La pequeña localidad de Villa Traful, en Neuquén, Argentina, fue escenario ayer de la segunda manifestación violenta contra el presidente Mauricio Macri desde que inició su gobierno en diciembre de 2015. Un grupo de diez manifestantes arrojó piedras al vehículo que transportaba al mandatario, momentos antes de que éste entregara un discurso plagado de promesas sobre la recuperación económica del país, al inaugurar un centro de información ambiental en la zona. Era su primera aparición pública desde que se oficializó la salida de su ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay.
El incidente, similar a otro ocurrido en agosto en Mar del Plata, terminó con dos detenidos aunque sin heridos, pero puso de manifiesto el descontento en un país que, tras más de un año de gestión de Cambiemos, no ha visto mejoras sustanciales.
Ayer, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), dependiente del Ministerio de Hacienda, reportó que la actividad industrial se contrajo por décimo mes consecutivo, al anotar un valor de -4,1% en noviembre en comparación con el mismo mes del año anterior. Con ello, la actividad de la industria argentina acumula una caída de 4,9% en los primeros once meses del año respecto de igual período de 2015.
La mayor baja entre enero y noviembre se registró en la industria automotriz y metal-mecánica, que ha reportado una caída de 13% en su actividad en ese período respecto del año pasado. La industria textil, en tanto, tuvo un noviembre con 27,7% menos de movimiento que el de 2015.
El dato se suma al índice de actividad económica que entregó el martes el Indec. Según el reporte, ésta cayó 4,7% en octubre respecto del mismo mes de 2015, empeorando una baja del 3,7% reportada en septiembre.
Junto con ello, esta semana un indicador de confianza en el gobierno medido por la Universidad Torcuato Di Tella en Buenos Aires retrocedió un punto porcentual entre noviembre y diciembre.
Asimismo, la confianza de los consumidores ha retrocedido más de quince puntos desde que Macri asumió el poder.
“Un año difícil”
Pese al incidente sufrido por el vehículo presidencial, el jefe de Estado continuó ayer con su agenda y pudo entregar el discurso que tenía preparado.
“Termina un año duro y difícil, pero los argentinos no nos rendimos nunca, vamos para adelante, porque tenemos una esperanza, vamos a construir una Argentina donde las cosas se hacen, donde las obras van a dejar de ser sinónimo de corrupción para ser sinónimo de alegría, de futuro, obras que van a empezar y terminar en las fechas que se comprometen”, señaló Macri, quien no hizo mención a la salida de Prat Gay, efectiva desde el 1 de enero.
“Hemos creado las condiciones para salir del estancamiento económico (...) En 2017 vamos a crecer, pero lo importante es crecer 20 años consecutivos, porque eso nos va a permitir planificar y desarrollarnos”, aseguró.
Sobre su primer año de gestión, señaló que “hemos entendido dónde estamos, nos hemos dicho la verdad en los niveles de pobreza, la educación pública, los problemas de narcotráfico e inseguridad”.
Desafíos en 2017
Para Argentina, el próximo año estará inevitablemente marcado por la campaña electoral legislativa, cuyo resultado definirá el margen de maniobra que tendrá la Casa Rosada para sacar adelante futuros proyectos.
El nuevo ministro de Hacienda, el economista Nicolás Dujovne, tiene como principal misión el control del déficit fiscal, con una meta de 4,2% para el próximo año. En 2016, Prat-Gay espera haber cerrado con 4,8% en contra. Para lograrlo, el nuevo jefe de la billetera fiscal deberá cumplir con la reducción de subsidios, uno de los pilares de la agenda económica de Cambiemos, que podría aumentar el ya acelerado ritmo de la inflación en el país, que se ubica sobre el 40%.
De acuerdo con medios argentinos, el objetivo es que el déficit fiscal de Argentina se reduzca a cero en 2019. Asimismo, a la autoridad entrante se le encargó la revisión y diseño de una reforma tributaria que debería llegar al congreso en marzo.
Una encuesta de Bloomberg a economistas publicada la semana pasada reveló que las expectativas son de una contracción de 2% del PIB este año y un crecimiento de 3% en 2017 y 3,5% en 2018.
