “le hemos ofrecido todo nuestro apoyo técnico a Vinos de Chile, aunque ellos tienen claridad absoluta respecto a los pasos que deben seguir en la defensa previa”. En todo caso, al interior de Sofofa se realizó un análisis respecto al origen de las importaciones de Brasil: “Chile es el primer exportador, seguido por Argentina -que no sería afectada por la salvaguardia carioca- y otros países como Francia, Italia, Portugal, España y Uruguay”.
Por ello es que la intención de que la medida sea aplicada a todos esos países, excepto Argentina les plantea una preocupación “porque obviamente hay una discriminación que uno evalúa”, dijo.
A su vez comentó que “entendidos en materia de salvaguardias evalúan si Argentina puede quedar fuera de las medidas y qué implicancias puede tener eso”. Añadió que “vemos con preocupación que nuestras exportaciones sean reemplazadas por argentinas, lo cual encontraríamos que es una injusticia enorme”.
El plazo para presentar estos antecedentes a las autoridades brasileñas vence la próxima semana, por lo que la industria vitivinícola está trabajando “en estrecha coordinación entre el sector privado y el Gobierno”, dijo.
“Una salvaguardia se aplica cuando hay una distorsión en un mercado. Lo que gatilla que una medida de esta naturaleza se tome es que haya un aumento en las importaciones, pero en el caso de los envíos nacionales de vinos a Brasil fue pactado en 1996”. Así explicó el gerente de comercio exterior de Sofofa, Hugo Baierlein, lo que será una de las principales líneas argumentales ante las autoridades cariocas de modo que éstas no impongan o atenúen una posible salvaguardia al ingreso de vinos nacionales.
Detalla que hace 15 años, fue pactado “cómo iba a ser la degravación en los vinos hasta que el arancel llegara a cero el año pasado”. Ello explica que en 2011 se produjera un aumento en las exportaciones “que estaba negociado desde esa fecha”.
Agrega que “aceptamos un cronograma a 15 años donde partimos con una preferencia sólo de 30% y se fue flexibilizando hasta el año pasado que llegamos a arancel cero. Eso hizo que nuestras exportaciones a ese país crecieran, lo que fue algo absolutamente previsto”, aseveró.
“Lo negociamos y esperamos con paciencia que se cumplieran los plazos”, enfatizó Baierlein.
Ante esto “le hemos ofrecido todo nuestro apoyo técnico a Vinos de Chile, aunque ellos tienen claridad absoluta respecto a los pasos que deben seguir en la defensa previa”. En todo caso, al interior de Sofofa se realizó un análisis respecto al origen de las importaciones de Brasil: “Chile es el primer exportador, seguido por Argentina -que no sería afectada por la salvaguardia carioca- y otros países como Francia, Italia, Portugal, España y Uruguay”.
Por ello es que la intención de que la medida sea aplicada a todos esos países, excepto Argentina les plantea una preocupación “porque obviamente hay una discriminación que uno evalúa”, dijo.
A su vez comentó que “entendidos en materia de salvaguardias evalúan si Argentina puede quedar fuera de las medidas y qué implicancias puede tener eso”. Añadió que “vemos con preocupación que nuestras exportaciones sean reemplazadas por argentinas, lo cual encontraríamos que es una injusticia enorme”.
El plazo para presentar estos antecedentes a las autoridades brasileñas vence la próxima semana, por lo que la industria vitivinícola está trabajando “en estrecha coordinación entre el sector privado y el Gobierno”, dijo.