"Vivimos un infierno, porque rompió nuestra confianza"
Sobre la fusión con San Pedro: Ya hemos realizado toda la integración y estamos contentos con ello. Ahora tenemos que 'sacarnos juguito' cada uno y en eso estamos.
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José Luis Vender está navegando por aguas más tranquilas. Luego de enfrentar diversos y complicados momentos en el holding que preside, la Compañía Chilena de Fósforos, que al año vende unos US$ 80 millones, hoy la marea está menos agitada y el viento a su favor.
Hace dos semanas, el yate que él comanda junto a sus hijos y sobrinos, el BCI, ganó la regata Entel PCS en Concón, dando por terminado un difícil periplo de casi treinta fechas, que lo tuvo peleando codo a codo con la embarcación de Bernardo Matte y Emilio Cousiño.
Pero las regatas no son lo único que mantienen ocupado a Vender. Además de ya estar negociando con sus auspiciadores, donde destaca el BCI y Rotter & Krauss, para seguir en una nueva competencia a partir de septiembre, el empresario está inmerso en una serie de temas que le permitan sortear la crisis económica de la mejor forma y, como relata, sin tener que despedir a nadie.
Uno de esos temas es la fusión que se lleva a cabo entre su viña, Tarapacá, y Viña San Pedro. Según Vender, está todo marchando de acuerdo a los tiempos que se estipularon y ya se puede decir que están 100% integradas.
Pero la unión con los Luksic no es lo único. Como buen holding, diversificado entre el negocio vitivinícola, la producción de fósforos y en bosques de álamos para exportar la materia prima de los cerillos a más de veinte países, el empresario tiene varios flancos abiertos.
Uno de ellos es la estafa de la cual fueron víctimas, de casi US$ 3 millones, a manos del falso abogado Cristián Lizama. A este proceso, que sigue su curso en tribunales y que mantiene a Lizama tras las rejas, se suma la causa en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), interpuesta por Canadá Chemical, entidad que acusa al holding presidido por Vender de bloquearles el mercado nacional y de ejercer presiones con sus proveedores checos para cortar el envío de suministros a Chile.
- ¿Cómo partió el interés por la navegación?
- Yo salía a competir con mis hijos en moto y esquí, pero me accidenté en los dos, así que en 2004 armamos un equipo con mi hijo José Luis y mi sobrino Tomás Echenique.
El estar con ellos me da mucha energía, porque son más jóvenes y lo llenan a uno de estímulos. Yo como capitán eso sí soy fregado, no los dejo tomar, ni salir y les doy instrucciones duras, y aunque es casi imposible, me hacen caso. Soy para ellos la cábala.
- ¿Se hacen negocios ahí?
- Se habla de muchas cosas. Obviamente se hacen negocios y se facilitan otros, ya que se conocen a personas o se tiene cercanía a otras que no siempre uno puede verlas. Es natural, ya que es un club, una cofradía con gente con los mismos intereses.
- Es decir que es una buena oportunidad participar en la regata
- Sí, pero respecto a eso, me gustaría que hubiese más auspicio a la gente joven. Mi sobrino es muy bueno, pero con lo que gana, jamás se podrá comprar un yate. Hay que facilitar los auspicios, pero es difícil, porque la gente que tiene poder económico no deja que entren nuevas personas, y es algo por lo que he peleado por años.
-¿Y usted invita a otros empresarios a meterse en este deporte?
- Sí. De hecho le vendí el barco anterior a Horacio Pavez de SK. Corrió ahora y armó un equipo muy parecido al nuestro, con su familia, hijos y nietos. Así se va motivando a más gente.
- Y a sus socios los Luksic, ¿los ha invitado?
- ¡Guillermo corría! Ahora no se ha metido, pero volverá pronto.
Contra la corriente
- Le ha tocado bastante duro en el último tiempo, navegar por aguas turbulentas. ¿Cómo ve todo lo que ha pasado?
- Nosotros somos empresarios súper pragmáticos, que no gastamos nuestro tiempo y estas cosas nos desvían de nuestra tarea principal que es producir, dar empleo, hacerlo bien. Creo que somos una de las empresas que más ha crecido en este año, seguimos adelante con nuestra fusión con San Pedro, etc.
- Sobre eso, ¿cómo va el proceso de integración?
- Va bien y por buen camino. Pero tú sabes cómo son las fusiones, pero así todo ya hemos realizado toda la integración y estamos contentos con ello. Ahora tenemos que "sacarnos juguito" cada uno y en eso he estado trabajando.
- Y el negocio forestal, ¿es dónde más sienten la crisis?
- En la parte forestal también nos ha ido bastante bien, pese a las complejidades del mercado estadounidense, que es donde exportamos. Pero tenemos nuestros bosques certificados, y es algo que los compradores valoran cuando buscan proveedores.
-¿Cómo ve la economía? ¿Cree que ya tocó fondo la crisis?
Es mentira que tocó fondo. El problema es que no se ha solucionado el tema del empleo. En vez de gastar plata en tonteras, hay que solucionar el empleo y el de la educación. El gobierno debe arreglar estas materias. Recién sacaron una cosa de común acuerdo muy discutida que se aplicará en noviembre, pero de aquí a noviembre, ¿cómo come esa gente sin trabajo?
-¿Pero ustedes recortaron empleos en sus empresas?
- En mis fábricas no redujimos trabajadores. Donde sí hubo readecuaciones es en la fusión, pero somos eficientes y estamos creciendo. Mal está el tipo de cambio, como gritan los agricultores... puede ser, pero lo importante para generar crecimiento es arreglar la educación y el empleo. Para mí, una de las cosas malas de los últimos años, desde que se fue Pinochet –quien hizo cosas muy importantes en el país, como poner orden- es la mala educación y que aún no se mejora.
- ¿Qué pasa con la demanda de Canadá Chemicals contra Fósforos? ¿Fueron a presionar a sus proveedores a la República Checa como alegan en la demanda?
- No. Eso ya está solucionado y lo que pasó ahí es que yo fui a venderles fósforos. Acá se inventó una historia, pero no tenía nada que ver. Claro que fui a competirles en Rumania y en el Este de Europa, pero eso no está prohibido. ¿Está correcto o incorrecto?
- ¿Pero ustedes los bloquearon? ¿Ustedes tienen un cartel en Sudamérica con otros productores en cada país como se dijo?
- Eso es una tontera que ellos inventaron, pero no es así. ¿Cómo les voy a competir a los peruanos si yo les exporto palitos de fósforos? Me mato yo mismo el negocio. Yo lo único que he hecho es dejar bien a la producción chilena y por eso podemos exportar a otros países.
- Otra complicación que han vivido es la estafa realizada por Cristián Lizama, ¿en qué está eso?
- Está preso. La demanda sigue en curso contra los responsables que manejaron esto.
Él era un cabro que llegó a la empresa muy joven, estudiante de leyes, y que hacía de procurador en nuestra compañía. Un día dijo que se había recibido, llegó con un falso título de la Corte Suprema y nosotros le financiamos un master para que siguiese estudiando.
Teníamos confianza en él y de repente, nos dimos cuenta que nos estafó. Vivimos un infierno, porque rompió nuestra confianza. Eso nos ha provocado endurecer los sistemas de control en la empresa y dejar de confiar en la gente, lo cual es triste. Ahora la justicia tendrá que decir cómo hizo la operación y con quiénes, porque esto no se hace solo.
Yo quedé picado. Lo quería traer desde Argentina... mandé a mi hijo Martín a ver dónde vivía, pero al final me recomendaron que no lo hiciera.